Inés Amelia Camelo Arredondo nace el 20 de marzo de 1928 en Culiacán, una ciudad ubicada en el Estado de Sinaloa, México. Con el tiempo, decide empezar a nombrarse Inés Arredondo como una forma de honrar a su abuelo materno, Francisco Arredondo, a quien era muy apegada.
Inés es la primera de nueve hermanos, dos de los cuales mueren al nacer. Aunque, en un principio, su familia estaba bien acomodada económicamente, con el paso del tiempo irán empobreciendo. Su padre, Mario Camelo Vega, era un médico propietario de un sanatorio ubicado en Culiacán. Su madre, Inés Arredondo Ceballos, era oriunda de Eldorado, pueblo perteneciente al estado de Sinaloa, donde se ubicaba la hacienda azucarera en la que trabajaba su abuelo Francisco. Inés hija pasa buena parte de su infancia allí, y Eldorado inspira varios de sus relatos.
Entre 1936 y 1944, Inés cursa sus primeros estudios en el colegio Montferrant, una escuela católica y privada a la que acudían las hijas de las familias más adineradas de la zona. Allí las instruían, en parte, con el objetivo de que aprendieran buenos modales y se prepararan para la vida conyugal. Durante este periodo, Inés destaca como estudiante, lectora y recitadora en la institución.
Inés no se conforma con sus estudios primarios y consigue la ayuda de su abuelo Francisco para hacer la preparatoria en el Colegio Aquiles Serdán, en Guadalajara. Allí estudia entre 1945 y 1946 junto a su mejor amiga Elva Carlota Podesta.
Su afán por obtener un título y desarrollarse profesionalmente la lleva a que, en 1947, se inscriba en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ubicada en la Ciudad de México. Durante este periodo estudia la carrera de Biblioteconomía y, simultáneamente, Filosofía y Arte dramático. Sin embargo, tras una crisis existencial provocada, en parte, por sus lecturas de Friedrich Nietzsche y Søren Kierkegaard, y por el carácter ateo de la vida universitaria, termina estudiando la carrera de Letras.
Durante su periodo universitario establece relación con varios grupos de intelectuales, entre quienes se acrecienta su pasión por la literatura y se agudiza su interés cultural en general. Con estas personas conformará luego la Generación de Medio Siglo, también conocida como la Casa del Lago. Junto a este grupo de intelectuales funda la Revista Mexicana de Literatura, donde publicará sus primeros cuentos. En esta época conoce a quien será luego su marido, el poeta Tomás Segovia.
En el periodo que va de 1952 a 1955 trabaja en la Biblioteca Nacional, luego en una cátedra de la Escuela de Teatro de Bellas Artes y también en la redacción del Diccionario de Literatura Latinoamericana de la Unesco. A su vez, oficia de redactora para el Diccionario de Historia y Biografía Mexicana y tiene otros trabajos como redactora para la televisión y la radio.
En 1958 se casa con Tomás Segovia. Junto a él tiene cuatro hijos: Inés, José, Ana y Francisco Segovia. Su segundo hijo, José, nace muerto, lo que le provoca una difícil crisis existencial. La relación con su esposo Tomás Segovia comienza complicarse y, tras mudarse a Montevideo, Uruguay, para recomponer el vínculo, se terminan divorciando en 1962. Durante ese periodo consigue becas de formación en el Centro Mexicano de Escritores y en la Fundación Fairfield de Nueva York. Una vez separada, Inés toma distintos y variados trabajos, vinculados a su formación, con el objetivo de mantener a sus tres hijos.
En el año 1965 consigue publicar su primera selección de cuentos, agrupados bajo el título La señal. El cuento se vuelve desde entonces su principal género literario. A pesar de la buena recepción de su obra, se inicia durante esta época un periodo de fuertes depresiones y afecciones corporales. Se ve obligada a operarse muchas veces de la columna vertebral y debe pasar varios años en silla de ruedas.
En 1972 vuelve a casarse con Carlos Ruiz Sánchez, un médico cirujano. También retoma sus estudios universitarios y obtiene su grado de Letras con una tesis sobre el escritor mexicano Jorge Cuesta.
En 1979 publica su segundo libro, Río subterráneo, con el que gana el Premio Xavier Villaurrutia y recibe excelentes críticas y reconocimiento internacional.
En 1988 Inés publica su tercer y último tomo de cuentos, Los espejos, y también se editan sus obras completas a través de la editorial Siglo XXI. Recibe en este periodo varios premios honoríficos y menciones, algunos de ellos de mucha relevancia, como el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Inés pasa sus últimos años de vida en cama, hasta que muere el 2 de noviembre de 1989 en la Ciudad de México.