¿Te llama la atención la forma como Castel quiere o narra este primer capítulo? Explica tu respuesta.

Estos primeros capítulos dan al lector una idea de la personalidad de Juan Pablo Castel. Su narración toma la forma de una confesión íntima, como si estuviéramos leyendo su diario personal. A veces parece que la historia representa el flujo caótico de sus pensamientos. Esta impresión nos permite suponer que los acontecimientos narrados se verán particularmente afectados por el punto de vista subjetivo del personaje. Aunque Castel trata de contarlo todo imparcialmente, pronto entendemos que esta afirmación es ilusoria.

Esta impresión nos permite suponer que los acontecimientos narrados se verán particularmente afectados por el punto de vista subjetivo del personaje. Aunque Castel trata de contarlo todo imparcialmente, pronto entendemos que esta afirmación es ilusoria. De esta manera, la novela se centra más en los acontecimientos internos del protagonista que en los acontecimientos externos. Es por ello que la trama interrumpe el encuentro de Juan Pablo y la mujer, para retrasar de todas las formas posibles en que el pintor imaginaba previamente ese encuentro.

Observamos que Juan Pablo tiene una visión nihilista del mundo. Describe y argumenta con gran descendencia sobre las cosas que aborrece, en particular aquellos aspectos que tienen más que ver con vivir en sociedad. Acusa a la gente de sentimientos mezquinos como la vanidad y la arrogancia, y aunque afirma ser igual al resto, su tono condenatorio lo coloca en un lugar de superioridad. Esto revela la complejidad psicológica del personaje, que encuentra su forma especial de estar en la angustia existencial con la que tiñe su percepción de sí mismo y de su entorno.