Rebelión como motivo
En la década de 1950, hace más de 20 años que se encuentra Rafael Trujillo en el mando de su país, República Dominicana. Su proceder es completamente injusto y violento. Por esta razón, muchas personas se alzan en su contra, para intentar derrocarlo del poder. Las hermanas Mirabal, protagonistas de esta novela, fueron un ejemplo paradigmático de la rebelión de esos años.
Toda la novela ronda acerca de estos hechos históricos, narrando también hechos de la vida familiar y personal de cada una de ellas. La rebelión era llevada adelante, además, por sus maridos, amigos y compañeros de facultad. Toda una fracción activista del pueblo intentaba poner freno a las faltas que se hacían a los Derechos Humanos.
Mariposas como símbolo de libertad y transformación
Las hermanas Mirabal son conocidas, tanto dentro de la novela -y su título lo deja en claro- como en la realidad extraliteraria, como "las mariposas". Al parecer, este apodo era una especie de código usado para referirse a Minerva, la más activa de todas, quien reunía gente en su propia casa para discutir cuestiones políticas de gran peso, pero preservando su identidad.
A lo largo de la novela, la mariposa como tal, como insecto que proviene de una oruga, se convierte en un símbolo de transformación, liberación y libertad. Las tres muchachas que más pelearon contra el régimen de Trujillo, que fueron Mate, Minerva y Patria, buscaban la liberación de su pueblo y de sí mismas como mujeres, así como el respeto por los derechos humanos, para poder transformar la sociedad en la que vivían. Al morir, asesinadas por orden del propio Trujillo, este símbolo se hace todavía más fuerte.
Muerte como motivo
La muerte es una constante a lo largo del relato, pero no es cualquier muerte la que toma protagonismo. Es la muerte política, violenta, fuera de la Ley, en contra de los derechos humanos y de las mujeres.
Al comienzo de la narración, nos encontramos con la única sobreviviente de las cuatro hermanas, Dedé Mirabal. Esto ya nos muestra la ausencia de las otras tres, y poco a poco conoceremos cómo habían sido de niñas y de jóvenes, cómo se enfrentaron con la injusticia de su entorno y quisieron hacer algo para revertir esa situación. Y cómo, finalmente, la muerte les alcanza como castigo de la mano de un dictador.
Rafael Trujillo como símbolo de la violencia
Por su parte, el dictador Rafael Trujillo, que fue asesinado en el año 1961, estuvo 31 años en un poder tomado por la fuerza. Su figura, tanto dentro de la novela como en la realidad externa, funciona como símbolo máximo de la violencia política. Su objetivo era imponer un régimen totalitario que no dejara margen de reflexión, de acción libre ni de respeto por los seres humanos y sus pensamientos.
Todos los hechos de la novela se vinculan de un modo u otro con esta figura político-militar. Las decisiones que toman los personajes giran en torno a las limitaciones e injusticias impuestas por el régimen. De no ser por esta persona, las hermanas Mirabal habrían tenido una vida intelectual y familiar digna de su sensibilidad e inteligencia.