Alejandro Casona, seudónimo de Alejandro Rodríguez Álvarez, nace el 23 de marzo de 1903 en el pueblo de Besullo, Asturias, España. Es hijo de maestros. Estudia Filosofía y Letras en las universidades de Oviedo y Murcia. En 1922 entra en la Escuela Superior de Magisterio de Madrid para estudiar la profesión de maestro. En 1928 es destinado como inspector de enseñanza primaria al pueblo de Les (Lérida). Allí funda el teatro infantil "El Pájaro Pinto” con los chicos de la escuela, y se casa en San Sebastián con Rosalía Martín Bravo, compañera de estudios de Madrid.
En 1931 se proclama la II República de España. Casona entra a trabajar en la Inspección Provincial de Madrid, donde fija su residencia hasta el comienzo de la Guerra Civil. En 1933, el recién creado Patronato de Misiones Pedagógicas le asigna el cargo de director del Teatro del Pueblo. A partir de ese momento, comienza a escribir sin cesar obras teatrales, y publica dos antologías de poesía: El peregrino de la barba florida (1926) y La flauta del sapo (1930). En 1934 recibe el premio Lope de Vega por su primer gran obra, la comedia La sirena varada, que se estrena en el Teatro Español con un éxito clamoroso. También gana el Premio Nacional de Literatura por su libro de prosas infantiles Flor de leyendas. Un año más tarde, estrena en Barcelona Nuestra Natacha, obra destacada en la que cruza la crítica social con sus conocimientos sobre pedagogía.
En 1936 estalla la Guerra Civil Española. Alejandro Casona, miembro del gobierno, queda del lado de los republicanos. Todavía al frente del Teatro del Pueblo, representa obras en hospitales para heridos. Sin embargo, viendo la evolución de la guerra, se termina resguardando en Francia. Una vez que la Cruz Roja Internacional puede sacar del país a su esposa e hijos, decide exiliarse en América. Luego de vivir un tiempo en México, y tras un éxodo por Costa Rica, Venezuela, Perú, Colombia y Cuba, se establece finalmente en Buenos Aires, Argentina, en 1939. Fuera de España estrena el cuerpo central de su obra, en el que Casona desarrolla en profundidad su estilo teatral. De este período son Prohibido suicidarse en primavera, La dama del alba, La barca sin pescador y La tercera palabra, entre otras. Los árboles mueren de pie, estrenada en 1949, es un éxito clamoroso y será representada ininterrumpidamente hasta 1952.
Luego de una vida de exilio, en 1963 regresa a España. Tras veinticinco años de vivir afuera, Alejandro Casona ya era un autor consagrado que volvía a su país en un contexto de cierta apertura de la dictadura de Francisco Franco. Allí estrena en 1964 una obra sobre el escritor español Quevedo, El caballero de las espuelas de oro. La crítica española no es tan favorable. Esto se debe, en parte, a que su teatro ha quedado lejos de las obras modernas inauguradas en Europa a partir de la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, la crítica joven ve en la pieza un teatro de signo conservador, que es aprovechado por el gobierno para legitimar la dictadura. Casona muere en Madrid al poco tiempo, el 17 de septiembre de 1965.
La producción teatral de Alejandro Casona suele encuadrarse dentro de los autores de la Generación del ’27 en España, si bien su producción es un poco más tardía. Esto se debe a la gran influencia que ejerce sobre él el teatro de Federico García Lorca y su trabajo como director del Teatro de Pueblo durante la II República. Su estilo está marcado también por el teatro de Luigi Pirandello, conocido por la utilización del metateatro dentro de sus obras. La crítica ha considerado sus dramas como un “teatro poético”, donde Casona elabora sus teorías sobre la relación entre la fantasía y la vida real. Dentro de sus temas frecuentes, se encuentran conflicto entre la realidad y la fantasía, la evasión a un mundo poético mejor, la búsqueda de la felicidad y la fuerza redentora del amor. Salvo por su obra Nuestra Natacha, se ha considerado que sus obras son “escapistas” y con poco contenido de crítica social. Esta perspectiva está fuertemente influida por los críticos españoles jóvenes de la década del 60’, que vieron en Casona a un autor conservador que volvía a su tierra para legitimar al régimen franquista. Sin embargo, cierta crítica reciente ha resaltado el contenido de crítica social dentro de su obra y los elementos alegóricos a la Guerra Civil y su amargo exilio.
Hoy en día, gran parte de los estudios recientes se concentra en su obra temprana como pedagogo y director de Teatro del Pueblo. Sus obras son ampliamente representadas en Hispanoamérica y muchas de ellas son consideradas clásicos del género.
Los árboles mueren de pie es una obra teatral del dramaturgo español Alejandro Casona. Fue estrenada en Buenos Aires, Argentina, en 1949. Se trata de una de sus obras más reconocidas y representadas. Presenta una organización clandestina que...
