Domingo Faustino Sarmiento nace el 15 de febrero de 1811 en San Juan, a un año de la Revolución de Mayo de 1810 que dio inicio al proceso de emancipación de las Provincias Unidas del Río de la Plata del dominio español, territorio actual de la República Argentina.
En 1821 aplica a una beca para ingresar al Colegio de Ciencias Morales en Buenos Aires, pero su solicitud no es concedida. Este rechazo es un suceso importante en la vida de Sarmiento, porque al no poder continuar su educación en la capital porteña, el sanjuanino tendrá que valerse de su autodidactismo para labrarse un lugar entre las figuras importantes del país. Entre quienes lo ayudaron en su formación, en su autobiografía Sarmiento destaca al presbítero don José de Oro, su tío, como su maestro y mentor.
En el conflicto entre unitarios y federales –dos bandos políticos que se disputan el poder durante las primeras décadas posteriores a la independencia–, Sarmiento primero es reclutado por el ejército federal en 1827, pero termina en prisión por desacato. Luego se une a las filas de José María Paz y, a partir de entonces, tomará partido por la causa unitaria. Cuando en 1831 los federales toman el poder en su provincia, Sarmiento se ve obligado a exiliarse en Chile. Allí toma distintos oficios, entre ellos, el de minero, actividad que desempeña cuando contrae fiebre tifoidea, motivo por el cual le permiten volver a la Argentina en 1836.
En 1837, en la librería de Marcos Sastre de Buenos Aries, se llevan a cabo las reuniones del Salón Literario, encabezadas por Esteban Echeverría e integradas por Juan María Gutiérrez, Juan Bautista Alberdi y otras figuras de la denominada Generación del 37. Sarmiento, desde San Juan, funda en 1838 una Sociedad Literaria filial de la Asociación de Mayo, organización clandestina también liderada por Echeverría, cuyo objetivo es luchar contra el gobierno federal de Juan Manuel de Rosas. Al año siguiente, Sarmiento, quien ya se había desempeñado como maestro en Chile, funda un instituto secundario para mujeres y también crea el periódico El Zonda, en donde vuelca sus críticas al gobierno de Rosas. La enseñanza y el periodismo son dos constantes de su carrera intelectual y política.
A fines de 1840, Sarmiento se ve obligado nuevamente a exiliarse en Chile, perseguido por el grupo de choque de Rosas, la Mazorca. Aquí comienza un período de mucha actividad en la prensa y en los debates públicos que se generan entre intelectuales chilenos y emigrados argentinos, donde discute temas como la lengua y el romanticismo. Sarmiento escribe para los periódicos El Mercurio, El Heraldo Nacional y El Nacional, y en 1842 funda El Progreso. Ese mismo año, el ministro de Instrucción Pública, Manuel Montt, lo designa como director de la Escuela Normal de Preceptores, y también se lo nombra miembro fundador de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Cuestionado por algunos que buscaban difamar su nombre, Sarmiento escribe en 1843 su primera autobiografía, Mi Defensa.
En 1845, Sarmiento empieza a publicar por entregas, en la sección de folletín del El Progreso, la historia de vida de Juan Facundo Quiroga, caudillo riojano muerto diez años antes, en quien Sarmiento halla la encarnación paradigmática del pueblo argentino, y que le permite explicar la situación presente del país y la influencia que en él tiene Rosas. Ese mismo año publica en formato libro Civilización y barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga. Si bien lo que hoy se conoce, simplemente, como el Facundo recibe duras críticas por parte de sus contemporáneos, con el paso del tiempo se convierte en la obra que consagra a Sarmiento como uno de los más grandes escritores de la literatura argentina.
Aquel año, Manuel Montt le encarga el estudio de los sistemas educativos de Europa y Estados Unidos, por lo que Sarmiento se embarca en un viaje que dura hasta 1848. Producto de este viaje son los libros Viajes por Europa, África y América, publicado en dos tomos en 1849 y 1851, y De la educación popular de 1849.
De regreso en Chile, Sarmiento se casa con Benita Agustina Martínez Pastoriza y adopta a su hijo, “Dominguito” Fidel. Al año se separa. En 1850 escribe otra autobiografía con la que busca reivindicar su figura ante los ataques del rosismo, Recuerdos de Provincia. Ese año también publica Argirópolis, en donde concibe un proyecto de ciudad para los Estados Confederados del Río de la Plata.
En 1851, Sarmiento vuelve a la Argentina y se une al Ejército Grande comandado por Justo José de Urquiza. Al año siguiente logran vencer al ejército de la Confederación Argentina en la Batalla de Caseros, victoria que marca la caída del gobierno de Rosas. La experiencia de Sarmiento en el ejército y sus conflictos con Urquiza aparecen en Campaña del Ejército Grande, de 1852.
Sarmiento tiene varios cargos gubernamentales en Buenos Aires hasta llegar al cargo de Ministro de gobierno durante la presidencia de Bartolomé Mitre. Luego, en 1862, es designado gobernador de San Juan, cargo en el que se ocupa de mejorar las condiciones educativas de su provincia natal, inaugurando nuevas escuelas y estableciendo la educación pública, gratuita y obligatoria. Durante el ejercicio de sus funciones, manda a perseguir y a ejecutar a Chacho Peñaloza. En 1865, después de renunciar al cargo de gobernador, escribe El Chacho, donde justifica su accionar contra el que llama el último caudillo de la montonera argentina.
En 1868 Sarmiento se encuentra en Estados Unidos cumpliendo una misión diplomática cuando es electo como presidente de la Nación Argentina, cargo en el que se desempeña hasta 1874. Durante su mandato, trajo maestras del país norteamericano, creó las primeras escuelas normales, se inauguraron alrededor de 800 instituciones educativas y la población escolar alcanzo el número de 110.000 alumnos y alumnas. Otro aporte significativo de su mandato fue el fortalecimiento de la comunicación, mediante la construcción de un ferrocarril trasandino y de puertos, el tendido de 5.000 km de líneas telegráficas y la creación del Banco Nacional.
Durante sus últimos años de vida, ocupa los cargos de senador nacional por la provincia de San Juan, ministro de Interior y Superintendente de Escuelas. Los últimos libros que publica son Conflicto y armonías de las razas en América (1884) y Vida de Dominguito (1886), este último acerca de su hijo adoptivo, que muere en la Guerra del Paraguay. Siguiendo con su actividad periodística, en 1885 funda el diario El Censor. Deteriorado de salud, Sarmiento viaja a Asunción del Paraguay para intentar reponerse, pero muere en 1888, a los 77 años. En conmemoración a su muerte, el 11 de septiembre se celebra en Argentina el Día del Maestro. Sus Obras completas, publicadas en 53 tomos, fueron editadas por Manuel Montt y por su nieto Augusto Belin Sarmiento entre 1885 y 1903.