Don Juan Manuel nace en 1282 en Escalona, Toledo. Es el segundo hijo del Infante don Manuel de Castilla, hermano del rey Alfonso X el Sabio, y de doña Beatriz de Saboya. Después de la muerte de su padre en 1284 y de su madre en 1290, el rey Sancho IV se convierte en su tutor. Aunque no hereda el título de su padre, que le corresponde al hijo mayor, Don Juan hace el mayor esfuerzo por destacar dentro de la nobleza y se ve implicado dentro de las luchas dinásticas por el poder. De su tío Alfonso el Sabio hereda el interés por la cultura y la afición por la lectura y la escritura.
En 1299 se casa con la Infanta de Mallorca doña Isabel, que muere dos años después. En 1303, pide al rey Jaime II de Aragón la mano de su hija de 6 años, con la que se casa cuando esta cumple 12. A cambio, don Juan Manuel acepta a Jaime II como rey de Murcia y promete permanecer neutral en el caso de un conflicto bélico entre Castilla y Aragón, por lo que se gana el odio de Fernando IV de Castilla, hasta que los dos reinos establecen las paces en 1304.
Con la muerte de Fernando IV en 1312, don Juan Manuel ve la oportunidad de convertirse en corregente de Castilla y de León mientras el rey Alfonso XI es menor de edad, lo que ocurre en 1319. En esta función interviene en los negocios castellanos hasta que el mismo rey Alfonso XI le obliga a declinar la regencia. Es entonces cuando don Juan Manuel intenta casar a su hija Constanza con el rey, convenio que se sanciona en las Cortes de Valladolid en 1325, pero que nunca se concreta. Esto lleva a que don Juan Manuel se enemiste y le declare la guerra al monarca, lo que hace aliándose con el rey moro de Granada. El conflicto se resuelve con la reconciliación de ambas partes, por la que don Juan Manuel recupera sus privilegios, obtiene el cargo de adelantado de Murcia y acuerda el matrimonio entre su hija y el hijo del rey Alfonso. Después de fallecer su segunda mujer, se casa en terceras nupcias con doña Blanca Núñez de Lara. De este matrimonio surge su hijo Fernando, para quien también arregla una boda de conveniencia con una nieta de Jaime II.
En su primer período de producción literaria, don Juan Manuel escribe El libro de Caballería (1325) –código de la orden de Caballería– y el Libro del caballero y del escudero (1326-1328) –diálogo entre un caballero y su escudero. Entre 1329 y 1335 se aleja de las intrigas políticas y se concentra en el desarrollo de su actividad literaria, ignorando las críticas de quienes cuestionan este quehacer en un noble de alto rango como él. Se pueden datar de este período obras como el Libro de los estados o del infante (1327-1332) –diálogos sobre educación mundana y religión–, el Libro de los ejemplos del Conde Lucanor y de Patronio (1330-1340), la Crónica abreviada (1337) –resumen de una de las versiones de la historia de España de Alfonso X el Sabio– y el Libro de la caza (1337) –un tratado de cetrería–. De una etapa tardía son el Libro infinito o de castigos y consejos (1342) –obra dedicada a la educación de su hijo–, el Libro de las armas o de las tres razones (1342) –en el que recrea episodios históricos vinculados con su linaje– y el Tratado sobre la Asunción (posterior a 1342) –exaltación a la Virgen María–. A pesar de que don Juan Manuel deposita sus obras para su conservación en el convento de los frailes Predicadores de Peñafiel, una parte de esta se encuentra extraviada de forma parcial o total; tal es el caso de Crónica cumplida –solo se conserva el título–, el Libro de los sabios –obra perdida sobre una disputa entre tres religiones–, el Libro de los ingenios o de las máquinas de guerra –tratado de armas–, el Libro de los cantares o cantigas –colección de poemas– y Reglas o maneras de trovar –manual de retórica–.
La obra de don Juan Manuel se caracteriza por tener un fin principalmente didáctico. Esto explica por qué está escrita en romance, el idioma común a sus contemporáneos del que surge el español actual, y no en latín, la lengua de los eruditos. Al escribir en una lengua accesible para todos los estratos sociales, continúa la labor cultural emprendida por su tío Alfonso el Sabio. Su obra también contiene un fuerte componente autobiográfico, por el cual don Juan Manuel expresa sus críticas a la política y sociedad cortesana de aquel entonces.
Don Juan Manuel pasa la última parte de su vida en Murcia y muere en Córdoba en 1348, siendo uno de los hombres más ricos y poderosos de su tiempo. Sus restos son sepultados en el convento de San Pablo de Peñafiel, que él había fundado. Es considerado uno de los más grandes escritores de prosa medieval de ficción de la Literatura española.