Eugenio Cambaceres nace en Buenos Aires el 24 de febrero de 1843. Es hijo de Rufina Alais, una argentina de ascendencia inglesa, y de un químico francés que se establece en el país hacia 1833 y que, mediante inversiones, acumula una considerable fortuna en tierras.
Cursa sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires y se gradúa como abogado en la Universidad de Buenos Aires. En 1870 inicia su carrera política al asumir una banca como legislador. En la Convención de 1871 genera polémica con un discurso a favor de la separación entre la Iglesia y el Estado. También ocupa un cargo directivo en el Club del Progreso, un prestigioso club de caballeros de Buenos Aires, del que llega a ser vicepresidente en 1873.
En 1876 se ve envuelto en un escándalo amoroso con una cantante de ópera del Teatro Colón que está casada. Al ser descubiertos por el esposo de la mujer, Cambaceres es retado a duelo. Aunque este no se concreta, el episodio lo aleja de la vida política, a pesar de ser reelegido como diputado nacional.
A partir de entonces, se dedica por completo a la literatura. Es uno de los primeros escritores argentinos en incorporar el naturalismo, influenciado por autores franceses como Émile Zola y los hermanos Goncourt. Sus dos primeras novelas, Pot-pourri. Silbidos de un vago (1882) y Música sentimental (1884), causan controversia por tratar temas como las relaciones extramatrimoniales.
En 1885 publica Sin rumbo, una novela centrada en un protagonista apático con conflictos de índole sexual. Dos años más tarde, en 1887, publica En la sangre, que narra la historia de un hijo de inmigrantes italianos criado en un entorno de miseria y avaricia. A través de esta obra, Cambaceres expresa las inquietudes de la élite dirigente frente a los cambios sociales provocados por la inmigración masiva.
En octubre de 1887 es designado delegado interino para construir el Pabellón Argentino en la Exposición Universal de 1889 en París. Ese mismo año se casa con Luisa Bacicchi, con quien tiene una única hija, Rufina. Sin embargo, un agravamiento de su afección pulmonar lo obliga a regresar a Buenos Aires antes de la inauguración oficial de la exposición.
Muere en Buenos Aires el 14 de junio de 1889, a los 46 años, sin llegar a ver concluido el resultado de sus gestiones en París. Su hija Rufina fallece de un síncope pocos años después, en 1902.
Aunque su obra fue recibida con escándalo y polémica en su tiempo, Cambaceres es reconocido hoy como un autor clave en la consolidación de una narrativa moderna en la literatura argentina. Su escritura ofrece una mirada crítica sobre la hipocresía social, los valores de la élite porteña y las tensiones que despiertan las transformaciones que presencia el país a fines de siglo XIX.