En la sangre, de Eugenio Cambaceres, se publica por primera vez como folletín en el diario Sud-América entre el 12 de septiembre y el 10 de noviembre de 1887, y luego como libro ese año. Es una obra que se presenta como novela de tesis cuyo propósito es demostrar teorías sociales positivistas. De esta manera, aborda problemáticas vinculadas con la inmigración y los cambios sociales que atraviesa la Argentina a fines de siglo XIX.
La novela se inscribe en la corriente del naturalismo, una vertiente del realismo que busca reproducir la realidad con objetividad documental, presentándose como una verdad científica. En este marco, el autor actúa sobre su obra como un científico sobre su objeto de estudio. La novela de Cambaceres incorpora rasgos característicos de este género: la representación de los bajos fondos y de personajes degradados, como el protagonista Genaro, hijo de inmigrantes italianos; la creencia en el determinismo del medio y en las leyes de la herencia, que explican su conducta y lo degradan como ser humano; el uso de la observación directa como recurso explicativo; una trama simple y lineal, que evita ambigüedades, y un narrador omnisciente en tercera persona que, bajo una supuesta impersonalidad, reproduce los sesgos de su época.
El narrador de En la sangre utiliza a Genaro como un tipo representativo de la clase inmigratoria. Mediante el estilo indirecto libre, pone en boca del personaje la ideología positivista de la élite intelectual y de la clase dirigente, reforzando la idea de su debilidad y perversión orgánicas. Esta visión se articula con el positivismo del siglo XIX, que se caracteriza por su confianza en un progreso basado en la razón y el conocimiento científico, y por la aplicación de métodos de las ciencias naturales para estudiar al ser humano y la sociedad. Desde la perspectiva positivista, se concibe la realidad material como regida por leyes absolutas y accesible mediante el método científico (ver sección “En la sangre y el positivismo argentino”).
En la sangre, última novela de Cambaceres, el autor consolidó su posición en el naturalismo argentino y representó un giro en su obra al centrarse en los inmigrantes y los sectores bajos más que en la élite criolla, en la que se centran sus obras anteriores. Su difusión como folletín y libro permitió que el relato de Genaro actuara como advertencia para la clase dominante sobre los riesgos que, desde la perspectiva positivista del autor, implicaba la astucia y la corrupción de los nuevos grupos sociales. La novela cerró su carrera literaria reafirmando su interés en analizar la sociedad con rigor naturalista y su capacidad para impactar en el debate cultural de la época.
