Genero
Novela de tesis (realismo naturalista).
Configuración y Contexto
La historia se desarrolla en Buenos Aires a fines del siglo XIX. La novela aborda las problemáticas vinculadas con la inmigración masiva y los cambios sociales de la época. Lugares específicos incluyen el conventillo de la calle San Juan, el Club del Progreso y el Teatro Colón.
Narrador y Punto de Vista
El narrador es omnisciente en tercera persona. Utiliza frecuentemente el estilo indirecto libre para fusionar su voz con el pensamiento de los personajes, especialmente el de Genaro, a quien lo hace reproducir los sesgos positivistas de la época.
Tono y Estado de Ánimo
El tono general es crítico y despectivo, sostenido por una perspectiva determinista que presenta a Genaro como inevitablemente degradado. Predominan la advertencia y el pesimismo, ya que la narración gira constantemente en torno a la amenaza que representa el hijo del inmigrante para los sectores privilegiados de la sociedad porteña, reforzando así una atmósfera de tensión y desconfianza.
Protagonista y Antagonista
El protagonista es Genaro Piazza, hijo de inmigrantes italianos que ambiciona ascender socialmente mediante astucias y atajos, despreciando sus orígenes y convirtiendo su resentimiento en motor de acción. No hay un personaje antagonista, pero el personaje se enfrenta, por un lado, con la élite criolla y la sociedad porteña, que lo discriminan por su origen humilde, alimentando su odio y resentimiento; y, por otro lado, con su propia herencia biológica y el conexto en el que crece, que lo condenan a la mediocridad intelectual y la corrupción moral.
Conflicto Principal
El conflicto central de 'En la sangre' gira en torno a la lucha de Genaro por ascender socialmente y a su enfrentamiento, tanto con las barreras impuestas por la élite criolla como con sus propias limitaciones cognitivas para alcanzar sus objetivos por mérito propio. En la medida en que logra sortear estos obstáculos mediante la simulación y el engaño, Genaro se va degradando moralmente, hasta cometer actos cada vez más inmorales y criminales.
Climax
El clímax se construye en dos momentos de gran tensión. La violación de Máxima en el Teatro Colón por parte de Genaro marca un punto de no retorno: sella su destino con el embarazo y la obliga a ligarse a Genaro mediante el matrimonio. Sin embargo, es en la confrontación final –cuando Genaro insulta, golpea y amenaza de muerte a su esposa– donde se condensa la degradación moral absoluta del protagonista y el fracaso total de la élite, que termina exponiendo a su hija a la brutalidad y al engaño.
Presagio
Desde el inicio, la descripción del padre de Genaro, un inmigrante degradado, y las condiciones del conventillo donde el protagonista crece anticipan su naturaleza y su destino, sugiriendo una herencia ineludible. El robo de la bolilla en la universidad también anticipa un modo de actuar que lo acompañará siempre: el engaño, la simulación y el desprecio por todo esfuerzo genuino.
Atenuación
El momento de la violación de Máxima se narra con atenuación, de modo que el lector infiera la atrocidad del hecho: "Crujieron los elásticos, hubo un rumor sordo y confuso, un ruido ahogado de lucha, luego un silencio" (120).
Alusiones
La obra contiene numerosas alusiones culturales reconocibles en la Argentina del siglo XIX. Además de situar la acción en espacios emblemáticos de Buenos Aires, como el Teatro Colón, menciona figuras políticas e históricas que anclan la narrativa en un marco social concreto. Por ejemplo, aparece el busto de Bernardino Rivadavia en la universidad y se señala que el padre de Máxima había sido “perseguido por [Juan Manuel de] Rosas” y “antiguo oficial de Lavalle” (211), lo que marca su pertenencia al partido unitario y refuerza su identidad como miembro de la élite criolla.
Imágenes
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Paradoja
N/A
Paralelismo
Además del paralelismo entre Genaro y su padre –reforzado por la misma forma de animalizarlos (“resignación de buey” para Don Esteban, 51, y “tesón de buey” para Genaro, 75)–, la novela establece un paralelismo entre la madre de Genaro y Máxima, ambas ilusionadas con que sus hijos alcancen una posición importante. Este doble espejo sugiere que el hijo de Genaro –a su vez, “el hijo del tachero”– podría repetir el destino de su progenitor y heredar las mismas inclinaciones a la perversión moral, prolongando así el ciclo que la novela presenta como inevitable.
Metonimia y Sinecdoque
Cuando el narrador describe el odio que siente Genaro al ser reconocido como el hijo del tachero –oficio que se le fijaría como apodo– utilizando el estilo indirecto libre, se dice que Genaro le habría impuesto “mil muertes que mil veces sufriera lo que él sufría” (73). Aquí, “mil muertes” no significa literalmente matar mil veces, sino infligir torturas y sufrimientos extremos, prolongados e intensos. Es decir, el narrador emplea “muertes” como metonimia para referirse al dolor o castigo en grado máximo.
Personificación
Hay varios momentos de personificación en la novela, especialmente porque refuerzan la idea de que Genaro es poseído por sus condiciones genéticas, como si estas tuvieran voluntad propia. Por ejemplo, cuando Genaro participa en un debate en la universidad, siente que "un extraño e inexplicable topor" lo domina, impidiéndole responder, pero su instinto biológico, como un agente vivo, viene en su ayuda: "Acaso había acudido en su auxilio, había llegado a prestarle una ayuda salvadora esa sagacidad hereditaria, innata en él y que era como el refugio supremo de su espíritu, como un agente extraño y misterioso que gobernara sus actos..." (77).