Luis de Góngora y Argote nace en 1561, en Córdoba, España, en el seno de una familia bien posicionada económica y socialmente. Su padre, don Francisco de Argote, es juez de bienes confiscados por el Santo Oficio; su madre, Leonor de Góngora, es una dama de la nobleza.
Luis estudia en la Universidad de Salamanca, donde llama tempranamente la atención por sus dotes poéticas. En 1575 se convierte en canónigo de la catedral cordobesa. Sin embargo, rápidamente tiene problemas en el ejercicio de esta función, ya que comienza a componer versos satíricos y a tener otras actividades que fueron consideradas profanas.
A partir de 1589, viaja en comisiones religiosas por distintas zonas de España: Navarra, Andalucía y Castilla. Durante dichos viajes compone una gran cantidad de sonetos, letrillas y romances. En su corta estancia en la Corte de Valladolid, se enemista con Francisco de Quevedo. Esta famosa enemistad, alimentada por poemas satíricos de ambas partes, durará hasta el final de sus días.
Entre 1610 y 1611 escribe la Oda a la toma de Larache. En 1613, escribe el Polifemo y divulga en la corte su poema más ambicioso (aunque inconcluso): Soledades. Este poema desata una gran polémica a causa de su cripticismo y la referencia constante y oscura a temas cultos. Se considera que, con su poema Soledades, Góngora inventa el culteranismo, tradición poética que se destaca por el uso de un vocabulario culto y por sus referencias constantes al arte clásico. A partir de la publicación de dicho poema, Góngora adquiere fama entre los poetas y, de hecho, se convierte en un referente para los llamados “poetas culteranos”. Entre estos se destacan Gabriel Bocángel y Sor Juana Inés de la Cruz. Ahora bien, Soledades también le vale un gran número de detractores. Entre ellos, se destaca, por supuesto, Francisco de Quevedo, que adhiere al conceptismo (corriente opuesta al culteranismo), y Lope de Vega, que es un clasicista.
Con el paso de los años su fama no deja de incrementarse. Tanto es así que, en 1617, Felipe III lo nombra capellán. Entonces, Góngora se traslada a Madrid y vive en la corte hasta 1626. En el transcurso de esos años, sin embargo, Góngora se va sumiendo en la pobreza, y debe rebuscárselas para conseguirles cargos a sus familiares y así encontrar una forma de subsistir.
En 1627, Góngora sufre una pérdida de la memoria y se traslada a su Córdoba natal. Allí, a sus 65 años, muere de una apoplejía en medio de una extrema pobreza. Sus restos se encuentran en la Gran mezquita de Córdoba.
Luis de Góngora escribe Soledades en el año 1613. Se trata de un poema narrativo compuesto en versos heptasílabos y endecasílabos.
Soledades consta de dos partes llamadas “Soledad primera” y “Soledad segunda”, aunque el autor había planeado que...
El soneto CLXVI, del poeta barroco Luis de Góngora (1561-1627), es uno de los más conocidos y admirados de su producción. Data del año 1582 y, en realidad, no posee título. Se suele aludir a él por su primer verso: "Mientras por competir con tu...
