El color verde (símbolo)
El vestido verde de Briony simboliza su inocencia, mientras que los campos verdes representan la posibilidad de una nueva vida después de la guerra. Briony lleva el vestido por primera vez cuando tiene trece años, y sirve para ilustrar su inocencia e ingenuidad. El vestido sirve para mostrar que Briony es todavía una niña, y que aún no es consciente de las complejidades de la edad adulta. Esto queda ilustrado por la forma en que Briony reacciona ante la presencia de Robbie cuando lleva puesto el vestido. Se sonroja y se siente avergonzada, lo que demuestra que es consciente de su sexualidad, pero aún no sabe cómo manejarla.
El verde también se asocia a menudo con la naturaleza; representa la posibilidad de un nuevo comienzo. Simboliza la esperanza de Briony de restablecer la amistad entre ella y Cecilia. Los verdes campos de la campiña representan la esperanza de un futuro mejor para las dos hermanas y para el país en general.
El agua (símbolo)
La fuente del jardín de la familia Tallis representa la renovación y el renacimiento, mientras que el estanque representa la oscuridad de la culpa y la complicidad. Literalmente, el agua se utiliza a menudo para limpiar y curar heridas, tanto físicas como emocionales. Simbólicamente, representa el poder purificador del perdón y la redención. El agua también nos recuerda las consecuencias de nuestros actos, ya que puede traer vida o destrucción, dependiendo de cómo la utilicemos. El estanque simboliza la culpa y el remordimiento que siente Briony tras acusar falsamente de violación al amante de su hermana mayor. También simboliza la incapacidad de Briony para enmendar su error. Cada vez que pasa por delante del estanque y ve cómo sus acciones han afectado a su familia y a la gente que les rodea, Briony recuerda constantemente su culpa y remordimiento. Sirve para recordar a Briony el poder de su imaginación y cómo puede crear y destruir.
Las memorias (símbolo)
Las memorias son un símbolo de redención, ya que Briony finalmente encuentra el valor para escribir la verdad y afrontar las consecuencias de sus actos. Briony escribe la historia sobre Cecilia y Robbie, expresando su arrepentimiento por el terrible error que cometió de niña y que les causó tanto sufrimiento. La historia es un símbolo del intento de Briony de enmendar sus errores y de su deseo de expiarlos. Sirve de catalizador para el clímax y la resolución de la novela, ya que es la clave para desvelar los secretos del pasado y permitir que los personajes sigan adelante. Es una forma de que Briony encuentre algo de paz y resolución en su vida y se perdone a sí misma por sus errores. Al final, las memorias sirven a Briony para recordar la importancia de la expiación.
Naturaleza (motivo)
Este motivo se utiliza para acentuar el ambiente de la historia y servir de telón de fondo a las emociones y experiencias de los personajes. La naturaleza se utiliza para crear una sensación de inocencia, belleza y tranquilidad, pero también para evocar tristeza, amargura y desesperación. La naturaleza orgánica del entorno, como los árboles, los campos y el cielo, se utiliza para transmitir la naturaleza cíclica de la vida, así como para subrayar la importancia del individuo en el gran esquema de las cosas. La naturaleza también se utiliza para representar el poder de la naturaleza para curar y nutrir, pero también el poder de la naturaleza para destruir y quitar.
Redención (motivo)
La novela sigue a Briony en su intento de hacer penitencia y redimirse por sus malas acciones. A través de su viaje, se nos muestra que la redención es posible y que incluso los errores aparentemente más imperdonables pueden ser perdonados. La culpa de Briony es la fuerza motriz de la novela y el motivo de la redención se explora a lo largo de la narración. Al final, Briony consigue redimirse aceptando las consecuencias de sus actos. Reconoce sus errores y se esfuerza por hacer las cosas bien, aunque eso signifique sacrificar su felicidad y su reputación. En el proceso, Briony también aprende a perdonarse a sí misma y a aceptar sus defectos.
