“La dama del perrito” es uno de los relatos más aclamados, tanto por la crítica como por el público, del escritor ruso Antón Chéjov. Lo escribe en 1899, en Yalta, una ciudad costera construida en torno a un puerto, a la que se muda con el objetivo de aliviar los síntomas de la tuberculosis, enfermedad que le habían diagnosticado hacía ya varios años y que acabaría con su vida poco tiempo después.
El cuento, que toma a la misma ciudad como primer escenario, deja traslucir la gran capacidad de Chéjov a la hora de evocar paisajes precisos y reconocibles a través de descripciones breves y sugerentes; esa capacidad, como bien menciona el aclamado Vladimir Nabokov, “de sugerir el ambiente mediante los detalles de paisaje más concisos”, y que lleva a “todo el que haya vivido en Yalta a reconocer con cuánta exactitud retratan esas palabras la impresión de sus atardeceres de verano” (1981: 280).
La enfermedad de Chéjov y su periodo de convalecencia en Yalta no son las únicas influencias destacadas en este texto. Después de evitar el matrimonio durante la mayor parte de su vida, Chéjov se enamora de la actriz Olga Knipper, quien trabaja en la compañía teatral que escenifica sus obras. Esta historia se escribe dos años antes de que contraigan matrimonio. Por esta razón, la crítica ha establecido paralelismos entre Gúrov, el protagonista del cuento, y el propio Chéjov. De hecho, el biógrafo Philip Callow señala la similitud en la edad de ambos, ya que el autor escribe el cuento a los treinta y nueve años, mientras que Gúrov se acerca a los cuarenta en esta historia. Ambos hombres descubren la ternura y el amor habiendo alcanzado una edad madura. Para Chéjov, quizá, demasiado tarde.
Cabe mencionar que esta obra ha sido considerada una respuesta o contrapartida de Chéjov de Anna Karenina, una de las novelas más famosas del ruso León Tolstói, quien años después llega a entablar una importante amistad con Chéjov. El hecho de que las protagonistas femeninas de ambas historias se llamen Anna apoya la hipótesis de la relación. Cabe mencionar que ambas historias se centran en las relaciones adúlteras de sus protagonistas, pero, mientras que la obra de Tolstói ofrece una mirada moralizante sobre el vínculo, Chéjov parece comprender los motivos que llevan a sus personajes a la infidelidad.
“La dama del perrito” se publica por primera vez en la revista Rússkaya Mysl. Desde entonces, se incorpora a distintas colecciones de relatos del autor. Recibe, además, dos adaptaciones cinematográficas: la película rusa homónima dirigida por Josef Heifitz y estrenada en 1960, y la película Ojos negros, de 1987, dirigida por Nikita Mijalkov.