La marca en la pared

La marca en la pared Símbolos, Alegoría y Motivos

La Tabla de Precedencia de Whitaker (Símbolo)

La Tabla de Precedencias de Whitaker es un texto británico que establece un orden jerárquico de personalidades políticas y religiosas de género masculino. En "La marca en la pared", la Tabla de Precedencias de Whitaker es un símbolo de la visión masculina del mundo, que pretende ordenar, dominar el conocimiento y jerarquizar la vida social. También representa la visión bíblica, que se adjudica la verdad incuestionable sobre el orden natural de las cosas. La narradora le da una fuerte connotación negativa como símbolo de aquellas cosas que la frustran y entristecen. De esta forma, La Tabla de Precedencias de Whitaker funciona como el opuesto simbólico del árbol y representa el orden humano -y masculino- del mundo.

El árbol (Símbolo)

En "La marca en la pared", el árbol es un símbolo de la multiplicidad y complejidad de vida, representada a través de las ramas que crecen diversas y por fuera de un orden jerárquico. En este sentido, el árbol es el opuesto simbólico de la Tabla de Precedencias de Whitaker, y representa el orden natural de las cosas.

El espejo (Símbolo)

El espejo funciona como símbolo de la tradición de la literatura de ficción en su búsqueda de representar la realidad. En "La marca en la pared", la narradora hace una crítica literaria, acusando a los escritores victorianos por la simplicidad de representar un único reflejo de la realidad, cuando la escritura debería buscar la infinidad de reflejos que la enriquecen.

La miniatura (Símbolo)

La miniatura se utiliza como símbolo del fracaso de la autenticidad frente a la imposición de las convenciones sociales. Cuando la narradora teoriza que la marca puede tratarse de un clavo puesto por los anteriores habitantes de la casa, conjetura que de aquel clavo seguro había pendido una miniatura ornamental. Al pensar esto, la narradora descarta la idea de que la decoración haya sido un retrato e indica, en cambio, que debió haber sido una "miniatura de una dama con rizos blancos empolvados, mejillas empolvadas y labios como claveles rojos" (p. 8). La descripción de la miniatura coincide con un ornamento estético convencional de la época, con lo que la narradora intenta destacar que la familia anterior debió de estar más preocupada por las apariencias que motivada por un auténtico interés estético.

La flor (Símbolo)

En "La marca en la pared", la flor es un símbolo de la vida. En una de sus reflexiones sobre la vida, la narradora detalla la imagen de una flor que se abre como representación del inicio de la vida. A su vez, la flor simboliza el placer por lo bello y el goce estético. En esa misma descripción se expresa el gran sentimiento de admiración que siente la narradora ante la maravilla de la creación que es una flor abriéndose por primera vez.

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