La literatura del absurdo hace referencia a un conjunto de obras en las que se combinan elementos del surrealismo y de la corriente filosófica del existencialismo para crear historias en las que se reflexiona con ironía sobre determinadas problemáticas sociales y cuestiones de la existencia humana. Esta forma de literatura aparece a finales del siglo XIX y se extiende durante todo el siglo XX. En la literatura del absurdo, se toman situaciones cotidianas y se las aleja absurdamente de la realidad para producir una reflexión sobre la falta de sentido que infecta nuestra existencia. A raíz de esto, es frecuente que los protagonistas de estas historias tengan un fuerte sentimiento pesimista y se muestren pasivos frente a sus problemas. De alguna manera, la literatura del absurdo busca provocar una reflexión y, en consecuencia, una reacción del ser humano en la búsqueda de su libertad individual, sobre todo en respuesta a un sistema que lo oprime y lo obliga a una existencia utilitarista y ajena a los deseos más puros del ser humano.
Franz Kafka fue, sin duda, uno de los precursores de la literatura del absurdo. En La metamorfosis están presentes todos los rasgos distintivos que caracterizan a este tipo de textos, desde la metamorfosis de Gregorio en un monstruoso y absurdo insecto hasta su apatía frente a los problemas que le trae su nueva condición de bicho. Otros autores que también fueron grandes exponentes de la literatura del absurdo son Samuel Beckett, Albert Camus, Eugene Ionesco, Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre.