Federico del Corazón de Jesús García Lorca nace en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 de junio de 1898. Genio de la poesía, también escribe obras de teatro y novelas cortas. Es reconocido como uno de los personajes más llamativos e ingeniosos de la poesía española del siglo XX. La vida de Lorca transcurre durante un período histórico asombroso y abrumador desde el punto de vista científico y artístico: el paso del siglo XIX al XX desvanece las fronteras del mundo cultural, filosófico y científico dado que se expanden y se da lugar a una mayor apertura del pensamiento y sensibilidad del hombre. Desde el punto de vista humano, por su parte, Lorca vive un período sumamente doloroso: se desencadena la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y luego la Guerra Civil Española (1936-1939).
A pesar de que es una época conflictiva para su país (España pierde sus últimas colonias), su familia, acomodada económicamente, puede darle una buena vida. Su madre, maestra de escuela, es su primera influencia literaria, puesto que lo motiva a leer desde pequeño. Su padre, hacendado, posee tierras en la vega de Granada. Esa tierra es su ambiente natural. Federico la recuerda continuamente: “Amo esa tierra; me siento ligado a ella en todas mis emociones”. En 1909, toda su familia se muda a la ciudad de Granada, pero todos los veranos vuelven al campo. Desde pequeño, el poeta entra en contacto con las artes. Estudia música y dibujo.
En 1915, García Lorca empieza a estudiar Filosofía, Letras y Derecho en la Universidad de Granada. Forma parte de un centro de estudiantes llamado El Rinconcillo. Allí conoce a otros artistas granadinos. Entre 1916 y 1917 realiza viajes por España con sus compañeros de estudio. Estos viajes lo ponen en contacto con regiones que ayudan a Federico a despertar su vocación de escritor. Tiene la oportunidad de conocer a Antonio Machado. Escribe en 1918 su primera obra, Impresiones y viajes, que publica con ayuda de su padre.
En 1919 se instala en la Residencia de Estudiantes de Madrid, fundada por Alberto Jiménez Fraud, a semejanza de los colleges de Oxford y Cambridge. Punto de contacto entre las culturas extranjeras y la española, este lugar acoge figuras de la talla de Einstein, Madame Curie, Keynes, Claudel y Ravel, entre otros. Pasan por allí muchos conferenciantes, científicos, músicos y escritores extranjeros. Federico se conecta con numerosos literatos e intelectuales. Empieza a florecer su actividad literaria. En este período tiene también la oportunidad de conocer a Juan Ramón Jimenez, con quien entabla una amistad duradera. Jimenez es un generoso mentor de poetas jóvenes.
Lorca regresa a Granada en 1921 y conoce a Manuel de Falla, uno de los más destacados músicos españoles de la primera mitad del siglo XX. El poeta se siente ligado a él por compartir su amor por la música, los títeres y el cante jondo, un canto popular gitano-andaluz de características semejantes al flamenco, de sentimiento profundo y tono quejumbroso. Comienza una época de intensa producción literaria y artística.
En 1925 Federico recibe la invitación de Salvador Dalí (se hacen amigos en la Residencia de Estudiantes de Madrid) para pasar unos días en Cadaqués, Cataluña, en casa del pintor. La estética de Dalí influye y sirve como estímulo a Lorca cuando comienza a cultivar, a partir de 1927, una “poesía de evasión”.
Lorca va adquiriendo en estos años su madurez como poeta, y llega a formar parte de un grupo poético muy importante en Europa, conocido como la Generación del 27. Un acto cultural contribuye a aunar a diversos poetas españoles con motivo de la conmemoración del tricentenario de la muerte del poeta barroco Luis de Góngora. Los integrantes de aquel grupo, además de Lorca, son Rafael Alberti, Luis Cernuda, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Pedro Salinas y Vicente Aleixandre. Estos poetas reciben influencia de movimientos europeos como el simbolismo y el surrealismo, influencias vanguardistas americanas y, también, de los clásicos españoles. No representan un pensamiento revolucionario ni de inclinación política o social. Sus obras contienen un lenguaje orientado hacia la intelectualidad y la belleza. Asimismo, saben integrar lo nuevo, lo culto y lo popular, y no rechazan la tradición aunque sean vanguardistas, sino que logran renovarla. Otra característica que tienen en común es que tienen edades muy similares.
Hacia el verano de 1928, Lorca atraviesa una de las crisis más hondas de su vida. Por un lado, se separa de Emilio Alardén, un joven escultor con el que había mantenido una fuerte relación afectiva. En septiembre del mismo año recibe además una durísima carta de su amigo Dalí sobre su Romancero Gitano. El pintor catalán expresa que gran parte de la obra está “ligada en absoluto a las normas de la poesía antigua, incapaz de emocionarnos”. También critica que el libro “pecaba de costumbrismo moviéndose dentro de la ilustración y de los lugares comunes más estereotipados y conformistas”. Por otra parte, surge una imagen pública de un Lorca cantor de los gitanos, ligado temáticamente al folclore andaluz, que no le gusta. Escribe a Jorge Guillén: “me va molestando un poco mi mito de gitanería. Los gitanos son un tema. Y nada más… No quiero que me encasillen. Siento que me van echando cadenas”. Si bien el poeta se entrega a nuevos proyectos y sigue trabajando, sabe que necesita desvincularse por un tiempo de su ambiente andaluz y de su círculo madrileño de amigos. En otras cartas a sus amigos Sebastià Gasch y José Antonio Rubio Sacristán, Lorca expresa: “Estoy convaleciente de una gran batalla y necesito poner en orden mi corazón”.
En la primavera de 1929, Fernando de los Ríos, antiguo maestro de Federico, le propone acompañarlo a Nueva York. Allí podría aprender inglés, tener la experiencia de vivir en el extranjero y, quizás, renovar su obra. Se embarcan en el Olimpic y arriban el 26 de junio. La estancia en Nueva York, en palabras del propio poeta, es “una de las experiencias más útiles en [su] vida”. Pasa allí nueve meses, entre junio de 1929 y marzo de 1930. Es su primer encuentro con la diversidad religiosa y racial, con los grandes conglomerados urbanos y con un mundo mecanizado. Algunos críticos y biógrafos han escrito que Lorca allí se sintió deprimido y aislado. Tal es el sentimiento que desprenden los poemas del libro que se dedica a escribir allí, con el título de Poeta en Nueva York.
En marzo de 1930 sigue viaje hacia Miami y, de allí, a Cuba. Ya en La Habana da una serie de conferencias con enorme éxito. Se interesa por la cultura y la música afrocubanas. Escribe a sus padres: “esta isla es un paraíso, si yo me pierdo, que me busquen en Andalucía o en Cuba”.
Vuelve a España renovado. Con el auspicio de los comités de cooperación intelectual, Lorca da una serie de conferencias en diversas ciudades españolas. Otro aporte importantísimo que da a la política cultural de la República es la organización del teatro universitario denominado La Barraca. Dirige este grupo junto con Eduardo Ugarte y lo lleva a representar obras del teatro clásico español por varios pueblos españoles. La idea de Federico es “salvar el teatro español” y ponerlo al alcance del pueblo.
Transcurre el verano de 1933 y, mientras Lorca sigue de gira con La Barraca, la Compañía de Lola Membrives estrena en Buenos Aires Bodas de Sangre. Tan exitosa es la presentación de esta obra, que Federico es invitado a viajar a esta ciudad. Allí, da una serie de conferencias y se lo invita a dirigir la citada Bodas de Sangre y otras de sus obras (Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, Retablillo de Don Cristóbal), así como también una adaptación de La dama boba, de Lope de Vega. La misma compañía de teatro lo seduce para terminar otra tragedia que Lorca ya estaba escribiendo, Yerma, para ser estrenada al año siguiente. En cartas a su familia expresa asombro por su popularidad y por el éxito de estas obras.
En enero de 1934, Lorca viaja a Montevideo, donde también se convierte en una revelación. Tanto en Buenos Aires como en la capital uruguaya, el dramaturgo tiene una estancia triunfal. Con más de ciento cincuenta representaciones de Bodas de Sangre, logra su independencia económica. Por otra parte, su paso por estas dos ciudades le aportan amistades nuevas: conoce a Pablo Neruda, Juana de Ibarbourou, Ricardo Molinari, Salvador Novo y Pablo Suero.
En abril de 1934, ya nuevamente en España, lo espera un período muy productivo. Escribe varias obras y termina Yerma. Entre 1934 y 1936 se aboca en gran medida a la renovación del teatro español, con producciones propias y a través de La Barraca. En sus entrevistas y declaraciones, Lorca insiste en la responsabilidad social del artista, especialmente en el teatro, dado que el autor puede "poner en evidencia morales viejas o equivocadas”. Asimismo, manifiesta:
“El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la educación de un país […]. Un teatro sensible y bien orientado puede cambiar en pocos años la sensibilidad de un pueblo y un teatro destrozado puede achabacanar a una nación entera […]. El teatro es una escuela de llanto y risa […] donde los hombres pueden explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y el sentimiento del hombre”.
Mientras Federico se pronuncia en estos términos, Yerma es atacada por la prensa de derecha como obra inmoral y pornográfica. Por estos años, el ambiente en Madrid se ha vuelto intolerante y violento. España marcha irremediablemente hacia la Guerra Civil.
Hacia mayo de 1936, Lorca está en plenitud en cuanto a la elaboración de escritos y proyectos. Revisa alguna de sus obras, trabaja en nuevas y planea otro viaje a América, esta vez a México. En paralelo a esto, su país afronta la posibilidad de un golpe militar, y en las calles de la capital se viven numerosos hechos sangrientos, quema de iglesias y asesinatos políticos. Aunque sus amigos lo instan a afiliarse al Partido Comunista, Federico no acepta. Detesta la filiación partidaria. No obstante, se lo considera liberal y sufre continuas arremetidas de los conservadores. Numerosas declaraciones a la prensa sobre la injusticia social lo convierten en persona antipática e incómoda para la derecha. Intuyendo que el país está al borde de la guerra, se dirige a Granada.
El 17 de julio de 1936 hay una sublevación militar en contra de la República. Hacia el 20 de julio, el centro de Granada ya está en manos de los falangistas, partidarios de Franco. El 16 de agosto, esas fuerzas detienen a Lorca y lo conducen al Gobierno Civil de Granada. Allí es acusado por ser espía de los rusos y por ser homosexual, entre otros cargos. De aquí, el poeta es trasladado al pueblo de Viznar junto a otros detenidos. Pasa la noche en una cárcel improvisada. Vuelven a trasladarlo a un sitio entre Viznar y Alfacar y allí lo fusilan antes del amanecer. No se sabe exactamente la fecha de su deceso, aunque se supone que éste tiene lugar el 18 de agosto de 1936. Se desconoce el paradero exacto de sus restos, aunque se presume enterrado en una fosa común cerca de donde fue fusilado.
Federico García Lorca, un apasionado de la reflexión, de la justicia, de la poesía, de la música y del teatro, es el escritor español más leído de todos los tiempos.
OBRAS DE FEDERICO GARCIA LORCA (Clasificadas por género y cronología)
Poesía
1918- Impresiones y paisajes
1920- Suites
1921- Libro de poemas
Poema del Cante Jondo
Santiago
1922- Primeras canciones
1926- Oda a Salvador Dalí
1927- Canciones
1928- Romancero Gitano
1930- Poeta en nueva York
1935- Llanto por Ignacio Sánchez Mejías
Seis poemas gallegos
1936- Diván del Tamarit
Sonetos del amor oscuro
Teatro
1921- El maleficio de la mariposa
1923- La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón
Lola la comedianta
1927- Mariana Pineda
1928- Teatro Breve
1929- Viaje a la luna
1930- La zapatera prodigiosa
El público
1931- Retablillo de Don Cristóbal
Tragedia de Don Cristóbal y la Señá Rosita
Así que pasen cinco años
1933- Bodas de Sangre
Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín
1934- Yerma
1935- Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores
1936- La casa de Bernarda Alba
Los sueños de mi prima Aurelia
La destrucción de Sodoma
Comedia sin título
Narrativa
1926- La imagen poética de Luis de Góngora
1927-Degollación del Bautista
Degollación de los inocentes
Suicidio en Alejandría
Santa Lucía y San Lázaro
Nadadora sumergida. Pequeño homenaje a un cronista de salones
Amantes asesinados por una perdiz
La gallina
1928- Las nanas infantiles
1936- Semana Santa en Granada
Conferencias
1929- Imaginación, inspiración y evasión de la poesía
1930- Teoría y juego del duende
1935- Charlas sobre teatro
1936- En homenaje a Luis Cernuda