Poeta en Nueva York surge de la compleja experiencia que representa para Federico García Lorca su estadía en Nueva York entre 1929 y 1930. Los poemas reunidos en las diez secciones que conforman esta edición presentan un mundo simbólico complejo y a veces hasta críptico, tanto para lectores como para críticos, aunque regido por una estricta lógica poética que otorga cohesión y unidad a toda la obra.
En Poeta en Nueva York, Lorca eleva un desgarrador grito de protesta contra la brutalidad y la injusticia del sistema capitalista que aliena y corrompe todo el entramado social de la gran ciudad. Así, la obra presenta dos vertientes: por un lado, la denuncia del poeta a una civilización que se ha desvinculado completamente de la naturaleza y, por otro, el clamor a rebelarse contra el sistema y vivir en libertad, más allá de las imposiciones sociales y de las instituciones opresoras que organizan la vida moderna.
La complejidad del lenguaje poético de Lorca es la manifestación más clara de su rebelión contra las instituciones sociales que rigen la vida. Al igual que las vanguardias literarias, Lorca se esfuerza en utilizar un lenguaje que se diferencie del de uso transaccional, que no esté contaminado por el sistema que lo utiliza para los intercambios mercantiles. Así, el lenguaje excéntrico y complejo del poeta no es, de ninguna manera, caprichoso, sino que se trata de la respuesta a una realidad que se desea modificar.
Debido a su prematura muerte en 1936, Lorca no termina de organizar de forma definitiva los poemas escritos en Nueva York y en Cuba, por lo que las diversas publicaciones de Poeta en Nueva York que pueden rastrearse hasta la actualidad han respondido a dos primeras ediciones muy similares, realizadas en 1940 en México y en Estados Unidos. La obra con la que trabajamos en esta guía, editada por Losada en Argentina, presenta el texto integral tal como José Bergamín, amigo de Lorca y fundador de la editorial Séneca, lo edita por primera vez.