Leopoldo Marechal es un escritor argentino que ha producido poesía, teatro, novelas y ensayo. Nace el 11 de junio de 1900 en el barrio de Almagro de la Ciudad de Buenos Aires. Proviene de una familia de migrantes: su padre, Alberto Marechal, es uruguayo de ascendencia francesa, y su madre, Lorenza Beloqui, es argentina de ascendencia vasca. A los pocos años se mudan a Villa Crespo, otro barrio porteño. Pasa los veranos de su niñez en Maipú, pueblo del interior de la Provincia de Buenos Aires donde viven sus tíos. Los otros chicos del lugar lo llaman "Buenosaires" porque es el único entre ellos que viene de la ciudad capital.
Comienza a escribir de manera muy temprana; ya a los doce años ha producido algunos poemas. A los trece empieza a trabajar en una fábrica y rápidamente adquiere y perfecciona sus ideales políticos en defensa de los derechos de los obreros. Provoca una revuelta junto a sus compañeros para exigir mejores condiciones de trabajo y un aumento de salario y por este motivo es despedido. Algunos años más tarde, en 1916, ingresa a la Escuela Normal Mariano Acosta, donde estudia para ser maestro. Se gradúa en 1919. Trabaja como docente y bibliotecario en escuelas primarias y secundarias. Su padre muere en esta época y Leopoldo se hace cargo de la familia.
La década de 1920 corresponde con el primer momento de su carrera literaria propiamente dicha. Sobre todo, escribe poesía y publica Los aguiluchos (1922), Días como flechas (1926) y Odas para el hombre y la mujer (1929), libro galardonado con el Premio Municipal de Poesía. Su obra ya se caracteriza por combinar elementos clásicos con elementos novedosos. Durante estos años, pertenece al grupo de artistas e intelectuales que se reúnen en torno a la revista Martín Fierro. Algunos de sus compañeros más célebres son Ricardo Rojas, Oliverio Girondo, Jorge Luis Borges, Macedonio Fernández y Xul Solar, muchos de los cuales también integran el Grupo Florida.
En 1926 publica su primer libro de cuentos, El rey vinagre, y realiza su primer viaje a Europa, adonde vuelve en 1929 para permanecer dos años en París. Allí conoce a figuras centrales del período para las artes y el pensamiento, como Antonio Berni, Pablo Picasso, Raquel Forner y Alfredo Bigatti. En estos años también trabaja en redacciones de periodismo en España y Argentina. En su segundo viaje comienza a escribir Adán Buenosayres, proyecto que publica dos décadas más tarde, en 1948. Se trata de una obra fundacional, una de las novelas más ambiciosas e importantes de la literatura argentina. Sin embargo, en el momento de su publicación, la obra es mal recibida o ignorada por los principales escritores y críticos.
En 1934, Marechal contrae matrimonio con María Zoraida Barreiro, quien muere de manera temprana en 1947. Tienen dos hijas: María de los Ángeles y María Magdalena. Más tarde, en 1950, conoce a su segunda compañera, Juana Elbia Rosbaco, profesora de Letras, a quien dedica muchos pasajes de su escritura.
Hacia finales de la década del treinta publica sus primeros libros de ensayo: Historia de la calle Corrientes (1937) y Descenso y ascenso del alma por la belleza (1939). En ellos trabaja algunas de las líneas centrales de su producción literaria, como la representación de la ciudad de Buenos Aires, la reflexión sobre la literatura argentina y la tradición estético-religiosa cristiana. Otras de las corrientes fundamentales de su pensamiento son el vanguardismo (sobre todo en la década de 1920) y las filosofías de Aristóteles, Platón, San Agustín y Santo Tomás de Aquino.
En 1941, sus libros Sonetos a Sophia y El centauro, ambos publicados en 1940, obtienen el Primer Premio Nacional de Poesía. Marechal edita el manual escolar de Carlos Emilio Cánepa sobre historia argentina. Su trabajo en el sistema educativo se expande cuando el presidente Juan Domingo Perón lo nombra Director General de Cultura en 1946 y luego Director General de Enseñanza Artística, función que ejerce hasta el golpe de Estado de 1955. En 1951 estrena la obra de teatro Antígona Vélez, una versión criolla de la tragedia de Sófocles, que constituye una de las obras más conocidas y estudiadas de este autor. La pieza recibe en Primer Premio Nacional de Teatro.
Marechal es activa y abiertamente peronista. El derrocamiento de Perón tiene un fuerte impacto en su vida y en su obra. Deja de escribir durante algunos años, se aísla y queda en el olvido. Durante las dictaduras de Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu milita en la resistencia peronista y en 1956 escribe junto a Juan José Valle una proclama al pueblo en contra de los dictadores. Su literatura es proscrita, es decir, prohibida: los militares ordenan que sus textos sean eliminados de todos los manuales de literatura y las librerías no pueden vender sus libros. Marechal denuncia públicamente las violaciones a los derechos humanos y civiles que ejecuta el gobierno de facto y se exilia durante un breve período en Santiago de Chile. Su filiación política también genera polémicas y discusiones con otros escritores de su círculo, marcadamente antiperonistas.
Una década más tarde, hacia el final de su vida, vuelve a dedicarse a la literatura. En 1965 publica un libro de ensayo llamado La autopsia de Creso. En el mismo período escribe nuevas novelas: El banquete de Severo Arcángelo (1965), Heptamerón y Cuadernos de navegación (1966) y Megafón, o la Guerra (1970, publicación póstuma). En 1967 es invitado por el gobierno cubano para formar parte del jurado del premio anual de literatura Casa de las Américas, uno de los más tradicionales y prestigiosos de la literatura latinoamericana.
Leopoldo Marechal muere el 26 de junio de 1970. Sus hijas crean la Fundación Leopoldo Marechal, activa aún en el presente, con el objetivo de seguir difundiendo la obra de este autor y de otros escritores de la generación martinfierrista.