La novela sigue la historia de un protagonista sin nombre, que pelea por encontrar sentido y dirección a su vida. Forma un club de pelea clandestino con su amigo Tyler Durden, que rápidamente se convierte en un fenómeno de culto. A través de este club, el protagonista encuentra un lugar al que pertenecer, un propósito y una forma de expresar su ira y frustración. Además de proporcionar una salida violenta a las frustraciones del protagonista, el club también sirve para desafiar y subvertir la cultura consumista dominante. La narración ahonda en los temas del consumismo y el materialismo, a medida que el protagonista y Tyler se dan cuenta de que las cosas materiales que poseen no les aportan felicidad ni satisfacción. Examina la idea de que la verdadera felicidad y satisfacción solo pueden venir del interior.
En esencia, la historia trata de la identidad y la búsqueda de sentido. El protagonista pelea por encontrarse a sí mismo y averiguar quién es, y el club de la pelea le proporciona un sentimiento de identidad y pertenencia. También le permite descargar su ira y frustración, lo que le ayuda a sobrellevar el vacío de su vida. Esta búsqueda de identidad también se refleja en los motivos de masculinidad y violencia de la novela. El protagonista y Tyler representan dos extremos de la masculinidad: el primero es conformista, pasivo y emocionalmente reprimido; el segundo es una figura rebelde, violenta y emocionalmente volátil. A través de sus acciones, la narración sugiere que la única forma de alcanzar un verdadero sentido de la masculinidad es rechazar las definiciones tradicionales de un hombre de verdad. En su lugar, hay que abrazar un nuevo tipo de masculinidad basada en el individualismo y la autodeterminación.
La novela también examina la idea del nihilismo, la rebelión, la anarquía y la subversión. Tyler abraza el nihilismo como forma de hacer frente al vacío y la alienación de la vida moderna, y utiliza su club de la pelea como medio para desafiar y rechazar los valores de la cultura consumista. El protagonista, por su parte, al principio ve el nihilismo como una fuerza destructiva, pero finalmente llega a verlo como una forma de liberación de una sociedad cada vez más centrada en las posesiones materiales y el estatus. El club de la pelea es una rebelión contra el statu quo, una forma de que el protagonista rompa con la monotonía de su vida y exprese su insatisfacción con la sociedad. Su viaje también sirve de advertencia sobre las consecuencias de la violencia, ya que el club de la pelea acaba desembocando en la anarquía y el caos.