La violencia
La violencia en la novela no se presenta como una solución a los problemas de los personajes, sino como un medio para lograr un despertar espiritual. La lucha en sí les recuerda que están vivos. Como parte de la filosofía de Tyler, también les recuerda que morirán. La lucha se utiliza como un camino para llegar al núcleo de lo que son. Aunque la lucha puede verse como un intento de los hombres de reafirmar su masculinidad, es más bien un rechazo de lo que les han dicho que es la masculinidad las generaciones anteriores, sus trabajos y los medios de comunicación.
Caos y desintegración social
Tyler cree que el uso del caos perpetrado por el Proyecto Mayhem conducirá a un mundo mejor. Tyler planea restablecer la civilización a una fase más agraria o de cazadores-recolectores, permitiendo que el planeta se recupere de todo el daño causado por los seres humanos.
Tyler pregunta al Narrador qué es peor: ¿el odio de Dios o su indiferencia? Tyler opina que es mejor ser odiado que ser ignorado. Aquí, Dios también representa a los padres ausentes que faltaron en su vida y en la del Narrador. Golpear, crear el caos, al menos habría conseguido algo de atención. Sin ella, los dos hombres sienten que no tienen identidad. No tienen una guerra ni ningún otro gran reto histórico que superar. No tienen un propósito.
Si se les da un propósito, el mundo puede cambiar. El mundo funciona gracias a estos hombres y a otros como ellos. Si de repente desaparecieran como clase de servicio, la economía se detendría. No tienen nada que perder y todo que ganar. Tyler imagina un mundo en el que las personas no se definan por su trabajo o su nivel de ingresos, sino por lo que realmente son. Si se les quitan los grilletes de la autoestima que les impone la sociedad, podrán ser verdaderamente libres para ser quienes realmente son.
Aislamiento en la vida moderna
Tanto el Narrador como Marla Singer buscan algún tipo de contacto que les salve de sus mundanas vidas. El Narrador se queja repetidamente de las trampas vacías de su estilo de vida consumista. Tyler aparece aquí como un libertador, capaz de liberar al Narrador de su vida de ataduras materiales. Esto, argumenta Tyler, le permitirá alcanzar el potencial de su verdadero yo y descubrir el mayor poder de su espíritu.
Figuras paternas ausentes
Tyler y el Narrador coinciden en sus recuerdos sobre sus padres. Ambos afirman que sus padres no fueron una parte importante de sus vidas. El Narrador dice que su padre se fue cuando él era joven. Tyler describe a su padre como una figura distante con la que hablaba por teléfono aproximadamente una vez al año. Sin modelos masculinos claros en sus vidas, el narrador y Tyler han aceptado en gran medida el papel de los hombres en la sociedad tal y como se lo ha presentado la publicidad. El objetivo es conseguir un buen trabajo con un buen sueldo, casarse y tener hijos. Los hombres del club de la lucha han visto un vacío en este modelo y lo rechazan.