El Narrador y Tyler Durden están en lo alto del edificio Parker-Morris, que está lleno de explosivos. Tyler sostiene una pistola en la boca del Narrador. El Narrador nos hace retroceder en el tiempo para explicar cómo llegó a este punto.
El Narrador es un oficinista aburrido y sin rumbo cuya vida se ha convertido en un ciclo sin sentido. Trabaja como coordinador de una campaña de retirada. Participa en los objetivos consumistas de su cultura. Vive en un bonito apartamento lleno de muebles de diseño. Pasa el tiempo preguntándose qué tipo de lámparas y sillas le definirán como persona.
Debido a la infelicidad de su vida, el Narrador desarrolla insomnio. Va a trabajar aturdido y, al cabo de unas semanas, está desesperado por dormir. Acude al médico. El médico desestima sus problemas y le dice que si quiere ver el verdadero dolor debería ver a alguna de las personas de los grupos de apoyo con problemas reales.
El narrador sigue su consejo y empieza a visitar grupos de apoyo. Se vuelve adicto a ellos. Se hace pasar por enfermo para poder asistir a las reuniones. Allí conoce a Big Bob, un ex culturista que abusa de los esteroides y al que han tenido que extirpar los testículos. Durante un abrazo con Bob, el Narrador llora y pierde la esperanza. Esa noche, por fin, puede dormir. Sigue yendo a los grupos todas las noches para poder llorar y ser consolado.
Una noche se da cuenta de que una mujer también ha estado asistiendo a los mismos grupos. Obviamente, ella también finge su estado y finge estar enferma y moribunda. Se llama Marla Singer. Con ella, en los grupos, ya no puede llorar y, por lo tanto, tampoco puede dormir. Fantasea con enfrentarse a ella y hacer que la echen. En lugar de eso, deciden no asistir a las mismas reuniones.
El Narrador vuela por todo el país visitando lugares donde se han producido accidentes de coche. Su empresa es fabricante de automóviles y su trabajo consiste en determinar si los coches que fabrican tienen defectos que puedan haber contribuido a un accidente. Su trabajo consiste en evaluar el riesgo y determinar si merece la pena una llamada a revisión. Si los acuerdos extrajudiciales cuestan menos, no se iniciará ninguna llamada a revisión.
Agotado por los viajes, el Narrador se toma unas vacaciones. Visita una playa nudista donde conoce a Tyler Durden, un hombre carismático que se gana la vida fabricando jabón. Tyler le da su número de teléfono. Al volver a casa, el Narrador descubre que su condominio ha estallado en una sospechosa explosión. Llama a Tyler, que se reúne con él en un bar. Después de muchas copas, Tyler le dice al Narrador que puede irse a vivir con él, pero que tiene que hacerle un favor. Tyler le pide al Narrador que le pegue tan fuerte como pueda. Se enzarzan en una pelea desordenada. Este es el germen del club de la lucha.
Tyler y el Narrador siguen peleándose en bares y aparcamientos, atrayendo la atención de otros hombres. El club de la lucha empieza a crecer. El Narrador empieza a ver en su día a día a hombres con cortes y moratones en la cara. Empieza a interesarse cada vez menos por su trabajo, para disgusto de su jefe. Tyler y el Narrador realizan una serie de trabajos nocturnos en los que también cometen actos de desobediencia civil.
Una noche, el Narrador sueña que se acuesta con Marla Singer. A la mañana siguiente, Tyler le cuenta que anoche conoció a Marla y que ambos se acostaron. El Narrador se enfada. Marla era la razón por la que no podía disfrutar de los grupos de apoyo, y también ha invadido su vida familiar con Tyler. Con Marla de por medio, también recibirá menos atención de Tyler. Todos los días llega a casa del trabajo y oye a Marla y a Tyler acostándose e insultándose.
Mientras tanto, Tyler ha montado un negocio bastante lucrativo vendiendo jabón. Una noche le enseña al narrador a hacer jabón. Con un bote de lejía, quema la mano del Narrador y le dice que aún le queda mucho para tocar fondo. El Narrador, dice Tyler, tiene que aceptar que un día morirá.
Tyler y el Narrador deciden que tienen que chantajear a sus jefes por la desobediencia civil que han estado cometiendo en el trabajo. Después de asegurarse de que les seguirán enviando cheques aunque no trabajen, pueden dedicar todo su tiempo al club de la lucha. El Narrador se entera de que Bob también se ha unido al club de la lucha y que hay capítulos del club de la lucha que él ni siquiera conocía.
Tyler decide convertir su desobediencia civil en un proyecto mayor llamado Proyecto Mayhem. Recluta a miembros del club de la lucha y empieza a acumular seguidores. Reparte tareas entre los miembros, incluido el Narrador. Al cabo de un tiempo, Tyler desaparece de repente.
El Narrador se da cuenta de que en todos los lugares a los que viaja los hombres parecen reconocerle y se dirigen a él como "señor". Mientras viaja por el país, les pregunta si saben dónde está Tyler. Le indican Seattle. En Seattle, el Narrador conoce a un camarero con collarín que se dirige a él como Sr. Durden. El Narrador vuelve corriendo a su habitación de hotel y llama a Marla para saber si ambos han tenido relaciones sexuales. Marla está desconcertada por su pregunta y molesta por su comportamiento. Él le pregunta cómo se llama. Ella le dice que es Tyler Durden.
Tyler "regresa" y se enfada con el Narrador por hablar de él con Marla a sus espaldas. El Proyecto Mayhem ha empezado a aceptar misiones más extremas y su número de miembros va en aumento. Durante una misión, Bob es asesinado por un policía. Su muerte impulsa al Narrador a intentar cerrar el club de la lucha, pero en su lugar es expulsado por sus miembros.
Una mañana, al llegar al trabajo, descubre que su jefe ha muerto. Peor aún, el Narrador sabe que Tyler es quien lo ha matado, lo que significa que él lo ha matado, aunque no a sabiendas. Sube a un autobús e intenta alejarse del lugar antes de que le descubran. Los otros pasajeros son todos miembros del Proyecto Mayhem. Le dicen que tienen órdenes de castrarle por intentar cerrar el club de la lucha. Le acorralan y le noquean con éter.
El Narrador se despierta en los restos de su condominio. No le han castrado. Decide que tiene que advertir a Marla sobre quién es realmente Tyler. Ella puede estar en peligro. De mala gana, se reúne con él y le dice que ha asesinado a alguien. Él dice que sabe lo de su jefe, pero Marla le cuenta que disparó a otro hombre que investigaba el club de la lucha para el alcalde. El narrador no recuerda nada en ese momento, pero más tarde empieza a recordar los detalles. Sintiéndose culpable, visita un club de lucha y se inscribe para luchar contra todos sus miembros. Quiere morir por la culpa que siente por las muertes de Bob, su jefe y ahora una tercera persona. Se desmaya en el suelo durante una pelea.
Se despierta en la casa que comparte con Tyler. Tyler está allí. Le dice al Narrador que ha llegado la hora de su gran muerte operística. Volvemos a la azotea del edificio Parker-Morris, donde Tyler apunta al Narrador con una pistola. Antes de que pueda apretar el gatillo, Marla y los otros miembros del grupo de apoyo aparecen y le dicen que se detenga. Él les advierte de que el edificio va a ser demolido por explosivos, pero no se marchan. Marla le dice que a ella también le gusta. Él comprende que creó a Tyler para poder estar con Marla. El reloj llega a cero, pero no hay explosión. A pesar de las protestas de Marla y de la multitud, se dispara una bala en la mejilla.
Cuando despierta, el Narrador cree que está en el cielo. En realidad, está en un psiquiátrico. Allí ve a hombres con cortes y magulladuras que le dicen que los planes siguen adelante y que están deseando que se recupere y vuelva a unirse a ellos.
