El enfermo imaginario es la última comedia escrita por el dramaturgo francés Molière. Se trata de una comedia-ballet en tres actos, que es representada por primera vez en el Teatro del Palacio Real el 10 de febrero de 1673 por la compañía de Molière. La música es de Marc-Antoine Charpentier; y los ballets, de Pierre Beauchamp.
La obra pertenece al último período de producción de Molière, en el que se enmarcan tres comedias: Tartufo, El avaro y El enfermo imaginario. En los tres casos se trata de comedias de caracteres, es decir que lo cómico gira en torno a un personaje más que a una situación: lo farsesco e, incluso, lo grotesco de estas piezas se centra en torno al personaje protagonista (un hipócrita en Tartufo, un avaro en El avaro y un hipocondríaco en El enfermo imaginario).
La trama de El enfermo imaginario gira en torno al personaje de Argán, un burgués padre de familia obsesionado por su propia salud y bienestar. Perturbado por su propia obsesión, Argán cree estar enfermo y constantemente se somete a tratamientos tortuosos y caros, mientras que los médicos y boticarios se aprovechan de su hipocondría para beneficiarse con el dinero del protagonista. La vida de Argán gira en torno a esta obsesión, por lo que procura casar a su hija con un médico para beneficiarse él mismo de los tratamientos gratuitos (a pesar de contar con el dinero para pagarlos).
El enfermo imaginario es una comedia oscura, donde además Molière representa sus propios problemas de salud y sus conflictos con la medicina. En esta pieza, como en otras obras de Molière, la comicidad no está alejada de un gesto moralizante: por vía del humor se critica un vicio, un mal hábito, un comportamiento asociado a lo negativo, que en este caso es la hipocondría encarnada en el protagonista. Por esta razón, la crítica ha caracterizado a El enfermo imaginario como una comedia de risa paradójica, en tanto lo humorístico parecería tener la función social de corregir las costumbres de quienes asisten a las funciones de la obra. Como en otras de sus comedias, a través del análisis del vicio, el dramaturgo revela las características de la virtud, muestra la verdad exponiendo la falsedad. Por medio de la falsa enfermedad del enfermo imaginario (esa que el protagonista cree tener), se muestra su verdadera esencia, que es su carácter obsesivo y egocéntrico.
Molière padece de problemas de salud mientras representa El enfermo imaginario. Pocos días después del estreno, en plena función, el dramaturgo comienza a sentirse indispuesto. Horas después, muere en su domicilio.