Filosofo como mago (símil)
Explicándole a Sofía la tarea de un filósofo, el personaje anónimo de la novela plantea que a veces es tan complicado encontrar respuesta a una pregunta que más parece magia. En este sentido, si bien el filósofo siempre busca la verdad y nunca mentir ni engañar, a veces los demás lo ven como si no lo comprendieran a él ni a su actividad.
Filósofo como detective (símil)
Del mismo modo en que los detectives modernos se ocupan de resolver misterios en pos de la verdad, la figura del filósofo se ocupa de algo muy parecido. La filosofía en sí misma busca encontrar respuesta a preguntas fundamentales del ser humano en torno a temas que resultan trascendentales, tales como la muerte, la razón, el amor o la política.
Mes de mayo/renacimiento (metáfora)
La novela transcurre durante la primavera en Europa. Este período del año suele asociarse con el renacimiento en un sentido natural y espiritual. En el texto, se usa como metáfora de la etapa en la que se encuentra Sofía, quien está creciendo y enfrentándose con nuevas maneras de ver la vida.
El jardín de Sofía como el Jardín del Edén (símil)
Este símil se establece a partir de la inocencia que parecen compartir los dos espacios comparados. Pareciera ser que en los dos sitios un niño pudiera refugiarse y jugar, sin vivir los juicios y presiones del mundo adulto.
