Sueños típicos (imagen visual)
“Si para incluir a un determinado género de los sueños en la categoría de los «típicos» consideramos suficiente el frecuente retorno del mismo contenido manifiesto en sujetos distintos, podremos citar aún toda una serie de ellos. Así, el de avanzar a través de estrechas callejas, el de ladrones nocturnos, con el que se relacionan las medidas de precaución adoptadas por los nerviosos al acostarse, el de escapar a través de una serie de habitaciones, de huir perseguidos por animales furiosos (toros, caballos) o bien amenazados con cuchillos, puñales o lanzas, etc”.
En lo que Freud llama ‘sueños típicos’ es común encontrar situaciones extremas, peligrosas o amenazantes. Muchas personas sueñan, a veces repetidamente, con eventos que atentan contra su vida o su integridad física. Pareciera que de esta forma las personas que son sobre todo nerviosas pueden canalizar los miedos que suelen sentir a que las cosas salgan mal en algún sentido.
Vajilla rota (imagen auditiva y visual)
“«Veo a mi criada avanzar por un pasillo hacia el comedor llevando en una pila varias docenas de platos. La columna de porcelana me parece a punto de perder el equilibrio. `Ten cuidado -le advierto a la criada-, vas a tirar todos los platos'. [...] En efecto, al llegar a la puerta del comedor tropieza, y la frágil vajilla cae, rompiéndose en mil pedazos sobre el suelo y produciendo un gran estrépito, que se sostiene hasta hacerme advertir que se trata de un ruido persistente, distinto del que la porcelana ocasiona al romperse y parecido más bien al de un timbre. Al despertar compruebo que es el repique del despertador.»”.
Este caso de sueño de un paciente coloca en escena un aspecto fundamental que Freud observa en los sueños: las imágenes sensoriales, en caso de no ser debidamente procesadas por la mente consciente, pasan a generar una suerte de ilusiones que se filtran en un posible desarrollo de una situación aparentemente familiar. Es decir, los sonidos que están fuera del sueño se inmiscuyen en él y dan forma a una historia que solo tiene lugar en la mente del soñante, como es el caso aquí relatado.
Sonidos en los sueños (imagen auditiva)
“Todo ruido vagamente advertido provoca imágenes oníricas correspondientes; el trueno nos sitúa en medio de una batalla, el canto de un gallo puede convertirse en un grito de angustia y el chirriar de una puerta hacernos soñar que han entrado ladrones en nuestra casa”.
En vínculo con la imagen anterior, aquí encontramos otra cita que justifica el hecho de que todo lo que se oye estando dormidos colabora en la formación de las imágenes del sueño.
Asimismo, Freud continúa este fragmento aportando también la idea de que incluso las historias de los sueños se conforman acorde a la posición que adoptamos en la cama al dormir. Si acaso nos quedan los pies por fuera de la sábana o la cabeza debajo de la almohada, entonces soñaremos algo que involucre este hecho y lo transforme en otra situación, a veces incluso pesadillesca.
Imágenes sublimes
Así como Freud menciona los ‘sueños típicos’ más arriba comentados, también ilustra la existencia de las llamadas ‘imágenes sublimes’. Con este concepto se refiere a aquellos sueños que condensan muchos significados en un solo elemento o escena. Puede tratarse de imágenes exóticas, surrealistas e incluso infernales.
En esos casos, la interpretación se torna un poco más compleja, puesto que hay que tener muchos aspectos y detalles en cuenta. Para ello, es posible que haya que expandir un poco más la consciencia para aprehender el significado que más colabore con la etapa que está atravesando el soñante.