"No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente."
Esta cita retrata a Alatriste como un hombre caracterizado por su valentía en un mundo marcado por las ambigüedades morales. Inicialmente establece a Alatriste como un hábil espadachín que vive una vida precaria en Madrid. La narración muestra una realidad en la que la supervivencia depende de la habilidad con la espada y de sortear los tumultos sociales de la época. La frase subraya una contradicción en el carácter de Alatriste al reconocer su falta de perfección moral. Por lo tanto, lo presenta como un individuo imperfecto pero valiente que opera en una sociedad moralmente compleja. La narración muestra su valor en situaciones de riesgo, como la misión nocturna durante la guerra contra los holandeses. El valor de Alatriste se yuxtapone a sus imperfecciones y a la dura realidad de la época. Se reflexiona así sobre los conceptos de honor y los compromisos que asumen los individuos en circunstancias difíciles.
"-Así podrá instruirse y estudiar leyes para sangrar de su último maravedí a los pleiteantes; como hacen vuestras mercedes los abogados, escribanos y otras gentes de mal vivir."
Esta afirmación ahonda en la ironía de que los profesionales del derecho despojen a sus clientes de su último dinero mediante disputas legales. También contrasta la rentabilidad de la práctica jurídica con la habilidad con la espada que encarna Alatriste. La escena menciona el alistamiento de Alatriste a las órdenes de don Ambrosio Spínola durante la Guerra de los Treinta Años. Está ambientada en una taberna con Alatriste y sus compañeros conversando mientras Íñigo Balboa aprende bajo la guía del Licenciado. Esta conversación revela el sarcasmo del Licenciado respecto a la rentabilidad de estudiar leyes para explotar a los litigantes con fines lucrativos. La ironía reside en el contraste entre manejar la pluma y manejar la espada. Simboliza las diferentes vías a través de las cuales los individuos extraen su sustento en una sociedad llena de ambigüedades morales.
"El capitán, seguro de no resistir mucho rato frente a cinco hombres armados y diestros en el oficio, decidió no andarse con lindezas de esgrima, y en vez de curar su salud procuró desbaratar la de sus enemigos."
Este pasaje retrata la situación en un teatro donde cinco hábiles adversarios acorralan a Alatriste. Alatriste intenta abrirse paso entre la multitud para evitar el conflicto o buscar refugio en las iglesias cercanas. Sin embargo, le cortan la vía de escape y se da cuenta de que la reyerta es inevitable. En lugar de ello, opta por volverse agresivo, desenvainando su espada y su daga para defenderse. La decisión de abandonar la delicadeza y atacar directamente a sus oponentes refleja el enfoque pragmático de Alatriste para sobrevivir. Esta cita pone de relieve la capacidad de Alatriste para adaptarse a situaciones extremas. Demuestra una sociedad en la que la violencia y el enfrentamiento son imprevisibles.