Arma cargada/suicido colectivo (metáfora)
“—Se trataba de una combinación de muchos factores —dijo el doctor Hornicker en su último informe, escrito sin propósito médico, sólo porque no podía sacarse a las hermanas Lisbon de la cabeza—. Para la mayoría de las personas el suicidio viene a ser como la ruleta rusa. Hay una sola bala en el tambor. En el caso de las hermanas Lisbon, el arma estaba totalmente cargada. Una bala por presión familiar. Una bala por predisposición genética. Una bala por malestar histórico. Una bala por un impulso inevitable. Las otras dos balas son imposibles de nombrar, pero esto no quiere decir que las cámaras estuvieran vacías”.
Con esta metáfora del arma cargada, el narrador coloca en escena una complicada situación psicológica y social. Significa que en el caso de las hermanas Lisbon el suicidio era un plan del cual ninguna de ellas iba a poder escapar. En este sentido, homologa su caso con un arma totalmente cargada de balas y no con un arma que solo tiene una bala y que acaso se dispara o acaso no, como ocurre en el “juego” de la ruleta rusa.
Es una de las metáforas más cargadas de significado sociológico, en el sentido de que el narrador analiza de esta forma la compleja situación que atravesaba la sociedad de la época, en que la lucha por la libertad individual parecía casi no tener fin, y menos aún siendo mujeres.
Cecilia como un animal doméstico (símil)
“A las cinco y media Cecilia salió del cuarto de baño y fue a vestirse para la fiesta. La señora Lisbon la oyó ir y venir de una habitación a otra de sus hermanas. (Bonnie compartía el cuarto con Mary; Therese, con Lux.) El tintineo de sus brazaletes era un alivio para sus padres, porque les permitía estar al tanto de sus movimientos como ocurre con esos cascabeles que se cuelgan al cuello de los animales domésticos”.
El símil establecido entre Cecilia y un animal doméstico es de particular importancia. El caso de Cecilia es el primero de los suicidios que finalmente cometen todas las hermanas. Pero en esta cita estamos en el momento posterior al primer intento de Cecilia, que ha sido fallido. Intentó cortarse las venas, pero sobrevivió. Por lo que las cicatrices de sus muñecas revelaban lo sucedido a quien las viera. En la fiesta que sus padres organizan para animarla, Cecilia lleva en sus muñecas un montón de pulseras que tapan las cicatrices, como si fuese realmente algo a ocultar de los invitados.
Sin embargo, el sonido de las pulseras revela a sus padres dónde está su hija en todo momento. Este sonido parece el que hacen los collares que se colocan en los cuellos de los gatos o de los perros, es decir animales usados como mascotas. El símil revela que, en alguna medida, los Lisbon ven a sus hijas como pequeños animales cuya conducta está reglada y debe ser completamente previsible y custodiada, como si fueran pequeños animales que hay que vigilar constantemente y en los que nunca puede confiarse del todo.
Cuerpos de las suicidas como libros de texto (símil)
“Sus corazones azules y lisos parecían globos de agua y el resto de sus órganos poseía una diafanidad similar a la de los libros de texto”.
Tiempo después de que el médico forense concluyó de examinar y preparar los cadáveres de las cinco hermanas, seguía pensando en el caso. Siendo que nunca le había tocado trabajar con cuerpos tan jóvenes, se asombraba del perfecto estado en que estos se encontraban todavía.
Para dejar en claro su asombro, establece un extraño símil entre sus órganos y los libros de texto. Es posible que estuiera pensando en los libros cuando recién son impresos, limpios y prolijos, brillantes y sin quebraduras de ningún tipo. Así mismo lucían para él los jóvenes órganos de las hermanas, que todavía no conocían el alcohol ni ningún otro vicio mundano.
