'La pietá' (Símbolo)
Para ingresar a la universidad de arte en Teherán, Marjane debe presentar en el examen de admisión una obra pintada por ella. Decide entonces adaptar La pietá, obra de Miguel Ángel, pero la adapta siendo consecuente con las exigencias del régimen islamita: "La reproduje añadiéndole un chador negro en la cabeza de María, un vestido militar para Jesús y dos tulipanes, símbolo de los mártires" (Tomo 4, p. 39).
Ese cuadro pintado por Marjane no solamente es una adaptación literal, sino que funciona como un símbolo de la adaptación de la protagonista. Marjane, tras haber intentado suicidarse por su imposibilidad de pertenecer, lo único que desea es tener una vida normal en Irán, como si nunca se hubiese ido de allí, como si realmente perteneciera. El acto de realizar una pintura con motivos islamitas (el régimen al que odia, el régimen que mató, entre otras personas, a su tío) demuestra que la protagonista está decidida a ser lo que sea para adaptarse y vivir su vida sin problemas, como si fuera una islamita más.
Sin ir más lejos, es luego de este acto cuando la protagonista delata a un inocente en la calle con tal de no ser arrestada por los Guardias de la revolución. Es el momento en el que Marjane no solo pierde su rebeldía, sino que se sobreadapta, se convierte en un ser dócil y hasta cómplice del régimen con tal de no meterse en problemas.
El Renault 5 del padre de Marjane (Símbolo)
Así como el Cadillac del padre de Marjane durante los dos primeros tomos funciona como un símbolo de riqueza; el Renault 5 funciona como un símbolo de la pérdida de la riqueza. Cuando Marjane regresa a su país, encuentra a sus padres empobrecidos en comparación a la situación en la que se encontraban antes de que ella partiera. El Renault 5 en el que la van a buscar al aeropuerto se lo demuestra inmediatamente.
El pañuelo (Símbolo)
El pañuelo funciona como un símbolo de la pérdida de la libertad. El momento donde esto se ve con mayor claridad es en el final del tercer tomo cuando Marjane se lo pone para volver a Irán y, en esa misma viñeta, afirma: "Y se fueron a tomar por viento mis libertades individuales y sociales” (Tomo 3, p. 94).
La píldora (Símbolo)
La píldora anticonceptiva funciona como símbolo de la libertad sexual. Aparece dos veces, con la misma carga simbólica: la primera vez es junto a Julie, su amiga francesa, quien le dice que la toma para poder estar con chicos sin tener que usar preservativo. A Marjane, esto le parece asombroso. Este capítulo, incluso, lleva el nombre de "La píldora".
La segunda vez que aparece es en la universidad de Teherán: a Marjane se le cae la píldora del bolso, una compañera se la levanta y le pregunta si es irregular como ella y por eso la toma. La protagonista le responde que no, que la toma porque tiene relaciones sexuales con su novio, y gran parte de sus compañeras se horrorizan. En este caso, la libertad sexual no se ve como algo positivo ni mucho menos.
La sopa (Símbolo)
La primera amiga que se hace Marjane en Europa es Lucía. En su primer intercambio, ambas se ofrendan mutuamente una comida típica de su país. Marjane le regala a Lucía unos pistachos y Lucía le hace una sopa que a Marjane le parece muy fea. La sopa funciona como un símbolo de las dificultades que tendrá que atravesar la protagonista para adaptarse a la cultura europea y poder disfrutarla. Incluso, este capítulo lleva el nombre de "La sopa".