Los sonidos del campo abierto (imagen auditiva)
“WOYZECK —Tan raro es el silencio que deseo contener la respiración. ¡Andrés!
ANDRÉS —¿Qué? Woyzeck mira fijamente hacia el horizonte. Tras la retirada, Woyzeck arrastra a Andrés hasta la maleza.
WOYZECK —¡Di algo! ¡Andrés! ¡Qué claridad! Un fuego recorre el cielo y se oye un estruendo como de trombones. ¡Se nos echa encima! Vamos. No mires atrás.
ANDRÉS —Woyzeck, ¿lo oyes todavía?
WOYZECK —Silencio, todo está en silencio, parece que el mundo ha muerto.
ANDRÉS —¿Lo oyes? Son los tambores del cuartel. Tenemos que irnos”.
Al comienzo de la obra, encontramos a Woyzeck de guardia junto a Andrés. Ya en este primer momento apreciamos una incongruencia entre lo que dice el protagonista y lo que percibe realmente su compañero. Pareciera que Andrés ya es consciente de la afección mental que sufre Woyzeck, por lo que simplemente le sigue el juego.
Por lo tanto, esta es una imagen auditiva muy peculiar, ya que la mayoría de los sonidos están en la imaginación del personaje principal y no en la realidad literaria.
Marie conoce al Tambor Mayor (imagen visual)
“MARGRETH —¡Qué buen mozo! Como un roble mismamente.
MARIE —Como un león, con ese andar. El tambor mayor saluda.
MARGRETH —Vaya, vaya, qué ojitos tiernos vecina. ¿Quién lo habría pensado de usted?”.
En esta escena presenciamos el primer encuentro de Marie con el Tambor Mayor. Marie está mirando un desfile por su ventana, mientras que una vecina suya le habla desde abajo. Margreth se da cuenta, por el brillo de los ojos de Marie, de que el Tambor Mayor le ha gustado mucho. Esta escena va anticipando el desenlace de la obra, ya que es el momento en que se permite a sí misma desear un hombre por fuera de su matrimonio.
Woyzeck ve a Marie bailando con el Tambor Mayor (imagen visual)
“Pasa Marie por delante de Woyzeck bailando. Woyzeck al querer hablar al principio se ahoga, se incorpora bruscamente y se deja caer otra vez en el banco”.
Luego de que ya han empezado a vincularse Marie y el Tambor Mayor, Woyzeck comienza a sospechar. Los ve bailando juntos y se da cuenta de que pasa algo entre ellos. De hecho, comienza a sentir unos celos irrefrenables que luego lo conducirán a su último acto funesto.
Woyzeck mata a Marie (imagen visual)
“MARIE —¡Qué roja brilla la luna!
WOYZECK —Como un cuchillo ensangrentado.
MARIE —¿Qué te traes entre manos Franz? ¡Estás pálido! ¡Franz, no! ¡Por el amor de dios! ¡So-socorro!
WOYZECK —¡Toma esto! ¡Y esto! ¿Es que no sabes morirte? ¡Así!¡Así! ¡Aún sigue moviéndose! ¿Todavía no? ¿Todavía no? ¿Estás segura? ¡Muerta, muerta!”.
Para cuando Woyzeck ya ha confirmado el romance entre su esposa y el Tambor Mayor, se la lleva a ella engañada de su casa. No le explica a dónde van, pero ha conseguido un cuchillo para matarla, en venganza por su traición.