Próspero
Narrador principal del Ariel, Próspero es “el viejo y venerado maestro” (p.3) que pronuncia un discurso frente a sus discípulos en su sala de estudio para prepararlos para la labor espiritual que les toca realizar en el mundo exterior. Su nombre alude al mago de la tragedia La tempestad. En el drama de Shakespeare, Próspero recurre al espíritu de Ariel para manipular los acontecimientos del drama, mientras el Próspero de este ensayo, que funciona como un alter ego de Rodó, invoca la figura de Ariel como símbolo de la idealidad que quiere transmitir a sus alumnos.
Ariel
El Ariel de Rodó no tiene la entidad de un personaje ficticio en el ensayo, como sí la tiene el espíritu de aire de La tempestad, de donde obtiene su nombre. Su aparición visible es en la forma de una estatua de bronce presente en la sala de estudio donde Próspero pronuncia su discurso. Sin embargo, Ariel tiene protagonismo como imagen visible que representa los ideales que el maestro quiere transmitir. Así lo describe el narrador omnisciente al comienzo del ensayo: “Ariel es el imperio de la razón y el sentimiento sobre los bajos estímulos de la irracionalidad; es el entusiasmo generoso, el móvil alto y desinteresado en la acción, la espiritualidad de la cultura, la vivacidad y la gracia de la inteligencia” (p.3).
Calibán
Otro personaje del drama de Shakespeare, que en el ensayo de Rodó representa la fuerza contraria a Ariel. Es una imagen negativa de la modernidad como consagración de lo sensual y lo utilitario por sobre lo elevado y lo desinteresado. Próspero sostiene que la democracia, entendida como la mera búsqueda de bienestar material e igualitarismo, es la “entronización de Calibán” (p.24).
Los discípulos
Los discípulos de Próspero representan a la joven generación. A diferencia de otro tipo de escenas de enseñanza, como la del diálogo socrático, estos jóvenes son una presencia muda durante todo el discurso; escuchan sin preguntar, comentar o refutar. También presentan una imagen del lector ideal del Ariel dentro de la escena ficcional, como parte de aquellos jóvenes a los que Rodó quiere inspirar y llamar a la acción.
Enjolrás
Uno de los discípulos de Próspero que se destaca en Ariel por tomar la voz en el final del ensayo. Su nombre alude a un personaje de Los miserables, Enjolrás, líder de los estudiantes revolucionarios en el drama de Victor Hugo. Al igual que este personaje, el discípulo de Próspero se destaca por su “ensimismamiento reflexivo” (p.56) y por ser el primero en sobreponerse cuando los jóvenes salen al mundo exterior y se encuentran con la muchedumbre a la que deben guiar.