Ariel (Símbolo)
La estatua de Ariel es una imagen que en el ensayo representa el idealismo de Rodó. En su figura se condensan todos los valores y las ideas que Próspero quiere transmitir a sus discípulos: Ariel “significa idealidad y orden en la vida, noble inspiración en el pensamiento, desinterés en moral, buen gusto en arte, heroísmo en la acción, delicadeza en las costumbres” (p.53). El numen de la obra de Shakespeare es razón y sentimiento, y el instinto que el ser humano lleva dentro de sí para superarse y perfeccionarse.
Calibán (Símbolo)
El personaje monstruoso de La tempestad cumple una función simbólica en Ariel otorgando una imagen negativa de la modernidad como triunfo del utilitarismo. El narrador omnisciente de la primera parte describe a Calibán como un “símbolo de sensualidad y de torpeza” (p.3) y así lo presenta como opuesto a los ideales puros y desinteresados que encarna Ariel como su némesis. Las personas deben intentar despojarse de aquellos “vestigios de Calibán” (p.3) que llevan dentro de sí, como el egoísmo y el interés por lo material e inmediato, si quieren alcanzar la superioridad moral y espiritual.
Atenas (Símbolo)
La ciudad de la Antigüedad griega representa en Ariel el modelo más acabado de realización del ideal en la esfera de lo material. Fue la primera civilización en entender la necesidad de la totalización, porque, en ella, cada ateniense logró desarrollar de forma armónica y proporcionada todas las facultades humanas: “Atenas supo engrandecer a la vez el sentido de lo ideal y el de lo real, la razón y el instinto, las fuerzas del espíritu y las del cuerpo” (p.12). Atenas simboliza también la eficacia del régimen democrático en una ciudad donde los ciudadanos son iguales en moralidad y espiritualidad, y, si bien Próspero comprende que es imposible alcanzar ese estado de perfección en las civilizaciones complejas de su tiempo, los jóvenes deben aspirar a restituir aquella armonía ateniense para construir un futuro superador de su presente.
Esfinge (Símbolo)
La figura griega de la Esfinge, como enigma a resolver, es un símbolo de cómo Rodó comprende la tarea del pensador o del intelectual como la de quien debe develar algo que resulta incomprensible para el común de las personas. Esa es la tarea que Próspero tiene como orientador moral de la juventud, y que también les encarga a sus discípulos como guías espirituales de su sociedad. Si bien no queda claro en Ariel cuál es el reto que plantea la Esfinge –porque es algo que los propios jóvenes deben descubrir– podríamos pensar que la escena del final, en la que los discípulos se encuentran con la muchedumbre, sugiere que la Esfinge de la juventud son las multitudes a las que deben liderar y educar.
Estados Unidos (Símbolo)
Próspero sostiene que Estados Unidos es “la encarnación del verbo utilitario” (p.33), es decir, la puesta en acto del utilitarismo que limita su concepción del progreso humano a la prosperidad material y a perseguir fines inmediatos y una igualdad en lo mediocre, que no aspira a la perfección moral y espiritual de los individuos y de la sociedad. Como modelo de democracia opulenta, tan admirado por los hispanoamericanos, Estados Unidos simboliza el triunfo de la cantidad por sobre la calidad. Si bien en Europa identifican a Estados Unidos con “el espíritu de americanismo” (p.33), Próspero intentará formar otra noción de lo americano que incluya los pueblos de ascendencia latina dentro de una idea de América en la que se reconcilian el utilitarismo estadounidense y el proyecto de recuperar la idealidad del espíritu latinoamericano.