Don José Domingo Orozco pierde a su familia en un incendio que arrasó su casa en Riobamba. Se las arregló para salvar a Carlos solamente. La casa fue incendiada por Tubon, que quería vengarse de la pérdida de su familia. El conflicto entre los pueblos indígenas y los colonos blancos se intensifica en enfrentamientos. Los nativos fueron sometidos a humillación, tortura y esclavitud. Después de perder a miembros de su familia, Don José decide unirse al misionero. Carlos comienza a enamorarse de una joven llamada Cumandá. Se cree que Cumandá es hija de Tongana, un jefe indígena, que odia a los colonos con pasión.
Cumandá va a celebrar a la orilla del lago Chimano y le suplica a Carlos que la acompañe. Cumandá representa a los zaparos. Cuando Tongana se da cuenta de que Carlos ha asistido a los festivales, le dice a sus hijos que lo maten. Sin embargo, Carlos logra escapar de la muerte porque Cumandá le informa sobre el plan. Yahuarmaqui, el gran jefe de jibaros, amonesta a Tongana por sus acciones. Como resultado, Tongana le ordena a su hija que se case con Yahuarmaqui. Sin embargo, Carlos y Cumandá van a Andoas. Mayariaga y sus tropas atacan el lago Chimano, pero Yahuarmaqui lo mata.
Yahuarmaqui muere mientras están en la luna de miel con Cumandá. La muerte del líder indígena obliga a Cumandá a comenzar a buscar a Carlos. Jibaros ha detenido a Carlos. Unos jíbaros piden a Don José que les dé a Cumandá para que Carlos se salve de la muerte. Cumandá acepta entregarse para proteger a Carlos. Más tarde, Don José se va a buscar a Carlos. Lo encuentra en el bosque. Aquí, se descubre que Cumandá es la hija de Don José. Fue salvada del fuego por Pona. Posteriormente, Cumandá muere. Poco después, Carlos también fallece y es enterrado cerca de ella. Don José viaja a Quito, donde continúa predicando la palabra de Dios. Todavía recuerda a su hijo e hija.
