Lucero duerme (imagen visual)
"Lucero, que dormía boca abajo, despatarrada, con los brazos abiertos y las manos a los lados de la almohada, la cara hacia el otro extremo del cuarto, ocupando casi toda la cama que era ancha".
Esta imagen visual presenta a Lucero en una postura descriptiva, creando una atmósfera de intimidad. La disposición de su cuerpo y el espacio que ocupa en la cama sugieren una cierta despreocupación y relajación. La amplitud de la cama puede simbolizar la libertad aparente, pero también anticipa la intrusión de Marcos en ese espacio.
Caricias a Lucero (imagen visual y auditiva)
"Le puse una mano en el hombro, ella no la rechazó y empecé a tocarla. Lucero, me di cuenta en esos momentos, dormía en playera de algodón y pantaleta".
La combinación de tacto y sonido se fusiona en esta imagen. La acción de tocar a Lucero transmite la sensualidad y la conexión física. La mención de la ropa de Lucero añade un componente táctil, sugiriendo texturas suaves como el algodón. La descripción auditiva del crujido de la cama enfatiza la clandestinidad de la situación y agrega una capa de tensión al encuentro.
Hacer el amor (imagen visual y auditiva)
"La cama crujía, los dos habíamos hecho el amor furiosamente…".
La imagen evoca sonidos que transmiten la intensidad del encuentro sexual entre Marcos y Lucero. El crujido de la cama actúa como una banda sonora que refleja la pasión y la entrega. Además, aunque no se menciona directamente, la actividad intensa sugiere la presencia de otros elementos sensoriales, como el olor a la piel o el perfume, intensificando la experiencia.
Las golondrinas (imagen visual y auditiva)
"Amalia quedó admirada de haber pasado tantos años sin saber cuáles eran las golondrinas, habiéndolas visto tantas veces. Su reacción, y la carcajada que echó —alcancé a verle el paladar— me simpatizaron".
Esta imagen combina elementos visuales y auditivos para retratar la sorpresa y la risa de Amalia al descubrir la identidad de las golondrinas. La expresión facial y la carcajada son auditivas, pero la referencia al paladar aporta una dimensión visual a la experiencia. Este momento revela la humanidad de Amalia, agregando matices a su caracterización y generando empatía en el lector.