Dos palabras

Dos palabras Resumen y Análisis Dos palabras

Resumen

Belisa Crepusculario es una mujer que recorre el país vendiendo palabras. De tanto ir de un lado a otro se ha vuelto famosa y muchas personas acuden a ella para que les brinde sus servicios. Por cada cincuenta centavos que paga una persona, además, Belisa le obsequia una palabra secreta para espantar la melancolía.

La mujer proviene de una familia muy humilde. Cuando una terrible sequía azotó la región en donde vivía provocando la muerte de cuatro de sus hermanos, Belisa decidió irse de su casa. En una aldea próxima a la costa, descubrió la escritura: el viento colocó a sus pies una hoja de periódico. Luego de comprender que lo que aparecía en aquella hoja eran palabras, le pagó a un cura para que le enseñara a usarlas. A partir de ese momento, comenzó su negocio de vender palabras.

Una tarde, Belisa se encuentra en el centro de una plaza vendiendo palabras, cuando aparecen los hombres del Coronel, un líder revolucionario con gran participación en la Guerra Civil. El Mulato, hombre de confianza del Coronel, se acerca a ella y ordena que la aten y se la lleven. Horas más tarde, Belisa es presentada frente al Coronel, de quien siente una atracción poderosa, fundamentalmente basada en el vigor que él irradia. El Coronel, a quien Belisa le parece sumamente atractiva, le explica que tiene ambiciones de ser presidente y que necesita que Belisa le escriba un discurso presidencial para convencer a la gente. El problema es que el Coronel no sabe leer, por lo que Belisa debe leerle el discurso varias veces para que él se lo aprenda de memoria. Una vez aprendido, le paga a Belisa un peso por el discurso, y ella le regala dos palabras secretas. Luego, el Mulato se lleva a Belisa y la deja al borde de un camino.

Durante tres meses, el Coronel pronuncia su discurso por todo el país, y la gente se muestra muy entusiasmada y conmovida por sus palabras. Así y todo, conforme crece su popularidad, el Coronel se muestra cada vez más ensimismado, repitiendo las palabras secretas. Cada vez que repite estas palabras, evoca la presencia de Belisa Crepusculario. Ante este ensimismamiento, el Mulato le pregunta qué le pasa, y este responde que no puede dejar de pensar en las dos palabras que le ha regalado Belisa. A raíz de esto, el Mulato decide ir a buscar a Crepusculario para que le quite a su jefe la maldición de las palabras.

Cuando Belisa se encuentra nuevamente ante el Coronel, ellos se miran largamente, y el Mulato y el resto de los hombres comprenden que su jefe ha sido hechizado para siempre por el poder de las dos palabras. Finalmente, Belisa avanza hacia el Coronel y le toma la mano.

Análisis

Para un análisis de "Dos palabras", resulta interesante tomar en consideración la opinión de la propia Isabel Allende en lo que se refiere a su propia escritura: "Escribo sobre el amor y la violencia, sobre la muerte y la redención, sobre mujeres fuertes y padres ausentes, sobre la supervivencia. La mayoría de mis personajes son seres marginales, no están protegidos por la sociedad, son poco convencionales, irrespetuosos, desafiantes" (2023). A partir de esta reflexión de la autora, podemos pensar a "Dos palabras" como un cuento típico de la literatura de Allende. Por un lado, el relato presente el tema del amor en el vínculo entre Belisa y el Coronel. Por otro lado, la violencia también está presente, no solo por el contexto de Guerra Civil, sino también en cómo el Mulato se lleva a Belisa a la fuerza para presentarla ante su jefe. Por otro lado, Belisa Crepusculario se constituye como una mujer fuerte, con mucha personalidad, que sobrevive por sus propios medios, ya que ha perdido a casi toda su familia.

Ahora bien, más allá de esta serie de elementos característicos de la literatura de Isabel Allende presentes en el relato, está claro que "Dos palabras" pone de relieve el tema del amor y el placer erótico por encima del resto. En ese sentido, tal y como afirma el crítico literario Luis Sáinz de Medrano Arce, el amor y el erotismo se apoyan en las palabras. Dicho de otro modo, en este relato, incluido en el libro Cuentos de Eva Luna, las palabras son determinantes en la germinación del vínculo amoroso que se establece entre Belisa y el Coronel.

Así y todo, cabe aclarar que ya existe una atracción entre ellos antes de la transmisión de esas dos palabras secretas que condicionarán al Coronel a no poder dejar de pensar en Belisa; una atracción que está relacionada con la sensualidad y el placer erótico. Belisa siente deseos de ayudar al Coronel, en parte, porque "percibió un palpitante calor en su piel, un deseo poderoso de tocar a ese hombre, de recorrerlo con sus manos, de estrecharlo entre sus brazos" (19). El Coronel, por su parte, también siente atracción sexual por Crepusculario cuando ella se le aproxima, y percibe el olor y el calor de su cuerpo, así como el perfume de su aliento. En relación con esto, las palabras se presentan, en parte, como un instrumento que permite que ese deseo erótico se traduzca en un sentimiento más consistente y duradero como lo es el amor. Al mismo tiempo, la atracción sexual recíproca entre ambos se presenta como aquello que, en primera instancia, hace posible ese amor, aquello que le dará a esas dos palabras el poder casi mágico que acaban teniendo. En síntesis, en este relato no se concibe al amor sin placer erótico ni viceversa, algo que queda reflejado de una forma bastante clara.

Por otro lado, es significativo el modo en que el Coronel adopta una actitud de divinización casi delirante respecto de esa sensualidad que le evoca el recuerdo de Belisa, un deseo que lo lleva al punto de hacerlo perder la cordura. De hecho, hasta cierto punto, la descripción hiperbólica de la pasión del Coronel puede relacionarse con la idea del amor como factor enajenante. Pero más allá de esto, las dos palabras, como tantos otros instrumentos de brujería y erotismo -cartas, tijeras, amuletos-, logran el efecto propio de un hechizo de amor, lo cual asemeja a este relato a los tradicionales cuentos de hadas. A propósito de esto, cabe mencionar que Allende ha sido considerada una exponente del movimiento literario llamado "realismo mágico", también conocido como "real maravilloso". Este movimiento surge en la primera mitad del siglo XX en Latinoamérica y se caracteriza por exponer situaciones irreales o extrañas como circunstancias cotidianas o normales. Dicho esto, estas dos palabras que Belisa le regala al Coronel y acaban teniendo un efecto casi sobrenatural en él serían el elemento de realismo mágico que la autora introduce en el presente relato.

En otro orden de cosas, la historia de este relato se emplaza en un contexto de guerra, aunque nunca se ofrecen datos sobre el conflicto que permitan darle un referente político y territorial concreto en el mundo real. Esto es algo común en las obras que pertenecen al real maravilloso, como es el caso del relato "Dos palabras". Se trata de obras en las que se alude a conflictos políticos en forma genérica, en parte, porque son conflictos que se producen en forma generalizada en Latinoamérica durante la segunda mitad del siglo XX.

Dicho esto, el Coronel es un líder revolucionario que ha tenido una gran participación en una Guerra Civil llevada a cabo hace poco tiempo. Esta guerra ha dejado secuelas, y esto se ve reflejado en la dinámica social en la que se desenvuelve Belisa, quien vende palabra, en los mercados de pueblo en los que se cruza, a personas que ilustran el nivel de pobreza que ha dejado la guerra: "En una mañana de agosto, se encontraba Belisa Crepusculario en el centro de una plaza, sentada bajo su toldo vendiendo argumentos de justicia a un viejo que solicitaba su pensión desde hacía diecisiete años" (17). De esta forma, si bien la historia se desarrolla en los años posteriores de la guerra, podemos apreciar con claridad que los efectos del conflicto siguen presentes en la vida de la gente. También en el Coronel, un hombre endurecido por las crueldades que ha presenciado (y perpetrado) durante la guerra; crueldades que lo han sumido en un profundo estado de insensibilidad y soledad, como percibe Belisa cuando lo ve por primera vez: "La mujer vio su piel oscura y sus fieros ojos de puma y supo al punto que estaba frente al hombre más solo de este mundo" (18). Así y todo, vale señalar el modo en que el Coronel refleja una voluntad de cambio al convocar a Belisa para que le escriba un discurso presidencial. Ello refleja que ya no quiere obtener resultados por medio de la violencia, sino que busca llegar al poder de una forma consensuada y democrática. Esta actitud del Coronel hace que Belisa interprete que detrás de este hombre vigoroso, violento y, en apariencia, insensible, se esconde una persona de buen corazón.

Ya hemos mencionado cómo las palabras son vehículo del amor entre el Coronel y Belisa. Sin embargo, la importancia que les da Isabel Allende no se circunscribe bajo ningún punto de vista a esta función. En principio, las palabras constituyen la forma de ganarse la vida de Belisa Crepusculario, por lo que podemos decir que la protagonista de la historia comparte este rasgo con su autora. Al mismo tiempo, la gente que le compra estas palabras a Belisa también encuentra en ellas algo de vital importancia, sobre todo en esas palabras secretas que les da por cincuenta centavos para espantar la melancolía. En suma, tanto en esta historia como en muchas otras de Isabel Allende, las palabras poseen un efecto similar al que tiene el amor: tienen la capacidad de activar la sensibilidad de las personas y conectarlas entre sí. Esto se puede ver con claridad en el caso del Coronel, quien logra desarrollar la sensibilidad necesaria para enamorarse de Belisa gracias a esas dos palabras secretas que ella le regala.

Dicho esto, otro de los temas que aborda el relato "Dos palabras" es el de la política. El Coronel ya no desea ser ese líder revolucionario que obtiene lo que desea por la fuerza, sino que busca legitimar sus ideales a través de la voluntad popular, es decir, del voto. En buena medida, podemos decir que luego de vivir las atrocidades de la Guerra Civil, él ha entendido que la violencia no es el camino para obtener el bienestar de su pueblo y por eso manda a buscar a Belisa para que ella le escriba un discurso presidencial. Por otro lado, en el momento en que transcurre la historia, la sociedad se encuentra en un estado de acefalía política y escasez de recursos como consecuencia de la guerra, y son estas circunstancias las que posibilitan que un hombre como el Coronel, analfabeto y sin experiencia, piense en proponerse como candidato a presidente.

Hacia el final del relato, el Coronel confiesa que no puede dejar de pensar en Belisa, y el Mulato la va a buscar para que le quite a su jefe el encanto de esas dos palabras que tan distraído lo tienen. Sin embargo, las cosas nos salen según sus planes, ya que el amor que fue creciendo en el Coronel a raíz de esas dos palabras termina por concretarse apenas ve a su amada. Es, entonces, este amor una fuerza mucho más profunda y determinante que cualquier ambición individual. Para Isabel Allende está claro que las palabras representan un puente entre las personas, posibilitan el encuentro y el desarrollo de sentimientos que combaten la soledad constitutiva del ser humano.

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