Resumen:
Ana y Peter continúan con su íntima relación. Ahora, Peter baja a ver a Ana tanto como ella sube a visitarlo a él. Ana está preocupada porque Margot pueda sentirse celosa de su relación con él. Ella y Margot intercambian cartas en las que hablan de sus sentimientos. Margot no está celosa de la relación de Ana con Peter, pero sí de que Ana tenga a alguien con quien hablar, y ella no. Peter invita a Margot arriba junto a Ana para que los pueda acompañar en sus discusiones.
Afuera, la guerra continua. Un avión se estrella cerca del edificio donde viven y esto sorprende y espanta a todos. Los robos son muy comunes en toda la ciudad. Para vencer el aburrimiento, Ana incluye un registro completo que habla sobre el tema de la política y menciona cómo todos en el escondite se sientan alrededor de la radio para escuchar la programación del domingo por la noche. Ana reporta que todo parece ir bien en el frente ruso.
La señora Frank le prohíbe a Ana subir a lo de los Van Daan tantas veces, argumentando que la señora Van Daan está celosa. Ana se molesta, y a esto le sigue una seria critica a ambas madres. Después, el 29 de marzo, Ana escribe que el ministro holandés exiliado ha anunciado que, después de la guerra, harán una colección de diarios y cartas. Ana se emociona al pensar en la posibilidad de escribir una novela sobre la Casa de atrás.
La comida escasea en la Casa de atrás. Los residentes pasan por "ciclos de comidas" en los que solo pueden comer un solo tipo de comida: ahora mismo están en medio de un ciclo de frijoles y no hay vegetales disponibles. Ana está viviendo un estado de agitación emocional y describe cómo lloró mucho la noche anterior. También está preocupada por el futuro. Quiere ser escritora y habla sobre algunas de las historias que ha escrito. “¡Quiero seguir viviendo, aún después de muerta!”, exclama, y le da gracias a Dios por su don literario. También habla sobre sus otros intereses, que incluyen la historia y la mitología.
El 11 de abril tiene lugar otro robo. Los hombres bajan a investigar y asustan a los ladrones gritando “¡Policía!” pero esto solo atrae más la atención hacia ellos. Una pareja apunta una linterna hacia la bodega y los hombres corren hacia arriba. Por muchos días todos se acurrucan arriba, esperando a que la Gestapo vaya a llevárselos. Los adultos contemplan la posibilidad de destruir evidencia, incluyendo la radio y el diario de Ana. Ana responde furiosa a la idea de destruir su diario. Exclama: “¿Quien nos ha impuesto esto? ¡¿Quien ha hecho de nosotros la excepción entre los pueblos?!”. Afortunadamente, Miep y su esposo Henk van a visitarlos antes de que la policía llegue a causa del robo. La bondad de ellos inspira a Ana: dice que quiere convertirse en ciudadana holandesa después de la guerra.
El robo empeora la situación en el anexo. Los adultos están molestos. A Peter se le olvida dejar la puerta de la bodega sin seguro, evitando la entrada de los trabajadores y casi metiendo a todos en grandes aprietos. Pero Ana está contenta porque al fin ha podido conseguir un beso de Peter. Aunque sabe que su familia no lo aprobará, cree que es lo suficientemente madura como para recibir su afecto. Hay más problemas con los trabajadores de la bodega allá abajo y Dussel se niega a dirigirle la palabra a los Van Daan.
Análisis:
El robo provoca profundas reflexiones en Ana. Una vez más, confronta la crueldad del mundo y la injusticia del prejuicio. No puede encontrar ninguna respuesta, pero su ira y su miedo son purgantes. Se da cuenta de muchas cosas sobre la situación en la que está y lo que quiere para ella misma gracias a esto. Su decisión de convertirse en una ciudadana holandesa después de la guerra es una de esas cosas. Una vez más, reconoce el gran esfuerzo y la compasión de sus ayudantes holandeses. La apasionada y profética descripción que hace sobre su escritura es también muy conmovedora. De hecho, fue su declaración de querer vivir para siempre, así como su creencia en que su diario podría ser interesante para otros, lo que convenció a su padre de publicar el diario.
La creencia de que están a punto de ser capturados llega a unir a todos en el anexo, a pesar de que después la misma tensión los separa otra vez. La tonta pelea de Dussel con los Van Daan, y la dicha de Ana por su relción con Peter prueban que nadie en el anexo está libre del miedo a la muerte. Esto es muy triste porque las amenazas se acercan más y más, y se están cometiendo muchos errores (como el de Peter). Al mismo tiempo, esto muestra, por un lado, que los residentes del anexo pueden vencer sus miedos al concentrarse en lo que es más cercano a ellos y, por el otro, cómo la vida continúa siendo un proceso del día a día.
Los comentarios de Ana sobre la guerra y la política también muestran cómo ella se emíeza a sentir atraída por el mundo adulto. Clama odiar a la política pero registra fielmente el desarrollo de la guerra en su diario. Ella comienza a entender que lo que sucede afuera tiene un impacto directo en su vida. También contempla cómo ser judío hace a una persona tan diferente, lo que constituye un gran paso en la formación de su identidad.