Capitulo 6
Stradlater regresa tarde esa noche y le da gracias a Holden por prestarle su chaqueta y le pregunta si escribió el ensayo por él. Cuando Stradlater lo lee, este se molesta con Holden ya que el ensayo es simplemente sobre un guante de béisbol. Holden se irrita al ver que Stradlater esta enojado y destruye el ensayo. Inmediatamente Holden comienza a fumar para molestar aún más a Stradlater.
Holden le pregunta a Stradlater sobre su cita, pero Stradlater no le da mucha información solo le dice que pasaron la mayor parte del tiempo en el carro de Ed Banky. Finalmente Holden le pregunta a Stradlater si tuvieron sexo. Stradlater le dice que la respuesta es un “secreto profesional,” y Holden furiosamente responde tratando de golpearlo.
Stradlater lo empuja y se sienta con sus rodillas en el pecho de Holden. Stradlater lo deja ir solo cuando este acepta no decir nada más sobre la cita de Stradlater. Sin embargo, cuando Holden le llama a Stradlater un idiota, Stradlater lo noquea. Holden va al baño a lavarse la sangre de su cara a órdenes de Stradlater. A pesar de que clama ser un pacifista, Holden disfruta de cómo se ve su cara con sangre.
Capitulo 7
Ackley, quien se despierta al oír la pelea, viene a la habitación de Holden para preguntarle que es lo que pasó. Este le dice a Holden que aun está sangrando y que debería de ponerse algo en sus heridas. Holden le pide a Ackley pasar la noche en su cuarto ya que su compañero de cuarto no se encuentra ese fin de semana, pero Ackley le dice que no le puede dar permiso. Holden se siente tan solo que desea estar muerto.
Holden se preocupa al pensar que Stradlater tuvo sexo con Jane durante su cita ya que sabia que Stradlater era capaz de seducir a chicas rápidamente. Holden le pregunta a Ackley si necesita ser católico para unirse a un monasterio. Holden entonces decide irse de Pencey inmediatamente. Holden decide hospedarse en un hotel de Nueva York y llevársela despacio hasta el Miércoles. Holden empaca unos zapatos para patinar sobre el hielo que su madre le acaba de mandar. Los zapatos lo entristecen ya que no eran los que el quería. Según Holden, su madre siempre tiene la manera de decepcionarlo cuando este recibe un regalo de ella.
Holden despierta a Woodruff, un rico estudiante, y le vende su máquina de escribir por veinte dólares. Antes de marcharse, Holden grita en los pasillos de Pencey “¡Que durmáis bien, tarados!”
Capitulo 8
Ya que es muy tarde para llamar a un taxi, Holden camina hacia la estación de trenes. En el tren, una mujer se sube y se sienta a su lado a pesar de que el tren está casi vacío. Ella comienza a platicar con él ya que nota una calcomanía de Pencey en su equipaje y le dice que su hijo, Ernest Morrow, también asiste a Pencey. Holden lo recuerda como “el hijo de puta mayor que había pasado jamás por el colegio.” Holden le dice que su nombre es Rudolf Schmidt, el nombre del trabajador de mantenimiento de Pencey. Holden le miente a la señora Morrow, pretendiendo que le gusta Pencey y que es buenos amigos con Ernest.
La señora Morrow, mientras tanto, piensa que su hijo es muy sensible, algo que Holden encuentra muy divertido, pero Holden continua mintiéndole sobre Ernest– incluyendo que su hijo pudo haber sido electo presidente de la clase, pero fue muy modesto para aceptar la nominación. Holden le pregunta a la mujer si le gustaría tomarse una bebida con él en el bar del tren. Finalmente, Holden le dice que se está marchando de Pencey porque tiene una operación; este clama tener un tumor en su cerebro. Cuando la mujer invita a Holden a visitarla durante el verano, Holden le dice que estará pasando el verano con su abuela en Sudamérica.
Capitulo 9
Cuando Holden llega a Nueva York no sabe a quién llamar. Holden piensa en hablarle a su hermana, Phoebe, pero piensa que ella probablemente está dormida y que sus padres oirán que el está en Nueva York. Holden también considera llamarle a Jane Gallagher o a Sally Hayes, otra amiga, pero al final no le habla a nadie.
Holden se sube a un taxi y le da la dirección de su casa, pero se da cuenta de que no quiere ir a casa. Entonces Holden decide ir al Hotel Edmond en vez de ir a casa y se hospeda en una habitación no tan buena. Holden mira afuera de su ventana y puede ver el otro lado del hotel. Desde su ventana puede ver otras habitaciones; en una de ellas, un hombre se desnuda y se viste con ropa de mujer mientras que en otra habitación un hombre y una mujer se derraman sus tragos el uno al otro.
Holden cree que él es el “peor pervertido que alguien ha visto en su vida”, pero después dice paradójicamente que no entiende nada del sexo. Después Holden considera hablarle a Jane pero otra vez decide no hacerlo y en su lugar llama a Faith Cavendish. Faith es una mujer que anteriormente era una stripper pero no es realmente una prostituta. Cuando Holden le llama le pregunta si se pueden ver para tomar un trago juntos, pero Faith lo rechaza repetidamente.
Capitulo 10
Holden describe con más detalle a su familia en este capítulo. Su hermana Phoebe es la niña mas inteligente que ha conocido, y Holden mismo es el único tonto. Phoebe le recuerda a Holden a su hermano Allie en apariencia física, pero ella es muy emotiva. Phoebe escribe historias sobre la imaginaria Hazle Weatherfield, una chica detective.
Holden baja a el salón Malva, la sala de fiestas del hotel. La banda que toca es un poco vieja y también la gente. Cuando Holden intenta ordenar una bebida, el mesero le pide una identificación, pero como Holden no la tiene este le pide que por favor le ponga ron a su Coca.
Holden fija su vista en tres mujeres sentadas en otra mesa, particularmente en una rubia. Holden saca a bailar a esta mujer y piensa que ella es una excelente bailarina pero una tonta. Holden se ofende cuando la mujer, Bernice Krebs, le pregunta por su edad y este les dice que su nombre es Jim Steele. Como las mujeres continúan diciendo que vieron a Peter Lorre ese día, Holden asegura que el vio a Gary Cooper saliendo del salón Malva. Holden cree que las mujeres son un poco patéticas por querer ir a al primer show en el salón de música de Radio City.
Análisis
Para el capitulo 6, Salinger ya ha establecido el hecho de que Holden sufre de grandes problemas psicológicos, pero esta información proviene de fuentes secundarias. En este capitulo, Salinger pone claramente al descubierto el comportamiento impredecible de Holden. Holden actua casi siempre por impulso, aun cuando no hay motivo racional por sus acciones.
Como lo demuestra este capítulo, la inhabilidad de Holden de controlar su comportamiento es mas grande que la de otros chicos de su edad, como él mismo lo demuestra al romper su ensayo cuando Stradlater no parece apreciarlo. La pelea entre Stradlater y Holden también demuestra su falta de control. Cuando Holden sospecha que Stradlater se acostó con su vieja amiga, Holden responde golpeándolo.
Este hecho revela impulsos contradictorios de parte de Holden. Aunque este clama ser un pacifista, sus acciones no lo demuestran y esto pone en duda su credibilidad como narrador. Holden parece no estar al tanto de la violencia que causa y el dolor que lo aflige. Holden aprecia su pelea con Stradlater desde un punto de vista lejano, mirando su apariencia ensangrentada sin pensar en la pelea misma. Esta relación entre comportamiento extremo y una falta de conexión hacia sus propias acciones es un tema recurrente en la novela. El Guardian entre el Centeno sigue una estructura tradicional: el progreso de acciones cada vez más intensas, un clímax y finalmente una conclusión.
En el capítulo 7, Holden parece no preocuparse por sus heridas tras la pelea con Stradlater. En este capítulo Holden revela mas sobre su propia psicología. Su mas grande preocupación parece ser el hecho de que Stradlater haya seducido a Jane Gallagher, lo que revela una mala perspectiva sexual.
Holden se entretiene pensando en unirse a un monasterio después de pensar en Jane y en Stradlater. Holden parece no ser fan de ningún tipo de sexualidad, ya sean las falsas historias sobre sexo de Ackley o las exitosas conquistas de Stradlater. Hasta este punto Salinger no ha dicho porque Holden esta preocupado por Jane en particular, ya que la única información que tenemos es que ellos solían jugar damas juntos.
Holden finalmente llega a un punto extremo cuando decide marcharse de Pencey sin ningún plan concreto de que hacer. Pero esta decisión es típica de Holden ya que muestra ser impulsiva, egoísta y sin motivo. El ultimo insulto de Holden para sus compañeros de Pencey demuestra que Holden se cree diferente a los demás alumnos, sino es que más inteligente que ellos.
Este sentimiento de superioridad separa a Holden de los demás estudiantes ya que el cree que es mas honorable y sabio que el egoísta de Stradlater y también se cree más refinado que el desagradable Ackley. Pero Holden parece tener cualidades similares a las de sus compañeros. Holden sufre la desilusión de que es diferente e incomprendido por los demás y termina marchándose de la escuela hacia un futuro incierto. A este punto en la novela, no estamos seguros si Holden es un protagonista o un antagonista. Quizás el mejor termino para describirlo es ‘anti-héroe, ‘lo que quiere decir que solo sentimos simpatía por el debido a sus fallas como protagonista.
El lugar donde la historia toma lugar también es importante. En este capitulo vemos a Holden cambiarse del mundo de su escuela privada hacia el mundo real. En su mente, Holden cree que es el mundo aburrido y sin sentido de la escuela lo que no le permite ser feliz. Ahora que Holden esta en el mundo real veremos si puede llegar a superar sus problemas. De igual forma, el libro puede parecer una descripción de la vida de aquellos privilegiados en la región Este de Estados Unidos, o también puede parecer una exploración de la hipocresía de Holden.
En el capitulo 8, Holden presume su habilidad de ser un gran mentiroso como lo demuestra en su conversación con la señora Morrow. La única verdad en su conversación con esta mujer es el hecho de que es un estudiante en Pencey. Holden le dice a la señora Morrow justo lo que quiere escuchar sobre su hijo, aumentando así su vanidad al creer que su hijo es un gran chico. Estas mentiras muestran el desagrado que Holden siente por la mujer y, por extensión, todas aquellas figuras con autoridad. Holden miente para así burlarse de la falsa imagen que la señora Morrow tiene de su hijo. Holden clama ser superior a la señora Morrow ya que él sabe la verdad sobre Ernest mientras que ella no. Holden trata horriblemente a la señora Morrow, ya sea como un motivo de ridículo o un objeto sexual, ya que coquetea con ella y hasta ofrece comparle una bebida.
Este capítulo deja en claro el estado mental de Holden. Holden va mas allá de la típica imadurez adolescente que envuelve el mentir a los adultos y halagarlos falsamente. Ahora, las mentiras de Holden se vuelven cada vez más descaradas, revelando una falta de conexión entre la mente de Holden y su realidad.
En la primera parte del capítulo 9, Salinger demuestra que Holden no tiene motivo alguno que justifique sus acciones. Holden seguido se debate entre tomar decisiones, ya sea llamar a alguien o ir a cierto lugar. Holden actúa descuidadamente, cambiando de dirección antes de darse cuenta que no quiere ver a sus padres.
La forma de actuar de Holden revela lo que realmente le preocupa. Holden tiene una obsesion con Jane Gallagher que va más allá de lo que se describe en el texto. Cuando piensa en el sexo, Holden piensa en Jane pero no específicamente en sexo con ella. Esto indica que Holden tiene un complejo de Madonna-whore, lo que quiere decir que solamente puede ver a una mujer en términos de absoluta castidad o absoluto degrado, pero no ambos. Holden piensa en el sexo en términos desagradables, y él está seguro de que estos instintos pueden echar a perder cualquier cosa buena.
Salinger demuestra aún más este complejo de Holden al comparar a Jane Gallagher y Faith Cavendish, las cuales representan dos aspectos opuestos de la sexualidad femenina. Para Holden, Jane es la típica niña buena que el recuerda jugando con él, mientras que Faith es solo una prostituta. Ambas mujeres son símbolos de la alienación de Holden de la sociedad.
Para el capítulo 10, podemos analizar el tono de la novela gracias a la narración de Holden para descubrir, como dice Walcutt
La mejor manera de entender el tono y el sabor del libro es asumiendo que el héroe le está contando la historia a un doctor o a un analista. Este tono es familiar, intimo, defensivo, presumido, y hasta apologético.
Al comienzo Holden intenta impresionar a la audiencia, pero después comienza a mostrar su lado vulnerable y temeroso. De pronto, Holden deja de tratar a la audiencia como espectadores que tienen que ser entretenidos y comienza a tratarlos como terapistas, o hasta como curas con quien confesarse.
Salinger establece a Holden como un personaje con un punto de vista cínico para con los demás, especialmente para con las mujeres y hacia el mismo. Este cinismo es utilizado para con todos con los que Holden interactúa, con algunas excepciones. La excepción más notable es su hermana Phoebe. Holden halaga incondicionalmente a Phoebe, describiendo lo inteligente y talentosa que ella es.
Holden hasta parece deleitarse con los errores de Phoebe, por ejemplo cuando escribe mal el nombre de la chica detective de sus historias. De manera interesante, Holden compara Phoebe a su hermano Allie, uno de los otros personajes que Holden no desprecia. Estos dos personajes, junto con Jane Gallagher, representan para Holden un sentido de inocencia y niñez. Phoebe aun es una niña, Allie nunca tuvo la oportunidad de crecer, y Jane existe para Holden como aquella chica inocente que jugaba con él.
Aquellos personajes que representan a adultos y a la madurez son blancos del odio de Holden. Las tres mujeres en el salón Malva son ejemplos importantes de este hecho. Holden cree que la insistencia de Bernice en el decoro es patético y cree que sus planes y los de sus amigas son actividades turísticas. Para Holden sus actividades no tienen sentido e importancia. Sin embargo, Holden no tiene ningún tipo de motivación.
Este capítulo marca una pauta de seudónimos que Holden adopta para sí mismo. Holden trata sus interacciones con los demás como una actuación, rehusándose a comportarse con honestidad con los que están a su alrededor. Su honestidad es completamente internalizada; Holden admite sus errores en la narración, pero no puede hacer lo mismo con las demás personas en su vida.