La novela tiene como telón de fondo la Primera Guerra Mundial y explora temas como el idealismo, la desilusión y la mortalidad. El tema de la enfermedad en La montaña mágica tiene dos vertientes. En primer lugar, es una metáfora de la enfermedad espiritual y psicológica del protagonista. En segundo lugar, es una metáfora de la enfermedad de Europa en vísperas de la Primera Guerra Mundial.
Sigue el viaje de Hans Castorp, que deja su casa para visitar a su primo en un sanatorio para tuberculosos en Suiza. Mientras está allí, contrae la tuberculosis y se ve obligado a permanecer en el sanatorio para recibir tratamiento. Esto le permite reflexionar sobre la vida y se plantea muchas cuestiones importantes sobre la existencia. En el sanatorio conoce a muchas personas interesantes y mantiene profundas conversaciones sobre la vida y la muerte. Mientras se recupera de la enfermedad, acaba quedándose durante siete años. A través de las interacciones con diferentes pacientes, examina su propia vida para no solo entenderse a sí mismo, sino también al mundo que les rodea. La narración se centra en el contraste entre el orden del mundo de la montaña y el caos del mundo exterior. La montaña es un lugar en el que el tiempo parece detenerse, y la gente que vive allí se contenta con malgastar sus días en actividades ociosas. En cambio, fuera de la montaña, el mundo está en plena ebullición, con guerras y revoluciones. El contraste entre estos dos mundos representa el contraste entre lo individual y lo colectivo, lo pacífico y lo violento, lo estático y lo dinámico.
La búsqueda de la verdad está en el centro de la narración. Es evidente en las diversas formas en que los personajes tratan de encontrar el sentido de sus vidas. Para algunos, como Hans Castorp, esta búsqueda toma la forma de un viaje a lo desconocido, mientras que para otros, como Settembrini, es una búsqueda más filosófica. Al final, todos los personajes se ven obligados a enfrentarse al hecho de que la vida es, en última instancia, incierta y que la muerte es inevitable. Esto les lleva a reconocer que lo único que realmente importa es el aquí y el ahora.