Enfermedad
La tuberculosis es la enfermedad que acaba con algunos de los personajes del libro. El sanatorio del relato estaba situado en los Alpes para que los enfermos de tuberculosis recibieran una estrecha vigilancia y se recuperaran totalmente. Hans fue a visitar a su primo, que había contraído la tuberculosis y, por lo tanto, estaba en el sanatorio recibiendo atención médica.
A pesar de que el sanatorio se utiliza como lugar para tratar la enfermedad, la mayoría de esos pacientes nunca se recuperan del todo. Hans llegó sano, pero acaba contrayendo la enfermedad que le hace guardar cama durante tres semanas. Se ve que la dolencia afecta a la salud mental de los pacientes, ya que la mayoría se cansa hasta el punto de suicidarse.
Nadie, por su parte, era inmune a esta enfermedad que contraen tanto los pobres como los ricos de diferentes partes del mundo. El tratamiento de la enfermedad era costoso, los pacientes tenían que pagar facturas semanales para ser atendidos. Settembrini, por ejemplo, tiene que abandonar el sanatorio porque no puede permitirse seguir allí.
Ideologías contrapuestas
La rivalidad entre Settembrini y Naphta pone de manifiesto el tema del contraste de ideologías. Settembrini es un humanista que defiende el progreso en todos los aspectos de la vida, mientras que Naphta es un radical acérrimo que se opone a todo progreso. Hans se confunde en cuanto a qué ideologías es más lógico apoyar. Los dos están enfrentados y cada uno quiere influir en el mayor número posible de personas. Sus constantes desacuerdos acaban desembocando en una pelea física que hace que Naphta se pegue un tiro.
Hans y Joachim también tienen ideologías opuestas con respecto al sanatorio. Joachim se muestra frustrado con la vida en el sanatorio y no ve la hora de marcharse. Quiere volver a su sueño de alistarse en el ejército a costa de su recuperación. Por el contrario, Hans renuncia a su carrera de ingeniero y se interesa por las ideas científicas, filosóficas y naturales. Le parece increíble vivir en el sanatorio y no ve ningún otro lugar mejor para estar. Solo el comienzo de la guerra hace que Hans abandone ese lugar. Estos contrastes ideológicos ponen de manifiesto que las personas siempre perciben las cosas de forma diferente, independientemente del lugar en el que se encuentren.
El tiempo
El tema de la vida se trata de forma subjetiva a lo largo del libro. Todos los sucesos se ordenan de modo progresivo desde el momento en que Hans entra al sanatorio, hasta que finalmente se va. Se ve que los personajes tienen una forma diferente de definir el paso del tiempo. Hans se da cuenta de que cuando está ocupado y en la rutina, el tiempo parece ir muy rápido. Por el contrario, el tiempo parece no moverse en absoluto cuando no está haciendo mucho. Mientras está en el sanatorio, nadie parece saber qué hora o qué día es en el sentido real y nadie se preocupa. El paso del tiempo lo vincula a tener algo que hacer; de lo contrario, parece no transcurrir.
Suicidio y muerte
El tema de la muerte es pregnante en el texto por la enfermedad cada vez más agresiva, así como también por otros factores que la desencadenan. Joachim sucumbe a la tuberculosis después de irse al ejército cuando su estado no era estable. Algunos mueren a consecuencia de la enfermedad, mientras que otros, cansados de la misma, se suicidan. Naphta se suicida tras un enfrentamiento con Settembrini por sus diferentes ideologías. Peperkon también toma veneno y muere después de luchar contra la tuberculosis durante mucho tiempo. Cuando comienza la guerra, Hans se une a los demás y encuentra una muerte prematura en el campo de batalla.
