Dignidad renovada (imagen visual y olfativa)
"Mientras yo buscaba ropa limpia en el arcón para vestirlo, escuchaba la voz de mi padre hablándole sin pausa. Encontré un traje que mi padre ya no se ponía nunca, una camisa vieja y algo de ropa interior. De la muda que traía el mendigo no podían aprovecharse ni los zapatos. Le escogí unos que mi padre casi no se calzaba porque le quedaban pequeños. Envolví los andrajos en papel de periódico, incluidos unos calzones que exhibían el color y la consistencia del jamón serrano, y los metí en el cubo de la basura. Cuando volví al baño, mi padre estaba afeitando a Fermín Romero de Torres en la bañera. Pálido y oliendo a jabón, parecía un hombre veinte años más joven."
La imaginería gira en torno a la ropa, la limpieza y la transformación. La escena describe a Daniel buscando ropa limpia para un indigente llamado Fermín Romero de Torres. Retrata el contraste entre la ropa sucia del mendigo y las prendas limpias que le proporciona Daniel. La descripción de la transformación evoca fuertes imágenes visuales y sensoriales. Destaca los temas de la compasión, la renovación y el poder de la apariencia para cambiar las percepciones.
Desayuno Revelaciones (imagen visual)
"Nos encontramos a las siete y media de la mañana del domingo en el café Canaletas, donde Fermín me invitó a café con leche y unos brioches cuya textura, incluso untados de mantequilla, albergaba cierta similitud con la de la piedra pómez. Nos atendió un camarero que lucía un emblema de la Falange en la solapa y un bigote cortado a lápiz. No paraba de canturrear y, al preguntarle por la causa de su excelente humor, nos explicó que había sido padre el día anterior. Cuando le felicitamos insistió en regalarnos una Faria a cada uno para que nos la fumásemos durante el día a la salud de su primogénito. Dijimos que así lo haríamos. Fermín lo miraba de reojo, con el ceño fruncido, y sospeché que tramaba algo."
La escena está ambientada en un café llamado Canaletas Daniel, se reúne con Fermín. La descripción incluye detalles sobre la textura de los brioches, el aspecto del camarero y el ambiente festivo debido al nacimiento del hijo del camarero. Se pasa a algunos conflictos y asuntos no resueltos con toques de suspense e intriga.
La soledad embrujada (imagen visual, olfativa y auditiva)
"La puerta principal estaba entornada unos centímetros. Sentí una punzada de inquietud, pues creía haberla cerrado al salir de allí la otra noche. Examiné el cerrojo, que no parecía forzado, y supuse que había olvidado cerrarla. La empujé con suavidad hacia el interior y sentí el aliento de la casa acariciándome la cara, un vahído a madera quemada, a humedad y a flores muertas. Extraje la cajetilla de fósforos que me había procurado antes de salir de la librería y me arrodillé a encender la primera de las velas que Bea había dejado. Una burbuja de color cobre prendió en mis manos y desveló los contornos danzantes de muros tramados de lágrimas de humedad, techos caídos y puertas desvencijadas."
Las imágenes describen el regreso del protagonista a una casa, evocando detalles sensoriales que crean una atmósfera inquietante. Se siente inquieto al notar la mezcla de madera quemada, humedad y flores podridas. Enciende velas y descubre el estado ruinoso de la casa. La descripción se intensifica a medida que explora la habitación mientras percibe la miríada de sonidos de la casa.
Visitante no bienvenido (imagen visual y auditiva)
"Le despedí con un saludo militar y le vi partir gallardo como un gallo rumbo al gallinero. No debía de hacer ni cinco minutos que Fermín se había ido cuando escuché las campanillas de la puerta y alcé la vista de las columnas de cifras y tachones. Un individuo amparado en una gabardina gris y un sombrero de fieltro acababa de entrar. Lucía un bigote pincelado y los ojos azules y vidriosos. Exhibía una sonrisa de vendedor, falsa y forzada. Lamenté que Fermín no estuviese allí, porque él tenía la mano rota para librarse de los viajantes de alcanfores y morralla que ocasionalmente se colaban en la librería. El visitante me brindó su sonrisa grasienta y falsa, cogiendo al azar un tomo de una pila por ordenar y valorar que había junto a la entrada."
Las imágenes describen el encuentro entre Daniel y un visitante de la librería. Retrata el aspecto y el comportamiento del visitante. El lenguaje utilizado para describir su actitud desdeñosa se yuxtapone a las reacciones del protagonista y a sus intentos de mantener un comportamiento profesional. La escena pone de manifiesto la incomodidad causada por el comportamiento intrusivo y desdeñoso del visitante.
