La novela se centra en los temas de la rebelión adolescente y la angustia juvenil. El protagonista es un adolescente que intenta encontrar su lugar en el mundo, mientras se enfrenta a su identidad, sus relaciones y su papel en la sociedad.
La narración sigue el viaje de Gabriel a través de la cultura mexicana de los años sesenta y sus expectativas sociales. Es un adolescente rebelde y está desencantado con la vida y consigo mismo. Por ello, ve el mundo de forma cínica y a menudo se encuentra en un estado de crisis existencial. A menudo entra en conflicto con sus padres, con lo que esperan de él y con sus deseos. En consecuencia, se rebela de varias maneras, desde su interés por la teología hasta su obsesión por el arte y la música. Gabriel gravita hacia la lengua francesa, la música clásica, la escritura y la poesía, y a menudo se le ve recitando pasajes de autores como Arthur Rimbaud. En la historia, Gabriel intenta encontrar su propósito y su significado mientras trata de dar sentido a su vida.
Como la historia va y viene entre los pensamientos de Gabriel y los acontecimientos, ilustra la vida interior de Gabriel y sus luchas con la identidad y la pertenencia. A través de Gabriel, Agustín aborda los temas de la identidad, la amistad, el amor, la rebelión y la mayoría de edad. Retrata el clima social y político de la época, y la novela es esencialmente una historia de autodescubrimiento y crecimiento. A lo largo de la novela, Agustín utiliza el simbolismo y la imaginería para retratar la confusión y la agitación que Gabriel siente en su vida.