Libre albedrío
Los clones no pueden cambiar su destino como donantes de órganos, pero su falta de libre albedrío afecta también a muchos otros elementos de sus vidas. Por ejemplo, Ruth nunca alcanza su sueño de trabajar en una oficina, y Kathy pasa muy poco tiempo con Tommy. Ishiguro es ambiguo sobre el origen de esta falta de libre albedrío: como Ruth nunca intenta trabajar en una oficina, nunca sabemos si su vida infeliz se debe al sistema o a su propia falta de iniciativa.
La obligación del individuo para con la sociedad
El programa de donación de órganos se basa en la idea de que los clones deben su vida a la sociedad y deben estar dispuestos a sacrificarla. Este principio -no el programa de donación en sí- es el verdadero punto de interrogación de la novela. Madame explora esta idea cuando intenta explicar a Tommy y Kathy que deberían alegrarse de haber tenido una vida feliz, dado que tantos clones no la tuvieron.
Ignorancia voluntaria
Ishiguro destaca muchas formas de ignorancia voluntaria, tanto en cuestiones sociales (como las donaciones de órganos) como personales (como el sexo y la virginidad). A menudo, sus personajes evitan presionar para obtener información cuando intuyen que no quieren conocer las respuestas a sus preguntas. Sugiere que la ignorancia voluntaria es el mecanismo por el que se perpetúan las injusticias sociales.
Conformismo
Los personajes de Nunca me abandones conceden una gran importancia cultural a la conformidad; por ejemplo, Kathy insiste repetidamente en lo "típica" que es y Ruth copia descaradamente los gestos de los alumnos mayores de las Cottages. El sistema de donación de órganos parece funcionar relativamente bien porque todo el mundo está dispuesto a aceptar dócilmente su destino como donantes. El conformismo es un tema habitual en las novelas distópicas de ciencia ficción como Nunca me abandones, pero Ishiguro es inusual en el sentido de que no sugiere una alternativa mejor al conformismo. A excepción de la breve rabieta de Tommy en el campo, ningún personaje se entrega a ningún acto de rebeldía, grande o pequeño. El universo de la novela es uno en el que la conformidad es una cualidad inmutable de la naturaleza humana.
Jugar a ser Dios
La objeción más común a la clonación y la ingeniería genética, tanto en Nunca me abandones como en general, es que implican jugar a ser Dios. En la novela, Ishiguro explora otras formas en que los individuos pueden jugar a ser Dios: podría decirse que los clones que intentan cambiar sus destinos están jugando a ser Dios tanto como los científicos que los crearon en primer lugar.
Esperanza
La visión de Ishiguro sobre la esperanza es muy conflictiva. Puede hacer que la gente se sienta mejor y les permita llevar una "vida decente"; los clones son más felices en los Cottages porque tienen la idea de que pueden solicitar aplazamientos si lo desean, un rumor que la señorita Emily permite que exista porque da esperanzas a la gente. Sin embargo, en el universo de la novela, la esperanza solo proviene de falsedades e ilusiones, desde la esperanza de Kathy de que Ruth rompa con Tommy, hasta la ilusoria esperanza que ofrece el imaginario programa de aplazamiento.
Comunicación
Parte del desgarrador y elegíaco final de la novela puede atribuirse a la falta de comunicación de los personajes. Los fallos de comunicación intervienen en momentos cruciales de la trama, como las burlas de Ruth a los dibujos de Tommy. Sin embargo, también hay barreras a la comunicación que escapan al control de los personajes; por ejemplo, Ruth nunca averigua si su plan de reunir a Kathy y Tommy funcionó.