Genero
Novela realista.
Configuración y Contexto
París, 1819.
Narrador y Punto de Vista
El narrador es una tercera persona omnisciente con acceso a los pensamientos de los personajes.
Tono y Estado de Ánimo
El estado de ánimo es lúgubre y deprimente. El narrador utiliza un tono amargo y a menudo cínico para presentar los hechos de la historia.
Protagonista y Antagonista
Podemos considerar que Rastignac es el protagonista de la novela, mientras la ambiciosa y egoísta sociedad parisina es el antagonista que no le permite al joven introducirse en sus círculos. Papá Goriot, por su parte, protagoniza otro conflicto, en el que sus hijas, Delphine y Anastasie, son antagonistas.
Conflicto Principal
Hay dos conflictos principales en la historia. Por un lado, la trama gira en torno al intento de Rastignac por irrumpir en la aristocracia parisina con el objetivo de ascender socialmente. Un segundo arco dramático nos presenta la difícil vida de Goriot, quien acaba en la bancarrota por satisfacer los deseos egoístas de sus hijas.
Climax
El clímax de la novela se produce cuando Goriot muere a pesar de los intentos de Rastignac por ayudarlo y sin que ninguna de sus hijas se digne a acompañarlo en su agonía.
Presagio
En las primeras líneas de la novela, el narrador anticipa que “una vez terminada la obra, quizá se hayan derramado algunas lágrimas” (191). De esta manera, los lectores podemos hacernos una idea de que un final trágico se cierne sobre los protagonistas de la historia.
Atenuación
N/A
Alusiones
Podemos encontrar muchas resonancias y alusiones a la tragedia shakesperiana 'El rey Lear', historia en la que un anciano rey es maltratado por sus dos crueles y egoístas hijas.
Imágenes
Ver sección “Imágenes”.
Paradoja
Rastignac desea conseguir estabilidad financiera, pero para hacerlo necesita casarse o hacerse de una amante rica. Paradójicamente, debe gastar un dinero que no tiene en ropas y lujos para seducir a cualquier mujer.
Paralelismo
Tanto la vizcondesa de Beauséant como Vautrin operan como los dos mentores que instruyen a Rastignac acerca del modo de alcanzar la fama y la fortuna. Pese a los orígenes disímiles que presentan ambos personajes -de Beauséant es una aristócrata y Vautrin un peligroso criminal-, es posible establecer un paralelismo entre ellos en la medida en que los consejos que le dan a Rastignac son básicamente los mismos.
Metonimia y Sinecdoque
N/A
Personificación
La ciudad de París se personifica a lo largo de toda la novela, al punto en que parece un ente con vida propia responsable en gran medida de los conflictos centrales de la historia. En el penúltimo párrafo, Rastignac mira la ciudad y le lanza, como un reto: “¡Ahora vamos a ver!”. El comentario apela a una confrontación directa contra la ciudad, “un primer acto de desafío” (432).