Hormigueros duros como la piedra (símil)
“Voy a contarte un caso dramático. Ya conoces a las termitas, esas hormigas blancas que en África levantan impresionantes hormigueros de varios metros de alto y duros como la piedra.”
La comparación de los hormigueros con la piedra resalta la solidez y la resistencia de estas estructuras creadas por las termitas. Savater utiliza este símil para ilustrar la fortaleza y la dureza de ciertos sistemas o estructuras, sugiriendo que, al igual que los hormigueros, algunas normas o prácticas pueden ser tan sólidas como la piedra, incluso si no son necesariamente beneficiosas.
La metáfora teatral
La metáfora teatral, presente a lo largo del libro, conceptualiza la vida como un escenario y a cada individuo como un actor con un papel único. Esta metáfora sugiere que cada persona tiene la libertad de interpretar su papel de manera auténtica y creativa. Al introducir este motivo literario, Savater invita a reflexionar sobre la importancia de actuar de acuerdo con las propias elecciones y valores, en lugar de seguir un guion impuesto por otros.
Estar como esclavizado (símil)
“Esto lo hago porque me lo mandan, pero… ¿por qué obedezco lo que me mandan?, ¿por miedo al castigo?, ¿por esperanza de un premio?, ¿no estoy entonces como esclavizado por quien me manda?"
El símil de estar como esclavizado ilustra la sensación de falta de libertad y autonomía al obedecer mandatos sin cuestionar. La comparación con la esclavitud destaca la sumisión y la falta de elección propia al seguir órdenes sin entender el motivo detrás de ellas. Este símil sugiere que la obediencia ciega puede equipararse a una forma de servidumbre.
El palo y la zanahoria como guías de conducta (símil)
“El que no hace más que huir del castigo y buscar la recompensa que dispensan otros, según normas establecidas por ellos, no es mejor que un pobre esclavo. A un niño quizá le basten el palo y la zanahoria como guías de su conducta, pero para alguien crecidito es más bien triste seguir con esa mentalidad. Hay que orientarse de otro modo.”
Este símil utiliza la imagen del palo y la zanahoria, elementos que se utilizan para castigar y recompensar, respectivamente. Al comparar esta dinámica con la guía de conducta de una persona, Savater destaca la simpleza y la inmadurez de seguir normas basadas únicamente en el miedo al castigo o en la búsqueda de recompensas externas. Este símil critica la motivación superficial y propone una reflexión más profunda sobre la moralidad.