Cuando Frank regresó de la Segunda Guerra Mundial, su vida cambió para siempre. Antes, en la escuela, era una especie de marginado, el chico del que nadie quería ser amigo. Al principio, lo mismo le ocurrió en el ejército. A pesar de las dificultades anteriores para encontrar amigos, se convirtió en un muchacho bastante popular. Hablador, carismático, dueño de un buen sentido del humor y no el tipo más feo, disfrutaba plenamente de su vida. Era capaz de engatusar a cualquier chica que le gustara para que se fuera con él a casa y eso era todo lo que necesitaba.
Para consternación de su padre, Frank no estaba ansioso por sentar cabeza y no le entusiasmaba la idea de encontrar un trabajo en condiciones, pues sabía que tarde o temprano agarraría la maleta y se iría a Europa -preferiblemente a París-, ya que era el único lugar en el que merecía la pena vivir. Pero cuando conoció a April, quedó fascinado. Parecía una estrella de cine, era inteligente e ingeniosa, una "it girl" personificada. Aunque April había terminado sus estudios en la escuela de interpretación, nunca había creído realmente que pudiera ser actriz. Pero aún así esperaba encontrar algo que le gustara hacer. Eso no ocurrió.
Siendo esposa de Frank, madre de dos hijos y ama de casa, no tenía ni tiempo ni energía para cumplir sus sueños. Por eso, cuando Frank mencionó que los vecinos estaban intentando crear un teatro comunitario y buscaban actores, ella se limitó a sonreír y no mostró ningún interés. Más tarde, cambió de opinión y empezó a asistir a los ensayos. Como era la única actriz profesional del grupo, consiguió un papel protagonista. La obra era El bosque petrificado. La noche del estreno fue un desastre. Lo peor era que April era tan mala -si no peor- que los demás. Ella y Frank tuvieron una desagradable pelea de camino a casa que consiguió que su relación fuera aún menos cordial.
Para recuperar su hombría perdida y distraerse de los problemas, Frank cometió adulterio con su colega, una mujer joven y bastante ingenua llamada Maureen. April decidió que mudarse a Europa podría ayudarles. April podría encontrar trabajo y Frank tendría todo el tiempo del mundo para decidir lo que realmente quería hacer. Aunque le costó mucho convencer a Frank, lo consiguió. Los primeros en enterarse de su decisión fueron sus amigos, los Campbell. Según ellos, era una idea bastante imprudente. Los planes de una futura mudanza arreglaron su relación, así que Frank llegó a la conclusión de que ya no necesitaría a Maurine. Cuando sus vecinos, el Sr. y la Sra. Givings y su hijo mayor, se enteraron de sus planes, reaccionaron de otro modo. A diferencia de sus padres, que obviamente desaprobaban la idea, a John le pareció que valía la pena intentarlo.
Entonces ocurrió lo más imprevisible. Para su desesperación y horror, April comprendió que estaba embarazada del tercer hijo y que ese factor arruinaba todas sus esperanzas y sueños. Frank, que se sentía secretamente aliviado, cayó en la rutina diaria. April se derrumbó. Para pasar el rato, se acostó con su antiguo admirador, que resultó ser Shep Campbell. Debido a un intento fallido de aborto, murió en el hospital.
Por la última nota que le dejó a Frank, este se enteró de que nunca le había amado de verdad. Nunca pudo recuperarse de ello. Incluso abandonó a sus propios hijos, que empezaron a vivir con su hermano mayor.
