El libro se compone por 14 relatos con título y 13 relatos que no poseen título, por lo cual en el índice de la edición analizada suelen identificarse por la primera de sus frases.
En todos estos textos encontramos retratadas escenas de miseria, injusticia, pobreza, discriminación, abusos de autoridad. El tono narrativo general está compuesto por una mezcla de fantástico, inocencia, esperanza, ironía, violencia o discriminación, según se trate del punto de vista de los explotados o de los explotadores.
Por momentos, y debido a las nefastas condiciones de vida, la religión es puesta en duda. Algunos personajes mantienen su fe y devoción, pero otros no pueden creer que exista un Dios que permita tales injusticias.
En el caso de los niños, podemos apreciar un constante paso de la inocencia a la consciencia del mundo adulto, de los mitos a las crudas realidades. Un ejemplo de este pasaje lo constituyen los niños del relato “La noche buena”, que, sin entender demasiado, se dan cuenta de que ya no deben preguntar a su madre acerca de los regalos de Navidad.
También observamos una fuerte presencia de pasiones, tales como los celos en “Se apagaron las luces” o la venganza en “El retrato”. Aunque las condiciones de vida de los inmigrantes mexicanos suelen ser muy extremas, los personajes de estos relatos siempre tratan de salir adelante y encontrar algo bueno en cada situación.
Por otro lado, encontramos una impronta vinculada con el intento de reproducir el lenguaje oral de la manera más fiel posible. Sobre todo, en el relato “Cuando lleguemos”. Allí las palabras se leen tal como las pronuncian los personajes, con letras ausentes o palabras amalgamadas. Esto busca, según podemos pensar, orientarse hacia el habla y las costumbres propias de personas que en lugar de instruirse deben trabajar constantemente, o bien que eligen hablar de ese modo, puesto que así se entienden perfectamente.
El último relato, “Debajo de la casa”, funciona como síntesis y coro de voces del resto del libro. El protagonista del relato es el mismo que el del principio del libro. Resulta emocionante el final de este texto, dado que el personaje principal coloca en escena el hecho de que está totalmente conectado con todos los demás que viven como él.
