La discriminación y la explotación como motivos
El conflicto principal es el trato injusto que los personajes estadounidenses tienen para con los personajes mexicanos. El vínculo entre ambos grupos está siempre lleno de mentiras, abusos y agresividad. Si bien podrían llevarse bien, las historias que los adultos les cuentan a los menores hacen que estos no puedan llegar a ser amigos bajo ninguna circunstancia.
Estados Unidos como símbolo de progreso
Los personajes mexicanos se dirigen a tierras estadounidenses, o el “norte”, como ellos le llaman, con el fin de trabajar y salir de la pobreza. De este modo, se entregan a las reglas de los empleadores, que, en lugar de tratarlos con respeto y justicia, los explotan laboralmente, incluso si se trata de niños.
Mexicano como símbolo de peligro
Desde el punto de vista de los personajes estadounidenses, los mexicanos son personajes malolientes, vagos, aprovechadores y poco confiables. Estos no son más que prejuicios, fabricados en torno a conveniencias político-económicas. Sin embargo, les llevan a actuar de manera agresiva hacia los mexicanos, acusándolos de cosas que no hacen, impidiéndoles un descanso cuando lo merecen, engañándolos o incluso asesinándolos.
Título como alegoría del descreimiento de Dios
El personaje de “Y no se lo tragó la tierra” maldice a Dios por todas sus malas vivencias. Lejos de “ser tragado por la tierra”, como él creía que le pasaría como castigo por blasfemar, su vida continúa igual. De este modo, el personaje parece hacerse más fuerte, debido a que se ha liberado del miedo que durante años le habían infundado.