Agamenón

Agamenón Temas

Género

Género 1: Agamenón muestra más respeto por sus colegas hombres que por las mujeres. Cuando debe escoger entre conseguir el viento para que los hombres griegos zarpen en sus barcos para pelear en Troya y salvar la vida de su hija, Ifigenia, Agamenón muestra mayor lealtad por los hombres. Ni siquiera le habla a su esposa, Clitemnestra, sobre el sacrificio. Lo hace recién cuando ya lo hizo.

Género 2: El Coro de Ancianos Argivos desprecian a Helena, llamándola “mujer promiscua” porque estando casada con Menelao, fue la causante de la Guerra de Troya al permitir que Paris la llevara con él como su amante. En lugar de culpar por la Guerra de Troya al hombre que la secuestró, el Coro culpa a Helena.

Género 3: Agamenón está preocupado por lo que podría sucederle si no sacrifica a su hija Ifigenia y no quiere que piensen que actúa como lo haría una mujer. No quiere impedir que los soldados vayan a la guerra contra Troya. La Guerra es parte de la vida de un hombre.

Género 4: Clitemnestra anuncia que Agamenón está retornando a Argos, pero el Coro de Ancianos no le cree porque piensa que las mujeres actúan sin pensar. Los ancianos no ven fundamento alguno en lo que ella dice, e insisten que para creerle primero deben ver algo que les pruebe que Agamenón está volviendo. Desconfían de ella sólo por ser una mujer.

Género 5: Los ancianos se burlaron de Clitemnestra porque es una mujer, al no creer en su premonición de que Agamenón está volviendo a Argos. Ahora que saben que es cierto, la que se burla es Clitemnestra, e insiste que aunque ella sea una mujer, eso no significa que sea una persona irracional o estúpida.

Género 6: Después de oír sobre el paradero desconocido del gran Menelao, el Coro de Ancianos dice que como la causante de la Guerra de Troya fue Helena, ella es como todas las mujeres, una embrolladora. En lugar de culpar, en primer lugar, a Paris por haberla secuestrado, como es un hombre el Coro lo pasa por alto y utiliza a una mujer como chivo expiatorio para explicar lo que le pasó a Menelao.

Género 7: El Rey Agamenón culpa a Helena de causar la Guerra de Troya y la llama “mujer descarriada”. Este punto de vista es muy similar al de los ancianos del Coro, que culpan a Helena por tantas muertes en lugar de aceptar sus propias responsabilidades. Fue Agamenón quien organizó las fuerzas y las lideró en la batalla. Si él no hubiera llevado a esos guerreros a Troya, no habrían muerto.

Género 8: Agamenón no quiere aparecer con poca hombría al obedecer los deseos de una mujer. Desconfía de Clitemnestra de quien dice que usa su “encanto femenino” para convencerlo. Sugiere que las mujeres son manipuladoras, pero Clitemnestra prevalece sobre el hombre y él acepta caminar por la alfombra roja. Ella sigue teniendo mucho poder sobre estos hombres, incluso sobre su esposo.

Género 9: Agamenón escoge seguir la autoridad de su esposa, en lugar de respetar la más alta autoridad de los dioses. El Coro sugiere que deberá ser castigado por este crimen contra los dioses puesto que los ha ofendido al caminar por alfombra roja. Agamenón sufrirá ahora a causa de su esposa, puesto que los dioses lo han abandonado.

Género 10: Clitemnestra se comporta como un hombre cuando presiona a Casandra a ingresar al palacio. Se vuelve muy agresiva y dominante, igual a como ella fue tratada anteriormente por Agamenón y por el Coro. Ahora Clitemnestra se comporta como un hombre y le resta importancia a Casandra, aunque la troyana no le obedece como sí lo hizo Agamenón (cuando fue presionado a caminar por la alfombra roja). Esto sugiere que las mujeres tienen personalidades más fuertes que los hombres.

Género 11: Casandra cree que las mujeres deben ser buenas esposas y respetar a sus esposos. Aunque Clitemnestra está enojada por la muerte de Ifigenia, Casandra no piensa que por eso tenga el derecho a matar a su esposo. Se disgusta hondamente y compara a Clitemnestra con un horrible monstruo. Incluso ahí, cuando el Coro de los ancianos ignora sus advertencias sobre lo que pasará, Casandra permanece en calma y pasivamente acepta su pronta muerte.

Género 12: El Coro no cree que Clitemnestra haya cometido los asesinatos porque sea una mujer. Para demostrarlo, ella muestra sus manos ensangrentadas y explica exactamente cómo llevo a cabo su acto de violencia. Ellos le responden que ella ha sido dominada por “un rencor de hombre” como si el asesinato fuera peor por haber sido cometido por una mujer.

Género 13: Clitemnestra se comporta de manera similar a un hombre aunque es una mujer, enojando al Coro de Ancianos. Hace todo lo que uno mujer se supone que no hace: asesina, les contesta a los hombres y desea gobernar Argos. Estas son cosas que los hombres hacen. El Coro de hombres agrega que mujeres como Helena y Clitemnestra son criaturas malvadas que traen la destrucción y la ruina a los hombres.

Género 14: Cuando el Coro descubre que Egisto ayudó a Clitemnestra a planificar el asesinato, culpan a Egisto por la muerte de Agamenón, ignorando a Clitemnestra. Los ancianos llaman a Egisto mujer, porque no tuvo el coraje de matar él mismo al Rey. Este comentario lo hiere profundamente en su orgullo y se enoja mucho. Mientras tanto, Clitemnestra, la mujer que cometió el crimen, espera, y no interviene en la discusión de los hombres.

Género 15: Al final de la historia, las mujeres y los hombres cambian sus papeles en relación al comienzo de la historia. Ahora, la única mujer, Clitemnestra, está al mando y da órdenes a los hombres que la rodean, tanto a Egisto como al Coro, que todos actúan como mujeres. Al principio fue el Coro de hombres quién le faltó el respeto a ella, pero ahora es Clitemnestra la que domina la situación y los menosprecia a ellos. Estos cambios cuestionan el papel de la mujer en la sociedad griega.

Dioses

Dioses 1: El Coro le teme a los dioses y le muestra gran respecto, como es el caso de la diosa Artemisa, que es muy poderosa. Artemisa, por ejemplo, le exige a Agamenón el sacrificio de su hija antes de que los barcos puedan navegar a Troya. Los ancianos piden ayuda a los dioses. Le piden a Apolo, hermano de Artemisa, que los proteja. También le piden protección a Zeus, el rey de los dioses.

Dioses 2: Aún cuando los griegos han obtenido una gran victoria, Clitemnestra espera que no se comporten de manera irrespetuosa con los dioses y que no destruyan altares sagrados o que cometan crímenes horrendos, como la violación. También señala que el resplandor de fuego visto por el Guardián fue encendido por el propio Héfesto, dios del fuego.

Dioses 3: Las personas que cometen crímenes terribles son atormentadas por las diosas de la venganza llamadas Erinias o Erinis. Las personas no sólo serán castigadas por las leyes humanas sino que también serán castigadas por los dioses. El Coro advierte que algunos soldados griegos serán castigados por los dioses por los excesos en el saqueo de Troya o por su extrema violencia en las conquistas.

Dioses 4: Apenas Clitemnestra realizó la advertencia, el Mensajero anuncia que los griegos efectivamente destruyeron los altares de los dioses en Troya. Además agradece a los dioses Hermes y Zeus por traerlo sano y salvo a Argos, puesto que mientras volvían una tormenta destruyó la mayor parte de los otros barcos de la flota griega. El Mensajero muestra un gran respeto por los dioses.

Dioses 5: Los dioses han castigado a los griegos destruyendo la mayoría de sus barcos después de haber dejado Troya. Probablemente se deba a los excesos de los guerreros griegos al conquistar la ciudad y faltarle el respeto a los dioses. Los griegos destruyeron los altares sagrados en Troya, quemaron la ciudad, mataron a los hombres y esclavizaron a las mujeres y a los niños. Por su anarquía, los humanos fueron castigados por los dioses.

Dioses 6: El príncipe troyano Paris fue castigado por su falta de respeto a la santidad del matrimonio y a su anfitrión, Menelao. Cuando se encontraba de huésped en el palacio de Menelao en Esparta, Paris secuestró a Helena, la esposa de Menelao, y escapó hacia Troya. Por esta falta de respeto grave, Troya, la ciudad de Paris, fue completamente destruida por los griegos con la ayuda de los dioses.

Dioses 7: El Rey Agamenón reconoce que los dioses son totalmente responsables por la victoria griega en Troya y les agradece por haberlo ayudado y permitir que su barco llegara sano y salvo a Argos. Dice: “A los dioses hemos de pagar por todo esto una deuda inolvidable de gratitud”. Se quita toda responsabilidad a sí mismo, aún cuando fue él quien comandó al ejército griego.

Dioses 8: Clitemnestra intenta convencer a Agamenón para que camine por la alfombra roja, insistiendo en que él se merece un reconocimiento especial por sus logros. Sin embargo, él teme ofender a los dioses, afirmando que fueron los dioses quienes dieron la victoria a los griegos y que él nada tuvo que ver. Los dioses son quienes se merecen el reconocimiento, no él. Pero Clitemnestra continua presionándolo.

Dioses 9: Clitemnestra finalmente persiste en su actitud y convence a Agamenón de que camine por la alfombra roja. Acto seguido agradece a Zeus por ayudarla, aunque ella también sabe que Agamenón ha ofendido a Zeus al caminar descalzo por la alfombra roja, buscando un reconocimiento por la victoria griega y quitándoselo a los dioses.

Dioses 10: Casandra permanece afuera, en el carro, pero Clitemnestra la coacciona para que ingresa al palacio, diciendo que Zeus la hizo esclava y por eso debe aceptar este designio en lugar de resistir. La Reina agrega que ella está haciendo un sacrificio a los dioses en el interior del palacio y que desea que Casandra esté presente y que ella también haga un homenaje a los dioses. Sin embargo, la joven mujer se niega.

Dioses 11: La profetisa Casandra está muy enojada con Apolo porque no la salvará de ser asesinada por Clitemnestra. Esta es su maldición: puede ver los hechos del futuro antes que ocurran pero no puede cambiar nada. Los dioses han determinado que ella muera junto a Agamenón y no hay nada que un humano pueda hacer para cambiarlo.

Dioses 12: Aunque Agamenón estaba actuando bajo la exigencia de una diosa, Clitemnestra sigue culpando a Agamenón por la muerte de su hija Ifigenia. Utiliza sus acciones como un justificativo para matarlo en la tina de baño, en lugar de reconocer que él estaba cumpliendo órdenes de los dioses.

Dioses 13: Clitemnestra justifica su acción de matar a Agamenón afirmando que el rey de los dioses, Zeus mismo, dejó todo servido para que ella matara a su esposo, por lo que no hay razón para que ella se sienta culpable. Afirma que ella ni siquiera lo mató, porque Zeus estaba impartiendo justicia por intermedio de ella.

Dioses 14: El Coro de Ancianos Argivos no comparte el argumento de Clitemnestra de que los dioses la apoyaron en su asesinato. En lugar de eso, insisten en que los dioses la castigarán a ella y también a Egisto por lo que han hecho y que la justicia de verdad llegará al pueblo de Argos, cuando Orestes, el hijo de Agamenón, con la ayuda de los dioses vengue la muerte de su padre.

Justicia

Justicia 1: El Coro de Ancianos piensa que el sacrificio de Ifigenia fue injusto, al igual que la pérdida de muchas vidas griegas durante los pasados diez años en la Guerra de Troya. Los hombres del coro piensan que es tonto que se hayan producido tantas pérdidas por causa de una mujer, Helena.

Justicia 2: Aunque el Coro piensa que, por lo que Paris hizo, los griegos tienen justificativos para atacar Troya, los hombres también sentencian que los griegos deben ser moderados en la cantidad de daño que causen a la ciudad. Si se vuelven demasiado excesivos entonces caerán en la injusticia y aquellos que hagan mucho daño serán castigados según su pecado.

Justicia 3: Una vez más, los ancianos advierten sobre los peligros de los excesos y del orgullo. La soberbia es un crimen que debe ser castigado de forma severa; Paris fue culpable por su soberbia porque traicionó la confianza de Menelao y secuestró a Helena, su esposa. Paris sufrió de forma terrible con su propia muerte y luego con la destrucción de toda la ciudad y la muerte de su familia.

Justicia 4: Agamenón declara que ahora que ha vuelto a su ciudad aplicará justicia a los ciudadanos de Argos. Aquellos que le fueron leales y no causaron problemas serán recompensados, y aquellos que causaron problemas simplemente serán condenados a muerte. La justicia para Agamenón es bastante simple: recompensa para quienes cumplen con la ley y muerte para los que no cumplen.

Justicia 5: Casandra no piensa que sea justo que Clitemnestra la mate tan sólo porque fue hecha esclava y amante de Agamenón y eso puso celosa a Clitemnestra. La profetisa hace una larga lista de sufrimientos, diciendo que la destrucción de Troya y la muerte de su familia no tenían justificación y que los griegos estaban equivocados en lo que hicieron.

Justicia 6: La profetisa Casandra acepta la responsabilidad por la maldición que le impuso Apolo después que ella rechazó su amor. Ella y Apolo llegaron a un acuerdo:él le daría el don de la profecía y ella sería su amante; sin embargo, ella no cumplió su parte y Apolo la castigó. Esto fue justo, porque ella fue soberbia y se atrevió a desafiar a un dios.

Justicia 7: Una vez que Casandra entra al palacio real de Argos y está lista para morir, reza para que un día se haga justicia, que será cuando Orestes, el hijo de Agamenón vuelva y mate a Clitemnestra por lo que hizo. La justicia para Casandra es “Ojo por ojo”, ya que para ella un asesinato debe ser castigado con otro asesinato.

Justicia 8: Para Clitemnestra está totalmente justificado matar a su esposo Agamenón, porque es la forma de vengar la muerte de su hija mayor Ifigenia. Aunque una mujer debe respetar a su esposo, el amor de Clitemnestra por su hija es superior, borrando todos los sentimientos que ella pueda sentir por su esposo. No siente remordimiento por lo que hizo y está satisfecha consigo misma.

Justicia 9: La enojada esposa agrega que el propio Zeus la utiliza como instrumento divino para aplicar justicia contra Agamenón, por causa de los actos cometidos por el padre de éste. Atreo cocinó a los hijos de Tiestes en el horno y luego se los sirvió. Clitemnestra declara que Agamenón fue castigado por los pecados de su padre y que ella tuvo una parte menor en el asesinato, el que fue realizado para Zeus.

Justicia 10: Clitemnestra piensa que finalmente ella impartió justicia en Argos, al dar fin a una maldición de derramamiento de sangre que venía pasando de generación en generación. Le dice al Coro “Si puedo quitar del palacio la locura de recíprocas matanzas”, pensando que con las muertes de Agamenón y Casandra se terminarán los derramamientos de sangre ocurridos en las generaciones previas. Al igual que Casandra su idea de justicia es “Ojo por ojo”, esto es: más muerte puede limpiar el pecado de muertes anteriores.

Justicia 11: Egisto apoya la versión de justicia de Clitemnestra, de que la muerte de Agamenón de algún modo corregirá los errores cometidos por Atreo al cocinar a los hijos de Tiestes y luego servírselos.

Justicia 12: El Coro de Ancianos no cree que Zeus haya utilizado a Clitemnestra como instrumento divino para impartir justicia contra Agamenón, porque Agamenón mató a Ifigenia o como castigo por los pecados cometidos por Atreo. En lugar de eso, cree firmemente que ella está equivocada y suplican que Orestes, el hijo de Agamenón, vuelva a Argos y vengue la muerte de su padre, prolongando así el ciclo de derramamiento de sangre. El hijo matará a su madre, lo que según estos ancianos, es justicia.

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