Preguntas de Ensayo

La novela de Gallegos coloca en escena una dicotomía entre civilización y barbarie. Explica de qué modo aparece esta confrontación.

El título de la novela remite prontamente a la idea de ‘barbarie’ mediante el nombre de uno de los personajes protagonistas, ‘Bárbara’. En la época antigua, los griegos llamaban ‘bárbaro’ al diferente, al otro, es decir, a todo aquel que no se ajustaba a sus costumbres. Del mismo modo, la novela de Gallegos coloca en escena la confrontación entre este término y el de la ‘civilizado’. Sinónimos de civilizado son aquí palabras como ‘educado’ y ‘racional’, entre otras.

Santos Luzardo representa a la civilización, y el narrador adopta su punto de vista. Es un hombre que ha nacido en Los Llanos, pero que siempre se alejó de la violencia con que sus familiares resolvían los conflictos. Su madre lo llevó a vivir con ella a la ciudad, donde estudió en la universidad. Su conducta es siempre mesurada y controlada, y pretende llevar estos valores a Altamira, las tierras que eran de su familia y él ha heredado. En los Llanos se encuentra con una manifestación de la barbarie: la superstición que sus habitantes manejan les lleva a dotar a doña Bárbara de poderes sobrenaturales, cuando esta no los tiene realmente. Antes bien, esta mujer se dedica a espiar a los demás mediante estratagemas que logran engañarlos. Por ejemplo, el Brujeador, que es su mano derecha, siempre escucha conversaciones ajenas con tal de llevarle información.

Doña Bárbara, habiendo sido violada y ultrajada cuando era joven, se juró a sí misma vengarse de todos los hombres. El narrador muestra a una mujer que ha sufrido, pero que ha elegido un camino contrario a los valores de Santos Luzardo. La venganza, la mentira, la violencia, la usurpación de tierras son los valores de Bárbara, algo que Santos asocia con la ‘barbarie’ misma de la que él quiere distanciarse y librar además a los Llanos.

¿Cuál es el vínculo entre la naturaleza descrita en este libro y los personajes que protagonizan la historia?

El libro presenta en todo momento una naturaleza salvaje, cruda, intensa. Todo en ella parece hiperbolizado, es decir, desmesurado y exagerado: el calor sofocante, el peligro de los animales, las corrientes de los ríos, entre otros elementos naturales que provocan exaltación de los sentidos. Del mismo modo, algunos personajes que viven allí conducen a esta misma sensación. Son personas que no tienen mesura, es decir, que no poseen ninguna medida del respeto, del honor o de la verdad. Se rigen por pautas algo salvajes, en el sentido de que no consideran al otro como alguien a quien respetar verdaderamente. De hecho, hasta la comunicación entre ellos suele ser satírica y agresiva.

Doña Bárbara es el personaje que más se asemeja a esta naturaleza desmedida. Su conducta es regida por sus sentimientos más intensos, sin comportarse como alguien que Santos consideraría ‘civilizado’. De hecho, deja que su hija se sustente por sí misma.

El mismo Santos Luzardo, que se ha alejado por muchos años de estas tierras, en determinado momento se siente compenetrado en el paisaje nuevamente. Ha matado a un hombre en defensa propia y siente que la barbarie del entorno se ha despertado en él, recordándole tiempos pasados. Pareciera como si el espacio natural, con su clima y sus peligros, invitara a un determinado tipo de conducta.

¿En qué sentido se podría afirmar que el autor de la novela es un “reformista”?

En algún punto, podríamos asociar el personaje de Santos Luzardo con la propia persona del autor. Rómulo Gallegos creía ver en Venezuela dos grandes fuerzas que se oponían: la civilización y la barbarie. Su intención era siempre la de modificar ese estado de cosas. En este sentido, pretendía ‘reformar’ a los ciudadanos hasta lograr civilizarlos. La educación es una de las aristas que considera fundamentales.

Por su parte, Santos Luzardo se propone llevar la verdad a las tierras de los Llanos. Se da cuenta de que el poder de doña Bárbara y sus secuaces se apoya sobre bases de superstición y mentiras. Él, habiendo recibido ya una educación en la ciudad, confía en que se pueden desmentir las falsedades y reconstruir el espacio desde otro lugar más civilizado. De hecho, se propone incluso domar a la naturaleza, para lograr que el hombre pueda usarla a su favor, y no al revés.