El Llano como alegoría del pueblo venezolano
El autor de la novela, Rómulo Gallegos, creía ver en la sociedad venezolana una constante puja entre la civilización y la barbarie. De este modo, quiso plasmar su ideología reformista en la imagen de un lugar natural en donde estas dos fuerzas aparecieran en su máxima expresión.
Desde su perspectiva, cada grupo humano del Llano puede asociarse con un grupo humano de Venezuela en general. Así, por un lado, están quienes apuestan por la educación, la reforma, la mejora del ambiente, el dominio del hombre sobre la naturaleza. Por otro lado, están quienes intentan mantener el ambiente tal como es, con sus animales salvajes, su exaltada expresión natural y sus costumbres.
Santos como símbolo de civilización
Santos Luzardo, nacido en el Llano, se ha ido de joven para estudiar en la ciudad. Cuando regresa a reclamar parte de sus tierras, confronta el estado de cosas que encuentra en el Llano. Él es el símbolo del progreso, del cambio, incluso si esto implica terminar con costumbres y leyendas del lugar. Perteneciente a esas tierras, ha sido educado en la academia, por lo que su ideología se ha formado con parámetros civilizatorios.
Doña Bárbara como símbolo de barbarie
Por su parte, Doña Bárbara nunca ha salido de estas tierras, en donde incluso ha sufrido constantes violaciones. De esta manera, su impronta está mucho más ligada a la tierra, al presente, a las fuerzas naturales y al instinto de autopreservación. Simboliza la "barbarie" en tanto que se deja llevar por pasiones como la venganza.
La educación civilizatoria como motivo
La educación académica como elemento civilizatorio de las culturas ligadas a la sabiduría de la tierra es un motivo recurrente en novelas regionalistas e indigenistas.
En este caso, la representación de lo que se considera "barbarie" se halla tan hiperbolizada en el personaje de Doña Bárbara que el lector encontraría muy difícil no estar de acuerdo con el ideal civilizatorio. Sin embargo, podemos observar cómo la conducta de la mujer se deriva de los vejámenes que ha tenido que sufrir a lo largo de su vida, cuando una "barbarie" anterior a la suya tomaba protagonismo en Los Llanos.
Amor no correspondido como motivo
El motivo del amor no correspondido atraviesa numerosas páginas de la literatura mundial. En este caso, aparece a través del triángulo amoroso que se presenta entre Santos, Bárbara y Marisela. Santos ama a ambas, aunque por motivos diferentes. En un caso, se entrega a una pasión irrefrenable, en el otro siente compasión y ternura.
Hacia el final de la novela, Bárbara decide dejar a su hija, Marisela, y a Santos para que forjen su vida juntos, y desaparece sin que se sepa exactamente qué ha sido de ella.
