La madre de Paul es su maestra, pero eso la termina convirtiendo en su enemiga (Ironía situacional)
De todos los mentores que ayudan a Paul a formarse, la más importante es definitivamente Jessica. Como madre y como mentora, Jessica está siempre pendiente de Paul y busca la manera de perfeccionar sus habilidades. Sabe que su hijo está en constante peligro y se preocupa por cualquier movimiento en falso de Paul que lo ponga en riesgo.
Jessica desea lo mejor para él, pero desde la decisión de engendrarlo hasta la extraordinaria formación que le da conducen a un final terrible para Paul. Su madre es quien hace de él alguien extraordinario, lo que lo lleva a convertirse en una figura de culto que desata una guerra yihad. Como esto es algo que Paul quiere evitar a toda costa, cuando la visión de la yihad se vuelve persistente, en lugar de agradecer a su madre por los dones, la considera su enemiga.
Para los colaboradores de la Casa Atreides la verdadera identidad del traidor es desconocida, mientras que los lectores saben desde el inicio que se trata del doctor Yueh (Ironía dramática)
Los lectores saben, desde el segundo capítulo de la novela, quién es el verdadero traidor de la Casa Atreides. Desde un principio, al acceder a los pensamientos de Yueh y a los planes del barón, el responsable de la caída del duque no es ningún misterio para el lector. No obstante, gran parte de la intriga cortesana que desarrolla Herbert se construye, de hecho, sobre la especulación respecto a la identidad del traidor. Paul y Jessica especulan sobre si se trata de Hawat; Hawat apunta a Jessica; el duque Leto intenta engañar a todos para que el verdadero traidor salga a la luz. El efecto que la ironía dramática tiene es que remarca la vulnerabilidad de la Casa Atreides, ya que ninguno de los personajes consigue desenmascarar al doctor Yueh, a pesar de los indicios.
Incluso más avanzada la trama, cuando Paul recibe a Gurney como uno más de sus hombres en el sietch, los lectores sabemos que él todavía cree que Jessica es la responsable de la traición. Esto genera tensión, porque Gurney está esperando la oportunidad para vengarse de ella injustamente.
El Kwisatz Haderach que las Bene Gesserit han estado intentando generar mediante las combinaciones genéticas termina enfrentado a la orden (Ironía situacional)
Durante siglos, uno de los propósitos más importantes de las Bene Gesserit ha sido combinar la genética de tal manera que produzca el hombre perfecto. Como resultado de la ley de las consecuencias no intencionadas, el hombre perfecto que crean se torna en su contra. A pesar de todos sus esfuerzos por controlar el futuro, las Bene Gesserit terminan por generar una situación en la que pierden toda influencia sobre el Kwisatz.