Dune

Dune Resumen y Análisis Libro Primero: "Dune", Capítulos 9-15

Resumen

Libro Primero: "Dune" - Capítulo 9

Paul pretende estar dormido porque quiere recorrer la casa, pero sabe que no está permitido por seguridad. De repente escucha un ruido muy discreto detrás de sí y se queda congelado en el lugar. En el cuarto ha ingresado un cazador-buscador. Se trata de un arma que consiste en una aguja que entra en el cuerpo de la víctima y llega al órgano vital más cercano. Detecta a su víctima por el movimiento. Los cazadores-buscadores tienen un operador que controla los movimientos desde algún punto cercano. Eso quiere decir que dentro del palacio está el asesino.

De pronto, Shadout Mapes, el ama de llaves de Jessica, entra al cuarto de Paul y el cazador-buscador está a punto de dirigirse a ella, pero, con una rapidez asombrosa, Paul toma entre sus dedos al cazador-buscador y lo destruye. Shadout Mapes le debe su vida a Paul y, para pagar su deuda, le revela que hay un traidor entre los Atreides. Paul se apresura a compartir esa información con su madre, mientras el ama de llaves va a informar al duque y Hawat sobre lo ocurrido.

Libro Primero: "Dune" - Capítulo 10

Jessica encuentra una puerta misteriosa y entra en lo que parece un laboratorio con plantas exóticas. Para mantener toda esa vegetación, se derrocha agua que podría estar destinada a más de mil personas en Arrakis. El cuarto pertenecía a la dama Fenring, esposa del conde Fenring, a quien el emperador envió anteriormente a Arrakis como apoderado.

Hay dos cartas de la dama Fenring: una en la que le deja el laboratorio, y otra que está en un código especial que solo pueden leer las Bene Gesserit. Allí, la dama le advierte a Jessica sobre los planes para matar a Paul, y sobre un traidor dentro de la casa.

Jessica se apresura a buscar a Paul, cuando este llega a ella y le cuenta sobre el cazador-buscador. El operador del arma ha sido encontrado muerto, y no ha sido posible sacarle información. Jessica sospecha de Hawat porque él fue el encargado de revisar el palacio para identificar alguna amenaza.

Libro Primero: "Dune" - Capítulo 11

Este capítulo muestra la rabia del duque Leto al enterarse del intento de asesinato de su hijo. Repite constantemente estas palabras: “¡Han intentado arrebatarle la vida a mi hijo!” (p.124), y se llena de indignación.

Luego se reúne con uno de sus hombres de confianza: Gurney Halleck. Le encarga la misión de convencer a unos cazadores de especia que han decidido renunciar por el cambio de mando de que permanezcan en Arrakis y continúen trabajando para ellos. Además, le pide que ordene a un grupo de los hombres bajo el mando de Halleck que ayuden a Hawat en la puerta del palacio. Necesitan más guardias, ya que sus enemigos han podido sortear la seguridad para atacar a Paul.

Libro Primero: "Dune" - Capítulo 12

Paul y Leto hablan sobre el cazador-buscador. A diferencia de Jessica, los dos confían en Hawat. De hecho, cuando Hawat intenta renunciar a su cargo por el peso de su equivocación, el duque le contesta: “Venga, siéntate y deja de hacer el imbécil” (p.133). Les pide a sus hombres de confianza que entren a la sala para una reunión.

La situación de los Atreides en Arrakis es delicada; los Harkonnen se han asegurado de que fracasen. Primero, han guardado mucha especia para fabricar una escasez en el mercado. Luego, han dejado muy poca maquinaria funcional para la explotación de la especie, y, finalmente, han conseguido que muchos de los operarios o cazadores de especia renuncien.

A continuación, otro tema importante para discutir en la reunión se centra en los cambios que tienen que darse entre sus hombres. Al mudarse de Caladan a Arrakis, las habilidades necesarias son otras, y sus soldados deben aprender a manejarse bien en el desierto. La solución para esto es aliarse con los Fremen, que son quienes mejor conocen el planeta.

En ese momento entra en la sala Duncan Idaho, uno de los hombres de confianza de Leto, que ha estado viviendo con los Fremen para aprender de ellos. Informa que han aprehendido a un Harkonnen que se hacía pasar por Fremen. En esta reunión, Leto conoce a Stilgar, un líder de los Fremen que ha establecido un lazo con Idaho.

Paul ve que su padre está desesperado cuando decide recurrir a unas antiguas instalaciones para ver si se puede recuperar algo de maquinaria. Paul piensa que su padre actúa “Como un animal enjaulado” (p.151).

Libro Primero: "Dune" - Capítulos 13

El duque Leto se reúne en privado con su mentat, Hawat. Ambos hombres saben que hay un traidor entre sus filas, pero no pueden determinar de quién se trata. Hawat presenta información que han podido recabar de un espía de los Harkonnen. En una nota que llevaba esta persona se alude a que la traidora es Jessica. El duque confía ciegamente en ella, pero Hawat le recuerda que no saben nada sobre el verdadero origen de Jessica, y que su lealtad puede estar con la Casa Harkonnen. El duque decide hacerle pensar a Hawat que desconfía de ella con la esperanza de que el verdadero traidor se sienta confiado y actúe con imprudencia. Idaho será el encargado de espiar a Jessica.

Otra noticia que trae Hawat es que los Fremen creen que Paul es “Mahdi”, un líder, hijo de una Bene Gesserit, que los guiará a la libertad.

Leto reflexiona sobre lo bello que puede ser Arrakis cuando ve el amanecer. No obstante, poco después ve a los recolectores de rocío, una necesidad en un planeta con tal escasez de agua, y piensa: “puede ser también un mundo abominable” (p.159).

Libro Primero: "Dune" - Capítulo 14

Si algo llegara a pasar con Leto, lo que menos quiere él es que Jessica crea que él desconfió. Por este motivo, comparte con su hijo la información de Hawat sobre su madre y su plan de pretender que efectivamente considera que Jessica pueda ser una traidora. La melancolía por todo lo que está ocurriendo le hace reflexionar sobre cuánto se arrepiente de no haberse casado con ella. Le explica a Paul que debía mantenerse soltero para que las otras casas nobles siguieran esperanzadas en una alianza con los Atreides mediante el matrimonio.

Libro Primero: "Dune" - Capítulo 15

Kynes, el planetólogo de Arrakis, se presenta ante el duque. En capítulos anteriores ya se ha mencionado que los Fremen tienen una leyenda sobre un héroe llamado Liet al-Gaib que vendrá a salvar al pueblo. Kynes se encuentra dividido, porque si bien “aquel muchacho personificaba la antigua profecía con gran precisión” (p.168), él es un científico que no debe dejarse llevar por supersticiones.

Kynes mira con desdén lo que el duque intenta hacer con el planeta. Por su parte, el duque se da cuenta de que Kynes se ha convertido en un habitante más de Arrakis y se ha integrado a los Fremen.

El planetólogo explica el mecanismo de los destiltrajes, un tipo de vestimenta esencial para poder sobrevivir en el desierto de Dune. Consiste en un complejo sistema que guarda la humedad del cuerpo y la destila para que pueda volverse a consumir. Keynes se asegura de que el destiltraje del duque esté bien ajustado y se sorprende al ver que Paul, en cambio, no necesitó ayuda para usarlo a la perfección.

Kynes, Paul y Leto sobrevuelan una zona en la que hay un equipo de trabajadores extrayendo especia. Están escoltados por una flota que los sigue en caso de emergencia. En cada lugar de explotación de la especia, tarde o temprano, aparece un gusano del desierto que destruye las máquinas. A pesar de que Kynes está dándole información sobre el planeta, Paul siente que no está siendo del todo transparente.

Desde el tóptero, un tipo de helicóptero ideal para las condiciones de Arrakis, el duque alcanza a ver las señales de un gusano que se aproxima al lugar de trabajo. Avisan a los trabajadores en tierra del peligro, pero el equipo debe esperar a que llegue el ala de acarreo para llevar el tractor y evitar el gusano.

El ala de acarreo nunca responde, y el duque decide tomar el asunto en sus manos y rescatar a los trabajadores, a pesar de que ello implica la pérdida del tractor y de una cantidad considerable de especia. El gusano llega y devora la maquinaria y la especia cosechada.

Todos los hombres son rescatados y el duque se gana la admiración de Kynes, aunque él lo disimula. Paul alcanza a ver dos figuras en el desierto que se han quedado atrás, y se da cuenta de que son Fremen por el modo en que se mueven.

Análisis

La novela recorre el camino que hace Paul Atreides, quien pasa de ser un chico de quince años a convertirse en una figura mesiánica para un pueblo sufrido. Estos capítulos empiezan a mostrar la maduración que experimenta el personaje. La relación entre padre e hijo cobra especial importancia, porque ambos saben que Paul está por reemplazar a su padre como cabeza de los Atreides.

En el camino de formación que experimenta Paul, una de las experiencias que más le preocupa es observar la fragilidad de su padre. En el Capítulo 12, vemos que compara a Leto con un animal enjaulado y, en varias ocasiones, está en desacuerdo con las decisiones de su padre, pero las reconoce como originadas en la desesperación. En más de una ocasión, Paul observa que su padre está abatido y expresa duda y temor en sus palabras. En el Capítulo 14, el duque Leto ya está pensando en su ausencia y en que el futuro próximo está en manos de su hijo. Quiere tener algo de control sobre lo que le espera a su heredero: “Aquí debemos conseguir la supremacía desértica. Esa es tu herencia, Paul. ¿Qué será de ti si me ocurre algo? No tendrás una Casa renegada, sino una Casa de guerrilleros, una perseguida a la que intentarán dar caza” (p.164). Leto es plenamente consciente de que se le está acabando el tiempo, y habría preferido dejarle algo más armado a su hijo. El epígrafe de ese mismo capítulo resume lo que está viviendo Paul al ver a su padre lidiar con las amenazas: “Es probable que no haya un momento más terrible en nuestra vida que aquel en que uno descubre que su padre es un hombre, hecho de carne y hueso” (p.161).

Irónicamente, el Capítulo 15 retrata a Leto, no como un ser de carne y hueso, sino como un héroe que incluso consigue despertar admiración en un personaje más bien escéptico y desconfiado como Kynes. El momento más heroico de Leto es cuando decide salvar las vidas de los trabajadores que están explotando especia y están por ser engullidos por un gusano de arena.

Paralelamente a los miedos y debilitamiento de Leto, la figura de Paul crece constantemente. Kynes admira lo incisivo que es al momento de preguntar aspectos sobre el planeta, y también el conocimiento misterioso que tiene sobre algunos usos y costumbres de los Fremen, a pesar de que solo lleva muy poco tiempo en el planeta. Los Fremen ya tiene noticias de él, y lo asocian a las leyendas de un mesías o salvador.

A través de los pensamientos de Kynes, Herbert explora el tema del libre albedrío frente a la libertad. Existe una leyenda sobre una figura mesiánica que vendrá a salvar al pueblo Fremen. Por un lado, sabemos que dicha leyenda había sido instalada intencionalmente por la Missionaria Protectiva para garantizar la seguridad de las Bene Gesserit cuando llegaran al planeta. Sin embargo, hay aspectos de la leyenda que se cumplen al pie de la letra que hacen pensar a los personajes que hay verdad detrás del mito. Precisamente Kynes, un personaje escéptico y científico, quien no se deja llevar por el fervor religioso, sino por la razón, observa detalles extraordinarios en Paul. Por otra parte, sabemos que Paul está entrenado para ser un gran observador y que él sepa detalles como el modo de ajustar un destiltraje puede no ser una marca de algo singular o sobrenatural, sino producto de la prudencia y entrenamiento mental con el que cuenta Paul.

Estos capítulos también sirven para contrastar a las dos casas nobles rivales: los Atreides y los Harkonnen. Como todo pueblo sometido, las personas en Arrakis tienden a desconfiar de la autoridad. A pesar de que Leto desea gobernar con más justicia y generando auténticos lazos de lealtad, la población no está lista para olvidar los abusos de los Harkonnen.

Un modo en el que los Atreides se distinguen de los Harkonnen es que creen en la ciencia como forma de progreso y mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Leto remarca esta diferencia cuando le aclara a Kynes: “No me importa que estudiéis la especia, siempre que compartáis conmigo los resultados…Los Harkonnen no alentaban las investigaciones acerca de la especia, ¿no es cierto?” (p.177). De todas maneras, Kynes no está listo para confiar y piensa “¿Qué espera este invasor repleto de agua? ¿Me cree tan estúpido como para ponerme a su servicio?” (p.177). Acá vemos como la escasez o abundancia de agua es la línea divisoria entre “nosotros” y los “otros”. Kynes ha pasado a formar parte de los Fremen y considera que toda persona que no comprende la vida en el desierto es alguien ajeno y poco fiable.

No obstante, el duque no es ingenuo y sabe que le va a tomar mucho esfuerzo tender puentes con los Fremen. Incluso una de sus estrategias es cuestionada por Kynes, quien le critica a Leto recurrir a la propaganda. En varias instancias, la novela explora el poder de los relatos y de la palabra para cambiar realidades. Así como la Voz de las Bene Gesserit o la leyenda de Lisan al-Gaib están diseñadas para modificar el comportamiento mediante la palabra, la propaganda política de Leto busca exactamente lo mismo. Los tres casos son cuestionables porque son formas de manipulación.

En el corazón de las complejas relaciones entre los gobernantes y los gobernados está el interés económico y el control sobre el recurso más valioso de Arrakis para el imperio: la especia. Leto asume que la desconfianza de Kynes para con los Atreides nace de la comparación con los Harkonnen: “Detecto cierta amargura en vuestra voz, señor. Como si pensarais que somos una pandilla de asesinos domesticados que nos hemos abalanzado sobre este mundo” (p.177). Poco después de esta conversación con Kynes, Leto tiene una inusual oportunidad de mostrarle al planetólogo cuáles son los valores de los Atreides que los distinguen de los Harkonnen: “El duque estaba mucho más preocupado por los hombres que por la especia. Ha arriesgado su vida y la de su hijo para salvarlos” (p.196). Los otros dos líderes que conoce Kynes, el emperador y el barón, están únicamente interesados en sacar provecho del Arrakis, solo lo aprecian en la medida en que pueda ser explotado. Por eso lo que hace Leto impacta en él tanto que lo lleva a pensar: “Me gusta este duque” (p.196).

Finalmente, en estos capítulos es posible apreciar en qué medida la política atraviesa la vida de estos personajes, en todos los sentidos. Paul se frustra de no poder pasar el rato jugando o recorriendo el palacio por el lugar que ocupa en una casa noble que es blanco de muchos enemigos. Asimismo, Leto decide no casarse con Jessica a pesar de que la ama para no perjudicar la relación con las otras casas de Landsraad.