Amor y rechazo (motivo)
A lo largo de la historia, Erik está trágicamente enamorado de Christine y por eso trama una venganza tan extrema contra los que se interponen en el camino de sus deseos. El público puede ver cómo su amor por Christine le lleva una y otra vez a la angustia y el dolor. Hay una sensación de urgencia en el amor de Erik por Christine a medida que sus inseguridades, miedos y desesperación se hacen cada vez más evidentes. Ve a Christine como una forma de romper el ciclo de rechazo al que se ha enfrentado toda su vida, pero sus miedos e inseguridades le llevan por un camino de destrucción. Erik también se enfrenta al rechazo, ya que su deformidad le impide encontrar el amor verdadero y la aceptación. Al final, permite que Christine y Raoul estén juntos, demostrando que comprende que el verdadero amor sólo puede alcanzarse cuando se da libremente, a pesar de su rechazo. En el epílogo, el narrador pinta a Erik como una figura trágica digna de compasión, mostrando que sólo cuando las personas se abren al amor y comprenden el dolor del rechazo pueden experimentar el verdadero perdón.
Araña (símbolo)
La araña representa los acontecimientos misteriosos y sobrenaturales que tienen lugar en torno a la Ópera. El candelabro que se estrella contra el público de la ópera es la manifestación del poder del Fantasma de la Ópera y de su dominio sobre la gente de la Ópera. Es una señal del inminente desastre que ataca a los artistas y al público, y de la incertidumbre y el miedo a lo desconocido. La araña también sirve para enfatizar el aura amenazadora del Fantasma de la Ópera y su presencia en el Teatro de la Ópera, mostrando que puede causar destrucción y caos.
Ilusión (motivo)
El motivo de la ilusión está presente en todo el libro, desde la creación del "Fantasma de la Ópera" hasta la misteriosa figura de Erik, el Ángel de la Música. La ilusión se manifiesta más claramente en el dominio del engaño por parte de Erik, que utiliza sus ilusiones tanto para ocultar su identidad como para manipular a los personajes. Se disfraza de ángel de otro mundo para ganarse el amor de Christine, hipnotiza a los directores y a Raoul para impedir que descubran sus secretos y se hace ilusiones incluso en la muerte, conduciendo a Raoul y al Persa a su cámara de tortura. La ilusión también se utiliza metafóricamente para sugerir el desesperado deseo de Erik de escapar de su solitaria vida y ser amado, sólo para sucumbir finalmente a sus ilusiones.
Máscara (símbolo)
La máscara es un símbolo de la identidad oculta y la vergüenza de Erik. Simboliza su fachada física y emocional, que le protege del juicio del mundo exterior. Como Christine acaba descubriendo, la máscara es una representación física del dolor y la soledad que Erik ha sufrido a lo largo de su vida. A través de la máscara, Erik es capaz de mantener una sensación de control sobre sus sentimientos y experiencias. De este modo, puede considerarse una metáfora de la experiencia humana: la gente suele ponerse máscaras para ocultar su verdadero yo a quienes les rodean.
Violencia (motivo)
El motivo de la violencia se introduce por primera vez a través del misterioso "Fantasma de la Ópera" y los informes de misteriosas desapariciones, muertes y accidentes, que dan la sensación de una fuerza mayor que nadie puede explicar ni controlar. Erik es un personaje violento que amenaza a Christine, Raoul y los persas con torturas físicas y con su plan de volar la Ópera. La violencia de Erik se utiliza a menudo para amenazar e intimidar, como demuestran sus exigencias y ultimátums. Los directivos también utilizan la violencia como método para reprimir cualquier rumor o disidencia contra ellos. La utilizan de forma intimidatoria y opresiva, como cuando encuentran muerto a Joseph Buquet y los directivos suponen que se trata de una broma pesada.